Un paso mas hacia la computadora orgánica

MIRAMUNDO

Gabriel Rumor, corresponsal internacional

Dos ratas que se comunican por internet a millas de distancia, han sido las estrellas de una fascinante experiencia que abre las puertas a la computadora orgánica, uno de los sueños más caros a la ciencia.

Dr. Miguel Nicolelis,   Foto: Katie Zhuang

Dr. Miguel Nicolelis,
Foto: Katie Zhuang

El equipo estadounidense, liderizado por el profesor Miguel Nicoelis, de la Duke University, pionero de la tecnología que permite a las personas discapacitadas de utilizar computadoras y brazos robóticos mediante el pensamiento, conectó a dos roedores, uno en Carolina del Norte y otro en Brasil,  a 7.500 kilómetros de distancia, a fin de que cumplieran tareas muy sencillas, y los resultados apuntan a que, algún día, será posible que múltiples cerebros se encadenen para intercambiar información.

Uno de los animalitos fue entrenado para presionar una palanca cuando una luz se iluminaba en su respectivo compartimiento, recibiendo entonces una ración de agua, y para comprobar su capacidad de compartir información,  una versión de su actividad cerebral era enviada entonces directamente a la otra, registrándose un 70% de respuestas correctas.

  Foto: Katie Zhuang/Duke University


Foto: Katie Zhuang/Duke University

Se trataba de una comunicación en ambos sentidos, porque si la rata que recibía la señal fallaba en su labor, la primera no recibía el premio, motivándola a cambiar su conducta para facilitar la misión de su compañera.

En otra serie de tests, las ratas colaboraron en una tarea que les exigía distinguir, con sus bigotes, entre aperturas anchas y estrechas y, en la experiencia final, los científicos conectaron animales en diferentes continentes que lograron comunicarse la actividad cerebral irradiada a través de la Internet, a pesar de los ruidos de transmisión y la demora en las señales.

El profesor Nicoelis busca ahora la manera de conectar a varios animales para resolver labores complejas en un único intento, a partir de la hipótesis de que una combinación de cerebros puede hallar soluciones que escapan a las individualidades.

  Foto: Katie Zhuang/Duke University


Foto: Katie Zhuang/Duke University

La investigación ha sido publicada en la revista Scientific Reports y en modo alguno significa que su aplicación al ser humano esté a la vuelta de la esquina, porque aún conocemos poco de cómo nuestros pensamientos son codificados y pueden trasmitirse al cerebro de otra persona.

Medio siglo es el lapso que el profesor Christopher James, de la Universidad de Warwick, vinculado a investigaciones similares, estima necesario para que este pequeño paso permita otro, más ambicioso. Y es que el cerebro humano apenas comienza, ahora, a revelar su enorme caudal de secretos.

Varsovia, marzo 2013