Una escuela vital con su huerto escolar

20 febrero, 2020

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En el 2018 fuimos de visita a la hermosa escuela Luis María Olaso de Fe y Alegría, en el Sector La Pradera de la Parroquia La Vega, en Caracas, gracias a una invitación del Dividendo Voluntario para la Comunidad y FIPAN, Federación de Instituciones Privadas de Atención a la Niñez, Juventud y Familia. Nos acompañaron en esta jornada, el amigo y siempre colaborador Eduardo Cudisevich, del Grupo Ecológico San Pedro, el entonces presidente de FIPAN, José Bernardo Guevara, reconocido Rotario y Defensor de Derechos Humanos, la Ingeniero Lastenia Rodríguez, del DVC y la médico pediatra Scarlet Salazar, quien lleva una labor muy bonita en el Ambulatorio del Sector, coordinado por la Universidad Católica Andrés Bello.

Este fin de semana queremos recordar aquella hermosa jornada, que culminó con la siembra de varios árboles y actividades ecológicas realizadas junto a un grupo de voluntarios Scouts.

Allí fuimos recibidos con gran amabilidad por todo el personal, especialmente la Directora la profesora Marta Piñango, quien nos mostró con mucho orgullo su escuela. Lleva toda una vida dedicada a la docencia y a Fe y Alegría, con quien se siente totalmente identificada.

Una escuela que en cada rincón refleja el cariño de sus empleados, docentes, de toda la Comunidad Educativa, tienen también su Aula Virtual de Movistar, gracias al apoyo de la Fundación Opportunitas los alumnos y docentes tienen acceso a la formación en el área de computación.

Conocimos el programa  del Dividendo Voluntario para la Comunidad llamado «Nutrición con propósito», dirigido a todos los niños de preescolar que reciben su desayuno y merienda, avalado por nutricionistas y con evaluación constante de los niños.

Luego nos presentaron a Claudia Peñaranda, una representante muy activa que forma parte del Programa Promotores de Paz, junto a otros representantes que se han formado para ayudar a sus vecinos a disminuir la violencia. Ella nos comenta que primero fue alumna, ahora es madre representante y finalmente se ha convertido en promotora de paz, es además la encargada del Huerto Escolar que con mucho esmero ha ido preparando con los docentes, trabajadores obreros de la escuela y alumnos.

Ella comenta muy entusiasmada que su empeño es que los niños comprendan de dónde provienen sus alimentos, que sepan cultivarlos, que amen la naturaleza y valoren el trabajo del sembrador, como se lo inculcó a ella su mamá.

Muchas veces se abastecen del huerto para las meriendas y están aprendiendo sobre cultivos orgánicos y plantas medicinales con el apoyo de nuestros colegas de Ecoprácticas. Están muy interesados en seguir expandiendo sus cultivos, para eso el Agrónomo Eduardo Cudisevich coordinará un taller de huertos y composteros que el ofrece en las comunidades, con el apoyo del Grupo Ecológico San Pedro.

Felicitamos a Fe y Alegría y al personal de la Escuela Luis María Olaso por su excelencia educativa, al Dividendo Voluntario para la Comunidad y las empresas privadas que están apoyando el Programa de «Nutrición con Propósito», también al Programa Promotores de Paz por su compromiso de mantener el Huerto Escolar.

Hablemos un poco sobre Huertos Escolares

Quienes han tenido experiencias de huertas escolares coinciden en que, para lograr tener éxito en su puesta en marcha, es necesario motivar a padres, profesores y alumnos, además de saber cultivar las plantas y decidir a quién acudir si se necesita ayuda. Manejar una huerta escolar requiere conocimientos de horticultura, pero también aptitudes para trabajar en equipo. Se comienza en general con un huerto pequeño, en el que es fácil aplicar métodos orgánicos y cuyas dimensiones posibilitan la preparación, cultivo y recolección de los frutos.

No se pierde de vista que los objetivos son nutricionales: mejorar la dieta y cambiar hábitos alimenticios. Pero también se logra tomar conciencia de la naturaleza y del comercio justo porque las huertas proporcionan recursos educativos y alimentos.
Para empezar, los básicos

El cultivo más sencillo y provechoso en un huerto escolar de nuestro país está compuesto por verduras y hortalizas y, si se quiere, árboles frutales, genuinos de la dieta mediterránea. Cebolla, zanahoria, patata, tomate, pimiento, puerro y fresas son algunas de las siembras que se cosechan con más éxito. Hay que tener presente también las asociaciones, ya que no todas son válidas. Si bien se pueden cultivar en una misma parcela y en una misma época vegetales distintos (lechugas con zanahorias, tomates con cebollas, zanahorias con puerros, maíz con judías), hay combinaciones que conviene evitar porque se invalidan entre sí: maíz con patata, patatas con zanahorias y pepinos, maíz con ajos y cebollas.

También se pueden añadir árboles frutales a la experiencia. Cargan con el inconveniente de que en origen son caros, sobre todo si se adquieren adultos y preparados para dar frutos, pero el cuidado es mínimo y las manzanas, peras, cerezas, ciruelas o higos resultan mucho más sabrosos recién cogidos del árbol. Las plantas aromáticas, como romero, manzanilla y tomilla, son otro cultivo útil y didáctico, o hierbas para condimentar como el cilantro, cebollino, perejil y orégano.

Fuente https://www.ecoticias.com/agricultura-ecologica/25709/noticias-medio-ambiente-medioambiente-medioambiental-ambiental-definicion-contaminacion-cambio-climatico-calentamiento-global-ecologia-ecosistema-impacto-politica-gestion-legislacion-educacion-responsabilidad-tecnico-sostenible-obama-greenpeace-co2-naciones-unidas-ingenieria-salud-Kioto-Copenhague-Mexico