Un calendario que tiene diez mil años
MIRAMUNDO por Gabriel Rumor
“Hemos estado tomando fotografías aéreas del paisaje escocés durante casi 40 años, registrando miles de sitios arqueológicos que no han sido detectados desde el suelo. Sería notable pensar que nuestro reconocimiento aéreo pudo haber ayudado a encontrar el lugar en el que el tiempo mismo se inventó. David Cowley
De confirmarse el hallazgo en el norte de Escocia de lo que parece ser un calendario ideado hace la friolera de un centenar de siglos, estaríamos ante el más antiguo sistema para medir el tiempo inventado por el hombre, cinco mil años antes que otro, de la Edad de Bronce en Mesopotamia, que ostentaba hasta ahora el palmarés.
El análisis ha sido realizado por un equipo de especialistas bajo la dirección del profesor Vincent Gaffney, de la Universidad de Birmingham.
El sitio de Warren Field, en las proximidades del castillo de Crathes, en Aberdeenshire había sido excavado ya en 2004 pero los datos se analizaron en detalle apenas en este último semestre, gracias a un software especial que permite la exploración interactiva de la relación entre los doce hoyos, la topografía local y los movimientos de ambos astros.
El Independent londinense destaca la perplejidad de los arqueólogos ante un complejo de cavidades que representarían los meses y las fases lunares mensuales y permitiría la observación del nacimiento de cada año nuevo, de manera que el calendario lunar podría ser recalibrado anualmente para colocarlo en línea con el año solar. Se trata de una sucesión de 50 metros de largo de doce hoyos principales -organizados como un arco con vistas a un ángulo en forma de v por donde el sol emergía en ocasión del año nuevo- que fueron actualizados, quizás decenas e incluso cientos de veces a lo largo de cuatro milenios, aunque es imposible afirmar si originalmente sirvieron para clavar estacas o piedras erectas.
De todos modos, las variaciones en las profundidades apuntan a que el arco tenía un diseño complicado, con cada mes lunar dividido potencialmente en tres semanas de diez días representando las sucesivas fases del satélite, de valor espiritual pero, sobre todo, de inmensa importancia económica para aquellas comunidades de cazadores del Mesolítico, pues les permitía calcular el momento preciso de las migraciones de los salmones y de los animales de cuya carne dependían para la supervivencia.
Igual de importante aún, el equipo del profesor Gaffney sugiere que los shamanes de los tiempos remotos podían aprovechar el calendario para predecir y controlar las estaciones o la conducta del sol y de la luna, con un obvio beneficio político, para apuntalar su influencia sobre aquellas comunidades primitivas.
“La investigación tiene implicaciones para comprender cómo se desarrolló la sociedad mesolítica en términos económicos, sociales y cosmológicos, pues demuestra que fue mucho más sofisticada de lo que previamente se pensaba”, ha afirmado el arqueólogo escocés.
En el proyecto han participado también las universidades de St Andrews, Leicester y Bradford. Para el Dr. Richard Bates, de la Universidad de St Andrews, el descubrimiento proporciona “nuevas evidencias” de principios del Mesolítico en Escocia. “Es el primer ejemplo de una estructura de este tipo y no hay ningún sitio comparable conocido en Gran Bretaña o Europa” añadió.
“Nuestras excavaciones revelaron una visión fascinante de la vida cultural de las personas de hace unos 10.000 años – y ahora este último descubrimiento enriquece aún más nuestro entendimiento de su relación con el tiempo y los cielos.” Dra. Shannon Fraser arqueóloga del NTS (Natural Trust for Scotland)
Varsovia, julio 2013
Leave a Comment