Ríos con identidad electrónica
En China, los 12.299 ríos de la provincia de Gansu, al noroeste del río Amarillo, han sido dotados de identidad electrónica.
Es un código que, según el China Daily, contiene datos básicos de sus nombres, longitudes, orígenes y desembocaduras y, más importante aún, de las autoridades responsables en sus respectivas regiones y las observaciones y quejas de su administración que las colectividades locales plantean on-line, con vistas a un manejo más dinámico y productivo gracias a una supervisión social reforzada.
Ingentes inversiones han contribuido a su modernización, con trenes de alta velocidad y mejoras en sus enclaves turísticos que van elevándose desde el piedemonte del desierto de Gobi hasta los 5.500 metros de las montañas Qilian y el desierto de Taklamakan, donde es posible admirar el Parque del Mercurio Rojo, el Buda gigantesco de Bingling, la duna de arenas cantarinas de Dunhuang y las formaciones rocosas del parque nacional de Yadan.
Una iniciativa que, como es habitual en el coloso asiático, posee un trasfondo geopolítico, porque si bien es relativamente una de sus provincias menos pobladas, alrededor de 3.6 millones de habitantes viven en su capital, Lanzhou, serpentea por la antigua Ruta de la Seda donde concluye la imponente Gran Muralla y pone énfasis en la rica tradición budista que atrae a peregrinos a las cuevas de Mogao y el monasterio de Labrang, el mayor existente fuera del Tibet. Como para desmentir las denuncias sobre la actitud represiva hacia las culturas originarias.
No es, sin embargo, un concepto exclusivo de Beijing, porque desde 2008 funciona en Europa el sistema ECRINS de información geográfica de las hoyas hidrográficas del Viejo Continente, basado en una red de 181,071 “elementos funcionales de captación” con una superficie promedio de 62 kilómetros cuadrados, agrupados en sub-hoyas y distritos ribereños y organizados conforme a los sitios donde los ríos desembocan en el mar.
El mapa, accesible a cualquier institución o ciudadano interesado, localiza lagos, represas, estaciones de monitoreo y plantas de tratamiento de desechos en una superficie de 10 millones de kilómetros cuadrados de la Europa Continental, el Cáucaso y el sistema de los ríos Eufrates y Tigris y puede combinarse con otros dedicados a la población o la agricultura a fin de permitir a las instancias superiores de la UE y a los particulares una mejor planificación de sus recursos.
En el caso chino, nos hallamos con un mecanismo de protección de las cuencas que compensa los esfuerzos conservacionistas de las áreas aguas-arriba para promover la protección ambiental y el desarrollo socioeconómico; igual que sucede con el rio Chishui, el más largo del Continente, que fluye por 400 kilómetros desde el Yunan hasta reunirse con el Yangtze que depende de aquel como pieza clave para la salvaguardia de su riquísima biodiversidad, la industria de licores de Guizhou y el turismo que alborea.
Varsovia, febrero 2022
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