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El 23 de mayo es el “Día Mundial de las Tortugas” (World Turtle Day), un evento patrocinado desde el año 2000 por la American Tortoise Rescue, para crear conciencia sobre la población de tortugas que se agota rápidamente y para aprender formas de conservar estos reptiles.
Hay aproximadamente 300 especies diferentes de tortugas alrededor del mundo, en diferentes países y diferentes ecosistemas. Sus tamaños pueden variar enormemente, desde los 8 cm, hasta los 1,1 metros de la tortuga gigante de Galápagos. Sin embargo, una gran parte de estos animales se encuentran amenazados (se estima que el 61%).
Como en otros casos, el cambio climático, la caza, la contaminación o la degradación de sus hábitats están ayudando a reducir de manera acelerada la población de tortugas. Además, en algunas culturas, tanto la carne como el caparazón de estos animales pueden llegar a alcanzar un gran valor.
INFORME LA VENTA de cualquier tortuga de cualquier tipo de menos de cuatro pulgadas. Esto es ilegal en casi todo el planeta.
REPORTE LA CRUELDAD o ventas ilegales de tortugas y morrocoyes a su refugio local de control de animales.
NUNCA EXTRAIGA tortugas de la naturaleza a menos que estén enfermas o heridas.
ESCRIBA CARTAS a los legisladores para exigir que mantengan un hábitat sensible preservado o cerrado a los vehículos todo terreno y que eviten la perforación en alta mar que puede conducir a la muerte de tortugas marinas en mayor peligro.
CUIDADOS DE EMERGENCIA Si una tortuga está cruzando una calle concurrida, recójala y envíela en la misma dirección que estaba yendo; si intenta hacer que regrese, girará nuevamente.
Aprovechando la fecha queremos ofrecerles un bonito viaje imaginario, para conocer mejor a estos seres milenarios, nobles y útiles compañeros de nuestro plaenta vital. En varias ocasiones hemos transmitidos programas sobre estas maravillosas criaturas que tantos beneficios traen a la naturaleza.
Vamos a conocer a CITMAR organización dedicada al estudio, protección e investigación de este reptil milenario.
CITCMAR
El Centro de Investigación y Conservación de Tortugas Marinas, mejor conocido como CICTMAR, funciona desde el año 2001 como una asociación civil sin fines de lucro que se dedica a la protección de la tortuga marina, tanto a nivel nacional como en la región del Caribe.
Hedelvy Guada con Marisela Valero, foto Héctor Luna
Heldelvy Guada, presidenta de CICTMAR nos invitó hace un tiempo a realizar un viaje imaginario en la radio para visitar “Cipara y Querepare, 2 playas donde llevan trabajando más de 15 años porque son lugares de anidación muy importantes para las tortugas marinas, promoviendo con su presencia y educación a la comunidad la disminución del saqueo de huevos, así como la captura o matanza de las tortugas.
Actualmente se les ha dificultado mucho el trabajo por razones de traslado y seguridad, sin embargo hay Instituciones locales que se están encargando para no abandonar el proyecto.
En el silencio de la noche, en Querepare, donde solo se escucha el ir y venir de las olas, nos adentramos en esa maravillosa experiencia de admirar la labor que hacen los “tortugueros” para salvar los huevos depositados en la arena por las enormes hembras, que cavan con sus potentes aletas hasta unos 60 a 70 centímetros de profundidad.
Ellos hacen el seguimiento del período reproductivo de las tortugas marinas, en donde se marcan con plaquitas de metal entre 60 y 140 hembras al año, se liberan de 5.000 a 10.000 tortuguillos, y para lograrlo capacitan tanto a asistentes de investigación como colaboradores locales. Es una actividad que debe mantenerse de 10 a 15 años, ya que el ciclo de vida de las tortugas marinas es muy largo y complejo.
CICTMAR está afiliado a WIDECAST (www.widecast.org), la más importante organización regional de conservación de tortugas marinas.
Entre otras actividades, CICTMAR ejecuta actualmente el Proyecto de Investigación y Conservación de Tortugas Marinas en la Península de Paria y desarrolla la Campaña de Adopción de Nidos y Tortugas Marina para apoyar este proyecto.
Nos relata Hedelvy que CICTMAR cuenta con el programa Tortugas en adopción, mediante el cual las personas pueden hacerse cargo de una tortuga de forma simbólica, es decir, no significa que compra las tortugas para llevarlas de mascotas, sino que contribuye al co-financiamiento del “Proyecto de investigación y conservación de tortugas marinas en la península de Paria”, puesto que las donaciones recibidas nunca alcanzan a cubrir completamente los costos del mismo, a pesar de las reducciones de costos que paulatinamente se han efectuado. “De esta forma no solo será un aliado y colaborador permanente, sino que salvara nidos y hasta hectáreas completas”, comentó.
Las categorías de adopción son:
•Adopción de un nido: recibe una o más de las nidadas depositadas en Cipara y/o Querepare
•Adopción de una tortuga: recibe una o más tortugas hembras que desoven en la temporada de anidación 2012
•Adopción de un vivero: recibe uno de los corrales o “viveros” de las playas de Cipara y Querepare.
Pueden conocer mas visitando www.tortuadopcion.com / www.widecast.org
Twitter: @cictmar
Tortugas marinas en Venezuela
De las siete especies de tortugas que existen hoy en día en Venezuela se encuentran cinco y en Los Roques habitan cuatro de ellas. Las tortugas Laúd (Dermochelys coriacea), Cabezón (Caretta caretta), Carey (Eretmochelys imbricata) y Verde (Chelonia mydas) vienen a anidar y la tortuga Maní (Lepidochelys olivacea) sólo viene a alimentarse.
TORTUGA VERDE
Nombre Científico: Chelonia mydas.
Nombre Común: tortuga blanca, tortuga verde, tortuga de sopa, tortuga franca, green turtle.
La Tortuga Verde es la más grande de las de concha dura, su caparazón puede llegar a medir hasta 120 centímetros de largo. Esta tortuga, que se alimenta de thalassos (pastos marinos), es la única especie herbívora y puede llegar a pesar hasta 230 kilos.
En edad adulta el caparazón de la chelonia mydas varía entre tonos marrones, verde oliva, gris o incluso completamente negro, pero su grasa es de color verde, de ahí su nombre.
Chelonia mydas es la tortuga marina más abundante en el mar Caribe. En Venezuela anida a bajas densidades a lo largo de toda la costa y con mayor frecuencia en Falcón, Sucre, Nueva Esparta, Archipiélago de Los Roques y La Blanquilla.
La tortuga verde es la más depredada por el hombre que la usa como alimento (hasta se le conoce como tortuga de sopa). Es cazada por sus huesos, carne, cuero y calipee (sustancia cartilaginosa). Se encuentra en peligro de extinción.
TORTUGA CAGUAMA
Nombre científico: Caretta carettta.
Nombre común: caguama, cabezón, loggerhead turtle.
El caparazón de la tortuga caguama puede ser hasta de 120 cm y el peso de la tortuga varía entre 65 y 110 kilos. Aunque parecida a la tortuga verde, se distingue fácilmente de ella por el tamaño de su cabeza que puede llegar a medir hasta 30 cm de ancho.
Otras particularidades de la tortuga caguama son sus costumbres solitarias y su dieta: es carnívora y se alimenta principalmente de crustáceos, peces y moluscos.
Esta especie es una de las más distribuidas en los océanos del mundo, aunque se encuentran especialmente en el Mediterráneo y para anidar prefieren climas tropicales, también se han conseguido sus nidos en lugares tan lejanos como Japón, Brasil y California.
Las tortugas caguama también están en peligro de extinción y en su caso es especialmente crítico ya que se ha registrado que una sola tortuga caguama puede trasportar en su caparazón hasta 100 especies de animales y plantas marinas que dependen de ella para sobrevivir.
TORTUGA CAREY
Nombre científico: Eretmochelys imbricata.
Nombre común: Carey, parape, hawksbill turtle.
La tortuga carey habita aguas tropicales poco profundas sobre substratos rocosos o coralinos, por lo general se consigue cerca de arrecifes de coral y sus nidos también suelen estar en playas rodeadas de coral. Posee una distribución amplia a lo largo del trópico, aunque rara vez alcanza densidades poblacionales altas y tiende a anidar solitariamente.
Esta especie es de tamaño mediano (con un caparazón que puede medir hasta 90 cm) y de colores que varían entre el amarillo y el pardo rojizo con manchas oscuras. La tortuga carey tiene un pico filoso en su alargada y estrecha cabeza que utiliza para alimentarse de esponjas marinas, caracoles crustáceos y peces. La carey, que suele pesar unos 80 kilos, anida cinco veces por temporada y deposita entre 120 y 160 huevos cada vez.
La principal amenaza para estas tortugas en peligro de extinción es el hombre que utiliza su caparazón y sus huesos para hacer prendas.
TORTUGA LAÚD
Nombre científico: Dermochelys coriácea.
Nombre común: cardón, tortuga negra, baúla, laúd, leatherback turtle.
La tortuga laúd se caracteriza principalmente por ser la más grande de todas las especies (puede llegar a medir hasta 2 metros y a pesar unos 500 Kg.). Además, no tiene caparazón óseo sino un caparazón liso, flexible y cubierto de piel con pequeñas manchas blancas. La tortuga laúd vive en los océanos del mundo pero solo anida en los trópicos.
Según reportes de la WWF la tasa de mortalidad de las tortugas laúd llega a un elevado 30% y en el Océano Atlántico la cantidad de hembras reproductoras ha decrecido de 90.000 en el año 1982 a apenas 3.000 en la actualidad. Además de ser las de mayor peligro de extinción, las tortugas laúd son las más difíciles de criar en cautiverio porque su dieta consiste de medusas y calamares, lo cual implicaría criar también a estos animales para poder alimentarlas. Afortunadamente las tortugas laúd anidan unas 6 veces por temporada y llegan a poner hasta 90 huevos por nido.
Todos somos responsables de mantener la vida de estos útiles y maravillosos seres que custodian nuestros mares y costas.
La orangután Sandra, el primer animal en la historia en adquirir una personalidad jurídica, llegó a su nuevo hogar en el Centro de Grandes Simios de Florida (EE.UU.) el pasado 5 de noviembre y luego de vivir durante 25 años en el zoológico de Buenos Aires (Argentina), informa la agencia AP.
Ahora, este primate convivirá con 21 orangutanes y 31 chimpancés que han sido rescatados y retirados de circos, espectáculos escénicos y del comercio de mascotas exóticas. Sandra es «muy dulce» y se está adaptando al clima, el medio ambiente y a sus nuevos compañeros, asegura Patti Ragan, directora del santuario animal, quien añade que esto es una «nueva libertad» para ella y está «agradecida» de brindársela.
En 2015, en un proceso judicial histórico en Argentina, la orangután se convirtió en la primera «persona no humana» tras el fallo de la jueza, Elena Liberatori, quien afirmó que este homínido no era legalmente un animal y le otorgó ciertos derechos humanos que obligaban a mejorar sus condiciones de vida.
Con esta decisión, la letrada quería demostrar que estos animales son «seres sensibles» y deben ser respetados y vistos no solo como objetos, sino como sujetos de derecho.
Sandra, de 33 años, nació en cautiverio en Alemania y luego de ser vendida al país suramericano permaneció en el zoológico de Buenos Aires hasta su clausura, en 2016. En septiembre pasado, este ejemplar fue trasladado a EE.UU. y permaneció en cuarentena en el estado de Kansas antes de ser trasladado al actual resguardo en Florida, considerado el único santuario aprobado para simios del continente.
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Fuente: actualidad.rt.com
Sochi, sobre el Mar Negro, la villa vacacional rusa por excelencia desde los tiempos zaristas, volvió al escenario mundial con los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 y aspira a mantenerse en primer plano con una técnica muy original –la delfinoterapia- que podría revolucionar el tratamiento del autismo.
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Sochi, RusiaEl combate contra ese mal, hasta ahora incurable, se inició en octubre del pasado año gracias a un programa financiado por el gobierno local y la Fundación China para Personas Discapacitadas, permitiendo a una decena de niños alojarse en el Delfinario Estrella Roja para recibir atención una vez al día, acompañados del entrenador del animal, un terapista ruso, un entrenador chino, un intérprete y, por supuesto, una pareja de delfines.
Cada sesión dura 25 minutos que incluyen cinco de juegos interactivos, cinco de contacto tactil con los animales -con la frente, las orejas, las espaldas, el cuellos y todo el cuerpo- permitiendo que las ondas sonoras de los animales establezcan un reciclaje interno; otros cinco de ejercicios con piernas y pies, y diez de tratamiento subacuático.
Es un tratamiento que los niños autistas deben recibir no más de dos veces al año, explican, en un reportaje del CHINA DAILY, los especialistas de una técnica no exenta de controversias, ya que no hay evidencia científica suficiente que acredite su eficacia, si bien se descarta que pueda ser dañina; mientras los grupos protectores objetan que los animales se vean forzados a jugar el papel de terapistas además del stress que ya les impone vivir en cautividad.
Y, sin embargo, los familiares de los niños se muestran entusiastas por lo que perciben como progresos en su conducta desde el primer viaje a Sochi, la felicidad con que interactúan con los simpáticos animales y el incremento en su emotividad, traducido en progresos escolares.
El doctor Jia Meixiang, profesor de pediatría en el Sexto Hospital de la Universidad de Beijing y experto en autismo, que acompañó a los pacientes en ambas excursiones, confirma que mejoraron sus comunicaciones sociales gracias a la delfinoterapia, al punto de transferir su atención de los animales a las personas y comenzar a hablar con sus padres.
El nuevo tratamiento no es seguro en un cien por ciento, en modo alguno, y, mientras los especialistas continúan investigando las causas de la patología, la Fundación china acaba de abrir un centro similar en la ciudad de Haikou, provincia de Hainan, cuyas condiciones climáticas se asemejan bastante a las de Sochi, a fin de realizar en el sitio la terapia que resulta, por ahora, extremadamente costosa en el balneario ruso.
Varsovia octubre 2019