¿Qué dirán nuestras mascotas?

MIRAMUNDO por Gabriel Rumor

Tal vez no esté lejano el momento de realizar la fantasía del doctor Dolittle porque, desde Roma, el  matutino La Repubblica informa que un científico de Arizona está en vía de concebir una máquina que traduzca los sonidos que emiten los perros y gatos con quienes compartimos la vida cotidiana.

Constantine Slobodchikoff

Constantine Slobodchikoff

Constantine Slobodchikoff, un profesor de ciencias biológicas en la Northern Arizona University, que ha dedicado treinta años de su vida a estudiar el lenguaje de los animales, fundó en 1993 la sociedad Animal Communications y concentra su interés en los perritos de la pradera, una especie de roedores próxima de la marmota, característica de los desiertos, que se comunican por un código de alta sofisticación, lindante con el lenguaje, para alertarse con datos de sorprendente precisión de los peligros que representan los seres humanos, los coyotes, los halcones y los perros domésticos.

Perros de la pradera

Perros de la pradera

Por Wikipedia, la Biblia moderna, sabemos que el profesor Slobodchikoff nació en China, de padres rusos emigrados que, siendo él muy pequeño, se trasladaron a San Francisco, donde desarrolló su curiosidad por las ciencias biológicas, egresó en 1971 de la Universidad de California, en Berkeley, y se especializó en el centro académico de Arizona, donde ha permanecido como docente mientras trabaja como profesor visitante en la Kenyatta University de Nairobi.

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El doctor Slobodchikoff ha demostrado con un video y rigurosos análisis estadísticos que los animales se comunican entre sí con una vasta gama de recursos olfativos y sonoros e incluso tienen fonemas similares a nuestras palabras,  sea para proteger su territorio o, llegado el momento, procurarse la pareja reproductora.

Foto Gaby Carias

Foto Gaby Carias

Según él, las ballenas, los delfines y los monos disponen de un lenguaje muy sofisticado que es difícil de estudiar, los primeros por el habitat marino y los terceros porque se hallan en permanente desplazamiento, pero los perritos de la pradera son animales lo suficientemente sedentarios para permitir su seguimiento y la codificación de sus mensajes.

Y por eso, el sueño del científico es de armar aparatos más y más finos con la alta tecnología actual, que lleven a conocer el lenguaje de los animales domésticos, y confía que a la vuelta de un decenio estaremos en capacidad de conversar fluidamente con nuestros compañeros cotidianos….

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¡Qué sorpresas podría depararnos, entonces, el conocer las quejas del manso gatico por la indigesta carne enlatada que estaría saturándolo del más venenoso colesterol, o su reclamo para que apaguemos la tele mientras ronronea su siesta en un rincón de la biblioteca!!

Varsovia, junio 2013