LOS PECES SI SUFREN

  por Gabriel Rumor

Hay una mala noticia para los pescadores deportivos que imaginaban su pasatiempo menos cruel que los safaris africanos: los peces sí experimentan emociones y, desde luego, no es nada placentero el trance cuando, anzuelados, luchan desesperadamente para recuperar su libertad.

El dolor del anzuelo en la piel

El dolor del anzuelo en la piel

Según el GUARDIAN londinense, la afirmación del neurólogo australiano Brian Key de que los peces no sienten dolor porque carecen de una estructura llamada neocortex, exclusiva del cerebro de los mamíferos, ha cosechado numerosos opositores desde su publicación en la revista Animal Sentience en 2016.

El conservacionista Carl Safina, autor del reportaje, indica que el problema con los peces es que nadie puede escuchar sus lamentos, aunque las investigaciones hayan demostrado que en el curso de millones de siglos afinaron sus habilidades hasta disponer de memoria de largo plazo, lazos sociales y de parentesco, tradiciones aprendidas, usar herramientas e incluso cooperar entre las especies.

Pez arponeado

Pez arponeado

El miedo y el dolor son, en comparación, reacciones muy básicas y primitivas; los peces son los ancestros de todos los demás vertebrados y sus cerebros fueron el patrón de la evolución de los nuestros.

En la Universidad de Liverpool, en 2002, la bioveterinaria Lynne Sneddon fue la primera en descubrir que los peces poseen, como los humanos,  nervios susceptibles de trasmitir estímulos dolorosos, con un programa en forma de neurotransmisores, comunes a mamíferos y peces, como la dopamina y la serotonina, que en los seres humanos tienen que ver con la pena, el hambre, la sed y el miedo e incluye opiaceos para reducir el sufrimiento.

Tan doloroso como un tiro de cazador

Tan doloroso como un tiro de cazador

Peces inyectados con ácido acético o veneno de avispa experimentaron dolores igual a los nuestros y se aliviaron al aplicárseles analgésicos como la aspirina, la lidocaína y la morfina; y, en otro experimento, un pez-cebra bajo los efectos de una droga causante de dolor nadaba hacia una sección normalmente vacía de su tanque que se iluminaba a añadirse un tranquilizante.

Cuando nos preguntamos si pueden sentir como sentimos los humanos es porque pensamos que es a lo máximo a que los peces pueden aspirar, aunque, como afirma la afamada oceanógrafa Sylvia Earle, ellos tienen sentidos con los que nosotros podemos cuando mucho soñar; como botones detectores de sabor en todo su cuerpo, o la capacidad de sentir la electricidad de un animal oculto o los ojos de un tiburón de aguas profundas.

Peces víctimas olvidadas del maltrato animal

Peces víctimas olvidadas del maltrato animal

Y es que mientras nosotros percibimos tres colores principales, la mayoría de los peces percibe cuatro; algunos ven luces polarizadas; otros, ultravioleta;  los lenguados mueven sus ojos en forma independiente, procesando dos imágenes, y otros ven arriba y debajo del agua simultáneamente, procesando cuatro, y los meros y otros emiten señales con el color de sus piel.

Y por eso, en una reacción furiosa, la doctora Earle apunta que los peces aprendieron a sortear situaciones durante unos cuantos cientos de millones de años y que somos nosotros, los recién llegados al planeta, a quienes choca al parecer que aquellos piensen. Y que algunas personas tienen asombrosas características siendo capaces, incluso de sentir y pensar….como los peces.

Varsovia, abril 2019