Delfines vs Autismo

MIRAMUNDO POR GABRIEL RUMOR

MIRAMUNDO POR GABRIEL RUMOR

Sochi, sobre el Mar Negro, la villa vacacional rusa por excelencia desde los tiempos zaristas, volvió al escenario mundial con los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014  y aspira a mantenerse en primer plano con una técnica muy original –la delfinoterapia- que podría revolucionar el tratamiento del autismo.

.Sochi, Rusia

Sochi, RusiaEl combate contra ese mal, hasta ahora incurable, se inició en octubre del pasado año gracias a un programa financiado por el gobierno local y la Fundación China para Personas Discapacitadas, permitiendo a una decena de niños alojarse en el Delfinario Estrella Roja para recibir atención una vez al día, acompañados del entrenador del animal, un terapista ruso, un entrenador chino, un intérprete y, por supuesto, una pareja de delfines.

Cada sesión dura 25 minutos que incluyen cinco de juegos interactivos, cinco de contacto tactil con los animales -con la frente, las orejas, las espaldas, el cuellos y todo el cuerpo- permitiendo que las ondas sonoras de los animales establezcan un reciclaje interno; otros  cinco de ejercicios con piernas y pies, y diez de tratamiento subacuático.

Es un tratamiento que los niños autistas deben recibir no más de dos veces al año, explican, en un reportaje del CHINA DAILY, los especialistas de una técnica no exenta de controversias, ya que no hay evidencia científica suficiente que acredite su eficacia, si bien se descarta que pueda ser dañina; mientras los grupos protectores  objetan que los animales se vean forzados a jugar el papel de terapistas además del stress que ya les impone vivir en cautividad.

Y, sin embargo, los familiares de los niños se muestran entusiastas por lo que perciben como progresos en su conducta desde el primer viaje a Sochi, la felicidad con que interactúan con los simpáticos animales y el incremento en su emotividad, traducido en progresos escolares.

Delfinoterapia

Delfinoterapia

El doctor Jia Meixiang, profesor de pediatría en el Sexto Hospital de la Universidad de Beijing y experto en autismo, que acompañó a los pacientes en ambas excursiones, confirma que mejoraron sus comunicaciones sociales gracias a la delfinoterapia, al punto de transferir su atención de los animales a las personas y comenzar a hablar con sus padres.

El nuevo tratamiento no es seguro en un cien por ciento, en modo alguno, y, mientras los especialistas continúan investigando las causas de la patología, la Fundación china acaba de abrir un centro similar en la ciudad de Haikou, provincia de Hainan, cuyas condiciones climáticas se asemejan bastante a las de Sochi, a fin de realizar en el sitio la terapia que resulta, por ahora, extremadamente costosa en el balneario ruso.

Varsovia octubre 2019