La jardinería: excelente herramienta terapéutica

Temas de Ecología Psicosocial con Marisela Valero. Psicóloga. Directora de Planeta Vital.

Queremos compartir con nuestros lectores un interesante artículo de Sarah Rayner, publicado en Psychology Today, donde refleja los variados e importantes beneficios que tiene para la salud mental practicar con regularidad la jardinería.

Desde nuestra propuesta de Ecología Psicosocial somos afines a muchas de las ideas que Rayner y muchos otros rofesionales proponen, sobre las bondades que tiene cuidar las plantas para mejorar nuestras vidas. El lema que hemos promovido en Planeta Vital es “cultiva tu jardin interno y así podrás disfrutar de los demás jardines del planeta”.

Los niños que cultivan serán "ecogenios" adultos

Los niños que cultivan serán «ecogenios» adultos

¿Qué significa cultivar el jardín interno?

Justamente aplicar el sentido práctico de dedicarse a un jardín, desde una prespectiva más profunda, psicosocial, que tiene que ver con sacar las “malas hierbas” emocionales, limpiar el terreno de culpas que impiden el crecimiento de nuevos brotes, preparar y abonar nuestra vida con valores positivos, alianzas colaborativas, que favorezcan la siembra de semillas sanas a nivel familiar, de amistad y de amor, que renueven constantemente ese jardín vital,  ofreciendo las flores y frutos que sirvan para intercambiar con otros ecosistemas sociales.

Cuando estamos sintonizados positivamente con nuestro ecosistema personal, por convicción respetamos a los demás seres vivos,  llevamos la ecología como un modo de vida, sin imposiciones, resonamos con el pulso vital del planeta.

Es importante acompañar a los niños a conectarse con la siembra

Es importante acompañar a los niños a conectarse con la siembra

La jardinería sin duda es una actividad sanadora, terapéutica, liberadora, como lo reflejan las siguientes características que nos señala Sarah Rayner:

Brinda un sentido de responsabilidad

Cuidar de las plantas es una excelente manera de aprender a cuidar y respetar a otros seres vivos, si lo hacemos en los primeros años de vida, nos permite maravillarnos con los procesos de la naturaleza, cuando una planta crece, cuando florece, cuando cambia con las estaciones y vuelve a iniciar el ciclo.

Desde pequeño se descubre el maravilloso mundo de la siembra

Desde pequeño se descubre el maravilloso mundo de la siembra

Sentimos que nutrimos a otros

No importa la edad o la preferencia, todos queremos sentirnos útiles para otros y las plantas nos permiten observarlo y sobretodo, sentirlo. Jamás darán un fruto a quien no las cuida, tampoco florecerán si no les dedicamos tiempo, atención y cuidados. Sentirnos parte de ese logro ayuda a que nuestra autoestima se fortalezca.

Hacer el jardín ayuda a mejorar el ánimo

Hacer el jardín ayuda a mejorar el ánimo

Nos mantiene conectados a nuestro entorno

Así es, practicar la jardinería nos ayuda a recordar que no somos el centro del universo. El vivir en nuestro mundo sin pensar en los otros puede ayudar a que suframos depresión, enfocarnos en el exterior, en el ambiente, nos puede ayudar a ser más abiertos.

Un estudio del 2003 realizado por estudiantes de enfermería, reveló que practicar jardinería en grupo nos ayudaba a enfocar nuestras habilidades y objetivos con otros, ayudaba a aprender a trabajar en equipo, incluso a generar nuevas motivaciones, a ejercitarnos y más.

Sembrar es relajante

Sembrar es relajante

Libera estrés

Practicar jardinería nos permite escapar de situaciones desagradables, nos ayuda a relajarnos, nos aleja de pensar en todos aquellos pendientes difíciles e incómodos. Incluso, si estamos atravesando por algo muy difícil, nos ayuda a elaborar acuerdos con nosotros mismos para digerir la situación.

Quitar las plantas que no sirven o que están secas, trabajar para eliminar plagas, limpiar, barrer, plantar algo nuevo, es una metáfora de las cosas que vivimos en el día a día, si no podas lo malo de tu vida, no podrás crecer.

Sembrar en grupo y al aire libre sana

Sembrar en grupo y al aire libre sana

Trabajar al aire libre provoca felicidad

Es una buena forma de hacer un poco de ejercicio y disfrutar del ambiente y lo que es bueno para el cuerpo, es bueno para la mente. La jardinería particularmente, ayuda a liberar serotonina y dopamina, las hormonas que nos provocan felicidad, y reducen el nivel de cortisol, la hormona del estrés.

Si bien, trabajar en el jardín puede ser agotador, cuando llegue la hora de dormir notarás que lo harás fácilmente y disfrutarás de un mejor descanso.

Sembrar nos enseña sobre los tiempos vitales

Sembrar nos enseña sobre los tiempos vitales

Desenvolvernos entre plantas y flores nos permite vivir en el presente

En lugar de preocuparnos por el futuro o lamentarnos por el pasado, esta pequeña actividad nos permite enfocarnos en el presente, en hacer lo necesario para que lo que estamos cosechando pueda dar frutos. El jardín, las plantas, las flores, son perfectas para despertar nuestros sentidos. Escucha, toca, huele, observa.

La jardinería nos recuerda el ciclo de la vida y nos ayuda a aceptar la muerte

Actividades como estas nos pueden ayudar a pasar los tragos amargos de la vida, a lidiar con emociones incómodas incluyendo la del duelo. Estar en un jardín, cuidar de las plantas, nos ayuda a entender que todo tiene un principio y un final, pero que este da pie a nuevos brotes, nos lleva a la regeneración.

Desde la escuela se aprende a cultivar en equipo

Desde la escuela se aprende a cultivar en equipo

Reduce nuestro enojo

Así es, la jardinería también tiene un lado oscuro y es en él donde podemos descargar las emociones negativas como el enojo, cuando tienes que escarbar, mover la tierra, arrancar la mala hierba, también puedes liberarte emocionalmente. Siempre es bueno hacer espacio para lo nuevo, en el jardín y en el corazón.

Te permitirá sentirte en control

Si te sientes abrumada por todo lo que ocurre y no puedes controlar, el jardín es un excelente lugar para reencontrarte contigo misma y sentir que tienes todo en orden. No puedes controlar a otras personas, pero sí cómo reaccionas a ellas y el jardín te permitirá entenderlo a profundidad.

Es fácil de practica

Es fácil de practica

Es algo fácil

No necesitas empezar con jardín enorme, unas cuantas plantas en casa, en macetas, son el camino ideal si es una experiencia nueva en tu vida. Las plantas sanas te animarán cada que las veas y si quieres ahorrar, puedes inventar tus propios contenedores para no gastar.

En sí es una actividad que puedes compartir con alguien más, con niños, amigos, es más económico que una terapia formal y la madre naturaleza siempre te recibirá con los brazos abiertos, dale una oportunidad.

El enorme desequilibrio producido por el ser humano como especie, ha quedado demostrado que tiene relación directa con el desencuentro consigo mismo por el que atraviesa, la profunda crisis de valores y las marcadas desigualdades sociales, buscar todas las opciones posibles para mejorar la calidad de vida, la salud mental, el bienestar individual y colectivo es un compromiso de todos.

Pueden comunicarse con nosotros por contacto@tuplanetavital.org