Otra batalla para Marie Curie

MIRAMUNDO por Gabriel Rumor

MIRAMUNDO por Gabriel Rumor

 

 

 

 

 

Marie Curie. Foto Wikipedia (1)

Marie Curie. Foto Wikipedia

La combatiente que fue Marie Sklodowska-Curie habrá aceptado como un triunfo agridulce la decisión del Gobierno francés de preservar los restos de su laboratorio parisino, amenazado de demolición, reconstruyéndolo a pocos metros del número 26 de la calle de Ulm donde ella y Pierre, su esposo, realizaron experiencias de física y química merecedoras de sendos premios Nobel.

Queda así expedito el campo para elevar un moderno centro de investigaciones oncológicas en lo que fue el Pavillon des Sources a principios del pasado siglo, tras una guerrilla que enfrentó al  Gobierno Macron y la Alcaldía capitalina por el vetusto edificio que, según las autoridades locales reviste apenas una significación de segundo orden.

Es una afirmación -de que el local sólo sirvió en su momento como depósito de materiales, pues lo más importante de la tarea habría tenido lugar en dos edificios adyacentes- que voceros periodísticos han calificado de absurda, criticando que se maneje de modo tan alegre un lugar que además de su valor científico rezuma la intimidad de la ilustre polaco-francesa cuyas bosquecillos de limas y plátanos serían taladas durante la operación.

El Pavillon des Sources, Foto Christophe Petit-Tesson EPA-EFE

El Pavillon des Sources, Foto Christophe Petit-Tesson EPA-EFE

Y es que el pabellón fue escenario de los años estelares de la emigrada de una Varsovia que  entonces era provincia zarista. Con ambiciones tan enormes como exiguos eran sus recursos. A estudiar, graduarse en La Sorbona e impartir allí clases magistrales, y combatir la xenofobia y el machismo de un ambiente académico que sólo a medias la aceptó después de su matrimonio con un talentoso investigador francés.

En aquel insalubre local del Barrio Latino, vivió Marie apasionadas relaciones científico-sentimentales con Pierre, hasta su muerte prematura en un accidente de tránsito, y después con su colega Paul Langevin, que desencadenaría la venenosa campaña de difamación de quienes jamás le perdonaron su triple condición de mujer, genial y extranjera y hasta menospreciaron la iniciativa para movilizar ambulancias radiológicas a las trincheras próximas a la capital durante la Gran Guerra.

La ubicación en un arrondisement de elevado valor inmobiliario explica tal vez el encono de la querella, desde que la Alcaldía aprobó en marzo del pasado año la propuesta de demoler el depósito y descontaminar el área a fin de servir de sede a la moderna edificación devenida manzana de discordia.

Que viene a sumarse a las que Marie suscitó a su paso por las instalaciones construidas en 1909 por el Instituto Pasteur y la Universidad de París, que ella dirigió hasta su muerte en 1934 de una leucemia, debida quizás a la prolongada exposición a minerales radiactivos.

Congreso Solvay, Bélgica, junto a Max Planc, Picard, Einstein y la crema de la ciencia de aquel momento.1927. Foto Wikipedia

Congreso Solvay, Bélgica, junto a Max Planc, Picard, Einstein y la crema de la ciencia de aquel momento.1927. Foto Wikipedia

Tal vez con más elegancia y buena voluntad hubiera podido aplicarse el procedimiento, tan a la moda, de engarzar la fachada y espacios de viejos almacenes, fábricas o edificios públicos, declarados patrimonio cultural e histórico, como atractivo turístico, en las gélidas construcciones modernas de cristal y metal.

Así, el espíritu indomable de la genial varsoviana, que la ubicó como la única mujer en el mítico sanedrín de los sabios de su época, convocado por los laboratorios Solvay en Bruselas, en 1927, hubiera impregnado plenamente los salones de la nueva construcción, asegurándole un esplendoroso porvenir.

Varsovia, febrero 2024.