CHINA, HACIA LAS ESTRELLAS

por Gabriel Rumor

Con la agilidad de un peso pluma, la dirigencia de Beijing prepara una ambiciosa empresa espacial equivalente, en su ámbito científico, a la famosa Ruta de la Seda que ya enlaza a China con tres continentes, que ratificaría una presencia en el cosmos, hegemónica dado el repliegue aislacionista en voga en los Estados Unidos, su principal rival

Cosmonautas chinos

Cosmonautas chinos

En este caso, con una operación de cooperación de evidentes ribetes geopolíticos, con una veintena de países, de primer rango como Rusia y la India y, más signficativo aún, Kenya, México y Perú, incapaces con sus solos recursos de asomarse a las galaxias, cuyas prioridades serán consideradas por las autoridades de Beijing.

La revista NATURE informa que para su primera gran aventura, en 2022, la Agencia Tripulada Espacial China seleccionó nueve de 42 experimentos con participación de expertos de 17 naciones, en coordinación con la Oficina de las Naciones Unidas para los Asuntos del Espacio Exterior.

Tiangong-2

Tiangong-2

Es un paso de avance respecto del laboratorio Tiangong-2, que es teatro de experiencias desde hace tres años y, además de cubrir tópicos similares a los que se realizan desde hace tres décadas, se ocupará de la conducta del fuego y los fluidos, la biología y la astronomía.

Entre ellas, según el semanario, está un observatorio ruso-hindú de investigaciones espectroscópicas de gas nebular para detectar, mediante luz ultravioleta,  nubes de polvo y regiones generadoras de estrellas; un equipo de instituciones europeas que estudiará la forma en que la microgravedad y la radiación en el espacio afectan la mutación del ADN en organoides, suerte de estructuras biológicas en 3D que imitan los órganos humanos, y un grupo de Arabia Saudita intentará averiguar cómo las células solares se comportan fuera de la estación espacial.

Cosmonauta en el espacio

Los astronautas chinos saludan desde el laboratorio espacial Tiangong-2. Foto cortesía El Pais

Los astronautas chinos saludan desde el laboratorio espacial Tiangong-2. Foto cortesía El Pais

La notable ausencia de los Estados Unidos se explicaría por la prohibición a la NASA, desde 2011,  de cooperar con China sin aprobación parlamentaria, y porque la Aministración actual prevé suspender su aporte a la Estación Espacial Internacional a partir de 2024 para concentrarse en la construcción de una avanzada  en la órbita lunar.

Y éso, concluye NATURE, dejaría a la estación  china la exclusividad en torno a nuestro planeta.

Varsovia agosto 2019