REVIVEN LAS FUENTES

 por Gabriel Rumor

Que no es cuento la amenaza de los plásticos a la supervivencia del planeta lo demuestra la movilización general de gobiernos, ONGs e individualidades para frenar la contaminación y revertir sus efectos hasta donde se pueda, echando mano, incluso, a recursos tan antiguos como las fontanas para calmar la sed de los ciudadanos.

Fuente en Barcelona, España

Fuente en Barcelona, España

Y es que resulta bastante lógico plantear algo que los romanos implantaron hace ya 25 siglos, como alternativa al millón de botellas de líquido que utilizamos ¡cada minuto! a escala planetaria y arrojamos después de la manera más alegre, contribuyendo a la degradación de nuestro ecosistema.

Bebedero público en Berlín.

Bebedero público en Berlín.

Según el FINANCIAL TIMES, la decisión del alcalde de Londres, Sadiq Khan, de instalar una veintena de fuentes puede parecer modesta para una ciudad de ocho millones de habitantes, pero en cierta forma retoma el papel pionero de la Metropolitan Drinking Fountain Association, en 1859, del cual queda una muestra en el viaducto de Holborn.

"Nasone" romano

«Nasone» romano

Dos décadas más tarde operaban ya 800 fuentes públicas en la capital británica y New York y París seguían el ejemplo, haciendo de sus siluetas de hierro pintadas de verde un elemento fundamental del panorama urbano, impulsadas por las ligas de buenas costumbres que insistían en ubicarlas en los alrededores de los bares para combatir el alcoholismo en las clases obreras.

Wallace Fountain,París, Francia

Wallace Fountain,París, Francia

Templanza, reclama una de las caras de la fuente en la plaza Tompkins en Nueva York, instalada en 1888, pero ahora el enemigo es el plástico, no el licor, y seguramente la iniciativa del dinámico munícipe londinense se extienda por las demás capitales de un planeta que se asfixia, literalmente, bajo una avalancha de inmundicias.

Caracas, enero 2019