EL LADO NEGATIVO DEL TURISMO
La revista NATURE propone cancelar las vacaciones a escala mundial como contribución a la lucha contra el calentamiento global, porque, según afirma, el turismo se ha expandido de una forma tan explosiva que ya es responsable del ocho por ciento de los gases de efecto invernadero que lanzamos a la atmósfera.
Vale decir, cuatro veces más que las estimaciones precedentes, a partir de una investigación de la Universidad de Sydney, Australia, en 160 países, que considera no sólo las emisiones directas del tránsito aéreo sino las derivadas de la alimentación de los alegres viajantes, el mantenimiento de los hoteles y la industria de los souvenirs.
En total, cada año, unos 4.5 gigatones de dioxido de carbono que, para empeorar las cosas, superararían los 6.5 gigatones al horizonte del 2015, porque el turismo sigue creciendo a medida que la gente mejora su nivel de vida.
Por eso, los Estados Unidos son la fuente principal del problema, por el número de ciudadanos que se trasladan al exterior y del público extranjero que acude a visitar lugares emblemáticos como New York o el Cañón del Colorado, mientras que países emergentes como China, India y Brasil, se incorporan a la tendencia cuando sus ciudadanos más prósperos buscan con afán nuevos y más excitante destinos.
La revista cita cifras de la Organización Mundial del Turismo de la ONU que ubican a los chinos como los trotamundos más entusiastas, casi duplicando con los 258 millardos de dólares los 135 millardos de los estadounidenses en 2017.
De allí que la recomendación de volar menos luzca necia y utópica mientras se acentúa el ansia del público por horizontes cada vez más exóticos
Varsovia mayo 2018
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