Celebremos el natalicio de Emily Dickinson
Para celebrar que el 10 de diciembre será el cumpleaños de la gran poeta norteamericana Emily Dickinson, honramos su memoria y legado con este hermoso poema, donde la naturaleza es fundamental, como en tanto otros que ella escribió.
Esto es todo lo que tengo para traer hoy.
Esto es todo lo que tengo para traer hoy
Esto, y mi corazón al lado
Esto, y mi corazón y todos los campos
Y todos los prados vastos
Seguro, tú cuentas- podría yo olvidar
A alguna que pudiera decir la suma
Esto, y mi corazón, y todas las abejas
Que moran en el trébol
Traducción: Hanni Ossott
It’s all I have to bring today—
This, and my heart beside—
This, and my heart, and all the fields—
And all the meadows wide—
Be sure you count—should I forget
Some one the sum could tell—
This, and my heart, and all the Bees
Which in the Clover dwell.
This poem is in the public domain.
Emily Dickinson.
Emily Dickinson, nació un 10 de diciembre de 1830 en Amherst, Nueva Inglaterra en 1830, donde murió el 15 de mayo de 1886, a la edad de 56 años. Para su tiempo y debido a su posición social, tuvo una educación privilegiada. Leía a Virgilio en latín, tuvo un particular interés por la botánica y por la astronomía, muchos de sus poemas dan cuenta de esto. A los 32 años, la poeta “consultó” sobre sus versos a un editor, (Tomas Higginson) pero este, no logró vislumbrar la poesía de Dickinson, y guardó sus versos por más de 30 años. Sus poemas fueron publicados póstumamente.
Emily Dickinson nunca se casó y su vida privada siempre ha sido un gran misterio. «Cuando era pequeña, tuve un amigo que me enseñó lo que era la inmortalidad, pero se aproximó demasiado a ella y nunca regresó. Poco después murió mi maestro, y durante largos años mi única compañía fue el diccionario. Luego encontré a otro, pero no quería que yo fuese su alumna y se fue de la región». Se tienen pocos datos sobre su vida. Creadora de una lírica personal que trata con una gran sutileza e inmaterialidad, temas como ; el amor, la muerte, la naturaleza, la inmortalidad y el sonido del estanque.
Al final de su vida la poeta se aísla y vive un encierro voluntario. «Soy huésped de mí misma,» decía. Vestía sólo de blanco, observaba a los niños jugar y coleccionaba flores silvestres. Al morir, su hermana Lavinia encontró 40 volúmenes encuadernados a mano, más de 800 poemas nunca publicados ni vistos por nadie. Escribió 1775 poemas que fueron publicados al morir. Emily Dickinson, la más grande poeta de Norteamérica vivió y murió anónimamente. Pero su poesía: misteriosa, profunda, velada y de una lúcida ambigüedad, viajará, como lo hace la buena poesía, más allá de todos los tiempos.
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