El pueblo de Solheimar en Islandia, ejemplo de Ecología Psicosocial
Miramundo por Gabriel Rumor, corresponsal internacional
Solheimar, Islandia, ejemplo sustentable con mas de 80 años
En Islandia, fue fundado hace 80 años y pionero de la ecología Solheimar, un pueblito autosustentable que exhibe con orgullo su escasa preocupación por los prejuicios porque, como informa el matutino londinense Independent, la mayoría de los habitantes son personas con problemas mentales y sociales.
Muchos voluntarios internacionales aprenden técnicas de reciclado y otros aspectos en talleres. . Cortesia de http://www.dorigislason.com/bio-solheimar-in-iceland/
De ahí el cúmulo de enseñanzas que pueden extraerse de un lugar donde un grupo de gentes que según la sociedad tendrían que vivir bajo dependencia y, sin embargo, se relacionan dentro de la más absoluta libertad y armonía.
Sesselja (Hreindís) Sigmundsdóttir
Sesselja Sigmundsdottir, fallecida en 1974, fue una pedagoga apasionada de la naturaleza, los cultivos orgánicos y la salud de los discapacitados, concibió en 1930 ese “Hogar del Sol” (Solheimar en islandés), como una idílica cooperativa sin barreras, que hoy alberga un centenar de personas, muchas de ellas sin empleo o antiguos reclusos.
Solheimar y sus «casas verdes»
Gentes, algunas, que viven en aislamiento emocional, inmersos en una intensa religiosidad, y poco preocupados del mundo más allá de sus invernaderos o los campos que rodean Solheimar; como Jola, una hippy polaca sexagenaria, de familia acomodada, que llegó con su esposo, de quien se divorció, para cambiar su estilo de vida, liberarse del alcoholismo y recuperar la felicidad.
Jóvenes alemanes participantes en el «Freiwilliges Ökologisches Jahr, 2007, cortesia de http://www.seeds.is/news/51
Son variadas las actividades en Solheimar, como una de las mayores bíogranjas del país, el único vivero forestal orgánico, dos casas de huéspedes que acogen anualmente hasta 30 mil visitantes, una cafetería y media docena de talleres de artesanía en cerámica y madera, tejidos y fabricación de velas y jabones; todas ellas, al igual que la energía solar y eólica que mueve sus instalaciones, dirigidas al objetivo de la autosuficiencia
Uno de los invernaderos está siendo ahora utilizado como el restaurante y el lugar de presentación. Solheimar hoy ofrece toda su producción a lugares fuera de la capital Reykjavik y los suburbios. Cortesia de http://www.dorigislason.com/bio-solheimar-in-iceland/
El gobierno de Reykjavik sigue de cerca la experiencia, estimulado por la atmósfera de tranquilidad que allí se respira y que la fotógrafa húngara Mariann Fersick pronto exhibirá en Londres, donde reside, tras su estadía en aquel remotísimo paraje de esa isla fascinante situada allá, donde el viento se devuelve…
Varsovia septiembre 2013.
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