Descubre por qué cuidar la naturaleza es tan espiritual como meditar

Esta reflexión está muy relacionada con nuestra propuesta de Ecología Psicosocial, ya que busca vincular el servir y proteger a la naturaleza, a los seres vivos, los diferentes ecosistemas, como una forma de crecimiento espiritual. No solamente evolucionamos por practicar disciplinadamente la meditación o los ejercicios espirituales, que seguramente son también muy importantes, sino que es vital conectarse positivamente con nuestros ecosistemas cercanos para aportar lo mejor de cada quien, en aspectos que quizás parecieran muy cotidianos o poco espirituales. Ser voluntarios en la siembra de árboles, rescatar animalitos de calle, hacer jornadas de recolección de desechos sólidos, ayudar a la comunidad para mejorar su calidad de vida, limpiar las playas, todo suma para mejorar nuestro desarrollo personal y evolucionar como seres humanos para hacer de este un planeta más vital.

Aquí les dejamos el artículo publicado en www.harmonia.la.

Eugenia Jiménez amorosa con la naturaleza.Foto Planeta Vita

Eugenia Jiménez amorosa con la naturaleza.Foto Planeta Vita

Tener interés por desarrollarnos espiritualmente está muy bien; sin embargo, la búsqueda espiritual no está libre de las trampas del ego. Con frecuencia, en nuestra mente binaria nos planteamos las cosas como perfectos opuestos, de tal manera que hay cosas o actividades que consideramos espirituales y otras que nos parecen mundanas. No obstante, los grandes maestros espirituales han hecho hincapié en que la verdadera espiritualidad está en cómo abordamos cotidianamente las tareas mundanas.

El sabio Shantideva declaró, en su afamado libro El camino del Bodhisattva, que toda la felicidad y el gozo son consecuencia de celebrar a otros seres sentientes y contribuir a su bienestar, mientras que los problemas, las tragedias y los desastres son consecuencia de actitudes que en lugar de servir a otros sirven únicamente al propio ser, de tal forma que en realidad servir a otros seres es tan espiritual, o más, que meditar, realizar rituales o cantar alabanzas.

La compasión para nuestros animales es vital. Foto cortesia harmonia.la

La compasión para nuestros animales es vital. Foto cortesia harmonia.la

Esto puede ser difícil de digerir. Después de todo, vivimos en una era en la que la ética comercial nos ha llevado a pensar que el mundo gira alrededor de nosotros, como individuos y como especie. El individualismo y el mercantilismo han desgarrado el tejido social debilitando a las comunidades, y la explotación de los animales y de los ecosistemas ha sido y continúa siendo devastadora, tanto que, a menos que decidamos cerrar los ojos e ignorar la información y las señales, no podemos más que aceptar que las consecuencias de la devastación medioambiental nos están alcanzando. Shantideva explicó que el propio ser y los otros seres tienen el mismo deseo innato de ser felices y trascender el sufrimiento. Por lo tanto, si lo vemos desde una perspectiva espiritual, ir en pos de nuestros intereses personales a expensas de otros no tiene sentido.

León Enrique Díaz es un amoros cuidador de la naturaleza. Foto Marisela Valero

León Enrique Díaz es un amoros cuidador de la naturaleza. Foto Marisela Valero

Reconocer el derecho que cada ser tiene de liberarse del sufrimiento puede cambiar como miramos el mundo y es una de las partes medulares del desarrollo espiritual, ya que nos permite percatarnos de cómo si otros están felices y satisfechos, nosotros también nos regocijamos. En cambio, si los otros están sufriendo perpetuamente, nosotros también sufrimos. En otras palabras, podemos así comprender cómo los intereses y el bienestar de los demás están intrínsecamente relacionados con nuestros intereses y nuestro bienestar.

Cuidar de los hermanos animales para ser mejores personas

Cuidar de los hermanos animales para ser mejores personas

En palabras del XV Dalái Lama:

El mundo se vuelve más y más pequeño y más y más interdependiente. Hoy más que nunca, la vida debe estar caracterizada por un sentimiento de responsabilidad universal, no sólo entre las naciones y los humanos, sino también de parte de los humanos a otras formas de vida.

Reconoce a la naturaleza como parte de ti mismo. Foto Planeta Vital

Reconoce a la naturaleza como parte de ti mismo. Foto Planeta Vital

Así que sigue meditando, pero también recuerda servir a los demás y respetar el derecho de otros seres a ser felices y liberarse del sufrimiento. Reconoce la chispa sagrada de la vida en cada planta, árbol, montaña, animal, insecto y forma de la naturaleza. Busca formas de contribuir al bienestar de otros seres y agradéceles por contribuir a tu desarrollo espiritual.

Con información de El camino del Bodhisattva, de Shantideva, y  El budismo del Buda, de Alexandra David Neel