Se hunde la Viuda Clicquot
MIRAMUNDO por Gabriel Rumor, corresponsal internacional
Trescientas botellas de champagne de la prestigiosa casa Veuve Clicquot han sido sumergidas a cuarenta metros de profundidad en el mar Báltico y allí permanecerán durante los próximos treinta años para estudiar su envejecimiento, reporta la Tribune de Geneve.
El mar frente al archipiélago de Aland, Finlandia, es poco salado y limita la corrosión, y ofrece las condiciones ideales de conservación con un agua en torno a los cinco grados en la obscuridad más absoluta; no hay corrientes en ese lugar y la presión a tal profundidad es ligeramente inferior a la de las botellas, evitando así su conexión con el medio ambiente.
Y es allí, en una jaula de acero donde se guardarán 250 botellas de diversas cosechas y 50 magnums, precisamente en el área donde se recuperó hace cuatro años una carga de champagne en los escombros de una goleta hundida a principios del siglo XIX.
Se recuperaron entonces 145 botellas Veuve Cliquot, Heidsieck y Juglar que pudieron subastarse después al comprobar el extraordinario estado de conservación, y ello incitó a la venerable casa francesa a continuar la experiencia, bautizada “Cava en el mar”, que durará al menos tres décadas con participación de enólogos de Reims y Burdeos.
Una cantidad equivalente de botellas ha sido depositada en un sitio tradicional en Reims, para extraer con regularidad muestras que serán comparadas con los stocks marítimos a fin de comparar la evolución de ambas muestras.
Siempre según la Tribune, la productora Drappier realizó ya en 2013 un experimento similar con 600 botellas sumergidas a quince metros en el Océano Atlántico, que fueron sometidas luego a la degustación de profesionales que notaron una diferencia en sentido positivo, con un burbujeo más fino, una bella efervescencia y una mayor complejidad.
Varsovia, agosto 2014.
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