SOR SALAMANDRA

por Gabriel Rumor

En México, junto al lago de Pátzcuaro en Michoacán, así podría rebautizarse la madre Ofelia Morales, monjita dominicana del convento de Nuestra Señora de la Salud, que fabrica con las pieles de estas sabandijas un jarabe de propiedades milagrosas contra la tos mientras preserva una especie que amenazaba con extinguirse.

 Hermana Ofelia Morales

Hermana Ofelia Morales

El Ambystoma dumerilii, de aspecto más bien repulsivo, que los nativos conocen como achoque, puede medir hasta treinta centímetros, es casi exclusivo de ese hermoso lago muy popular del cine mexicano, es mantenido en acuarios y bañeras de esmalte alineados con las paredes del edificio colonial del siglo XVI, bajo la custodia de un Niño Jesús disfrazado de galeno.

En la fachada del edificio, un mural exhibe el nombre oficial de la institución: Unidad Gerencial para la Conservación de la Vida Natural, o Jimbani Erandi, que en lengua purépecha significa “Nuevo Amanecer”.

Michoacan, Nuestra Señora de la Salud

Michoacan, Nuestra Señora de la Salud

Los achoques –refiere el NEW YORK TIMES, son una de las doce especies de salamandras en peligro, afectadas por los cambios en su habitat natural y el tráfico ilegal y, en el caso de Pátzcuaro, un consumo que se remonta a los tiempos precolombinos. Hasta  que hace unos veinte años las monjas se vieron forzadas a establecer su colonia para mantener el negocio del jarabe que goza de prestigio por la procedencia religiosa  y la leyenda de que su receta la reveló una muchacha purépecha que, naturalmente, no sería otra que la mera virgen María….

Así, de necesidad la congregación ha hecho virtud. Porque solía preparar su medicina con salamandras extraídas del lago y hubo que cultivarlos cuando su número comenzó a escasear a medida que crecía la población campesina, con la secuela lógica de deforestación y deterioro de la calidad del agua; y para completar las calamidades, la introducción de  especies como la lubina y la carpa, cuya dieta son los huevos y las larvas de los infortunados urodelos.

Salamandra

Salamandra

El resultado, por carambola, ha sido la salvación de la especie pero, por ahora, no se contempla su resiembra en Pátzcuaro, mientras no se ataque el problema de la contaminación lacustre y se verifique la diversidad genética de la colonia.

A ello se dedican  zoólogos venidos de otros rumbos, porque como afirma sin rodeos la hermana Ofelia, la teología no está reñida con el progreso científico en beneficio de la humanidad y su misión es “trabajar por una conciencia más humana, llena de amor y justicia por la naturaleza”.

Caracas, enero 2019