Próximo destino: el Polo Norte

MIRAMUNDO POR GABRIEL RUMOR

En lo que, a primera vista, luce algo absurdo, mientras crece la presión para limitar el flujo turístico por sus efectos nocivos sobre el medio ambiente y los tesoros históricos de la humanidad, han salido a la venta los boletos para volar en un imponente dirigible… nada menos que al Polo Norte, por la bicoca de 79 mil dólares…

Airlander 10

Airlander 10

Se trata, afirma el Financial Times, de una iniciativa que abre las puertas de un horizonte lujoso y elitesco que después se expandirá al espacio exterior e incluso permitirá disfrutar de vacaciones en planetas y asteroides de la vasta cúpula celestial.

Desde 2023 será una experiencia maravillosa, desde luego, pasear en el Airlander 10 de la empresa sueca OceanSky Cruises, suspendidos bajo un gigantesco globo con el helio suficiente para llenar dieciseis piscinas olímpicas, a una altura de trescientos metros en el silencio más hipnótico; el equivalente de volar día y medio en un hotel de cinco estrellas, a una velocidad máxima de 150 kilómetros por hora, desde la localidad escandinava de Svalbard, bajo la guía de Robert Swann, la primera persona que pisara jamás ambos polos.

Libre de jet lag y con menos turbulencias

Libre de jet lag y con menos turbulencias

Y es que cuando está en el tapete la protección ecológica, los empresarios ponen énfasis en que sus aeronaves consumirán la mitad de combustible de un avión convencional y la sexta parte de un helicóptero y que su meta es instalar motores eléctricos que reducirían a cero las emisiones contaminantes

Su Su diseño, continúa el diario británico, representa notables avances respecto de los antiguos en términos de espacio y comodidad y, sobre todo, de seguridad, porque se han reemplazado las estructuras rígidas y la propulsión a hidrógeno que causaron las impresionantes catástrofes de los años 30, por materiales como el mylar, el kevlar y la fibra de vidrio.

Muy lujoso y confortable

Muy lujoso y confortable

Libres de jet-lag y sujetos a turbulencias mucho menos perturbadoras que los vuelos normales, los viajeros podrán entonces disfrutar del panorama durante el vuelo que dura quince horas en cada sentido más una escala de seis horas en el Polo y ya se anuncia una nueva generación, más grande, capaz de transportar hasta 200 pasajeros.

Alta tecnología

Alta tecnología

Otros operadores como Lockheed Martin trabajan en proyectos rivales y planean utilizar estos zepellines, cuyos modelos más rústicos empleó el ejército norteamericano en algún momento para supervisar las montañas de Afganistán, a fin de viajar a lugares más calientes, como los templos faraónicos al sur de Egipto.

Varsovia noviembre 2019