Retos del periodismo a favor del Planeta con Boris Muñoz
Por Marisela Valero @lavalero
Los medios de comunicación pueden y deben desempeñar un papel fundamental en la conciencia ambiental de la sociedad, y sin embargo no conceden al medio ambiente la importancia que este merece. Por su parte, los periodistas ambientales están mejor preparados y tienen cierta conciencia de grupo, pero aún deben enfrentarse a muchas dificultades.
Sonia Fernández Parrat
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Aprovechando que el 27 de junio se celebró el Día del Periodista en Venezuela, vamos a transitar el tema de los medios de comunicación y su cobertura a favor del planeta, teniendo como invitado a mi amigo, el reconocido periodista Boris Muñoz, actualmente radicado en Estados Unidos.
Boris es escritor y editor venezolano-estadounidense. Comenzó su carrera periodística como corresponsal de El Nacional en la ciudad de Nueva York y luego regresó a Venezuela para trabajar en El Mundo y El Nacional. Además, dirigió Exceso, conocido en ese momento como Vanity Fair de Venezuela, así como la revista académica latinoamericana Nueva Sociedad. Durante su tiempo en la Universidad Central de Venezuela, enseñó literatura venezolana y latinoamericana. Boris Muñoz obtuvo un Ph.D. en literatura hispanoamericana de la Universidad de Rutgers en 2003.
Su trabajo ha sido publicado en destacados medios como The New York Times, Newsweek, The New Yorker, Gatopardo, El Malpensante e Internazionale en Estados Unidos, América Latina, Venezuela y Europa. En 2016, fundó y dirigió la sección de opinión en español del The New York Times en Español y fue editor para América Latina en la página de opinión de su contraparte en inglés, donde ejerció una gran influencia en el periodismo y la opinión pública en toda la región.
Es autor y editor de varios libros, incluyendo «La ley de la calle: testimonios de jóvenes protagonistas de la violencia en Caracas», «Despachos del imperio», «Tan iguales, tan diferentes», «Ciudades visibles» y «Más allá de la ciudad letrada: crónicas y espacios urbanos», este último junto con Silvia Spitta.
Entre sus numerosos premios y reconocimientos se encuentran el Premio Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia en 2019, la Beca Nieman de la Universidad de Harvard en 2009 y el Primer Premio Accessit Fernando Lázaro Carreter en Madrid en 1999. Fue nombrado Public Policy Fellow en el Woodrow Wilson International Center for Scholars en 2022.
En primer lugar Boris nos manifiesta la importancia de tener medios de comunicación cada vez más cercanos a la gente, cumpliendo su función de servicio público, donde los contenidos vinculados a desastres naturales, medio ambiente y ecología cobran cada vez más interés, porque en la globalización de la información, todos los acontecimientos son compartidos y padecidos por millones de seres humanos simultáneamente.
Nos habla sobre la necesidad de retomar ciertas ideas de la “Teoría del Caos”, por su vigencia para explicar el comportamiento de los grandes desastres y manifestaciones de fenómenos naturales, que con el llamado “efecto mariposa”, suelen influir en lugares insospechados y de forma inexplicable para el común de la población.
«El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo». Este proverbio chino es el origen, junto a las investigaciones del matemático y meteorólogo Edward Lorenz, de una de las teorías físicas que ha inspirado incluso a la industria cinematográfica: el efecto mariposa. Según este concepto vinculado a la Teoría del Caos, el aleteo de un insecto en Hong Kong puede desatar una tempestad en Nueva York. Pero, en realidad, ¿es factible que el aleteo de una mariposa en Sri-Lanka pueda provocar un huracán en EE.UU?
En un sistema no determinista, pequeños cambios pueden conducir a consecuencias totalmente divergentes. Una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, puede generar un efecto considerable a medio y corto plazo. El movimiento «aparentemente» desordenado de los astros, el desplazamiento del plancton en los mares, el retraso de los aviones, la sincronización de las neuronas; todos son sistemas caóticos o «dinámicos no lineales».
La teoría del caos y el efecto mariposa viene a explicar que algo tan complejo como el universo (un sistema caótico flexible) es impredecible. La teoría del caos explica sistemas como la atmósfera o las condiciones climatológicas que impiden realizar pronósticos del tiempo fiables más allá de tres días y es particularmente útil para abordar el estudio de los fenómenos sociales, difíciles de resolver en términos de relaciones lineales causa-efecto.
Cada vez es científicamente más demostrable que las acciones de millones de personas simultáneamente pueden alterar el curso normal de los ecosistemas a distancias inimaginables, así como la vida de miles de especies que dependen de esos espacios, incluso los fenómenos atmosféricos, en fin, todo lo que se relaciona con la naturaleza y sus procesos en nuestro planeta y el universo que nos rodea.
Aunque lamentablemente temas como la guerra y el terrorismo sean en la actualidad las noticias con mayor audiencia, también es cierto que temas como el cambio climático y desastres naturales vienen aumentando el interés del público dentro de los hechos más noticiosos, justamente por los billones de personas a los que afecta.
Los medios de comunicación pueden y deben aprovechar su potencial para concienciar a la sociedad incrementando la cantidad y calidad de información ambiental que ofrecen, ya que la realidad ha demostrado que determinados problemas, sean ambientales o de otra índole, adquieren relevancia en el momento en que aparecen en los medios.
¿Pero están éstos concediéndoles la importancia y el lugar que merecen? ¿Hasta qué punto puede hablarse de la existencia de un periodismo ambiental?
Un poco de historia.
Aunque la expresión periodismo ambiental empezó a perfilarse, especialmente en EEUU y Europa, en las décadas de 1970 y 1980, desde hace más de tres siglos la prensa ha demostrado tener buenos conocimientos de algunos problemas relacionados con la degradación de la naturaleza, de cómo éstos afectan a la vida cotidiana y a la salud de las personas y de que, al menos en parte, tienen solución. Puede afirmarse, por tanto, que aunque apenas existían periodistas dedicados en exclusiva a ello y ni siquiera se hacía uso de ese nombre, el periodismo ambiental ya estaba ahí.
Cada vez más interés por el tema ambiental.
Como dijimos anteriormente, los últimos años, la opinión pública ha mostrado un creciente interés en materia de Medio Ambiente. La demanda social en temas medioambientales está ahí y no existe partido político, organismo público o empresa que no lo tenga en cuenta. Especialmente todo lo relacionado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Los programas-concurso medioambientales cuentan con una gran aceptación entre el público, así como los documentales y sobre todo, los reportajes sobre especies exóticas y en peligro de extinción son los que parecen resultar más atractivos a los espectadores.
Artistas y personajes famoso también se están sumando a campañas de sensibilización sobre el tema ecológico, como por ejemplo Leonardo Di Caprio, quien lleva una intensa actividad en las redes y ha producido importantes documentales sobre el Cambio Climático y la acción del ser humano comprometiendo el futuro del planeta.
Los temas medioambientales afectan al entorno inmediato de la población, incluso de sus vecinos países y por eso la gente se muestra cada vez más, más sensibilizada con ellos.
Los grandes medios de comunicación, que tradicionalmente no destinaban mucho espacio al Medio Ambiente, han ido ampliando su cobertura. Incluso han comenzado a destinar columnas dedicadas específicamente a los fenómenos meteorológicos propios de cada época del año, como ciclones, nevadas, huracanes o riadas. La buena noticia es que actualmente existen muchas revistas, canales de televisión y portales de Internet especializados, que tratan este tipo de información con rigor y en profundidad.
La agencia EFE, por ejemplo, cuenta con un portal totalmente destinado a esta rama de la comunicación. National Geographic es un medio totalmente dedicado a temas de naturaleza y medio ambiente. Entre muchos otros que han ido sumándose.
Periodismo verde es periodismo de guerra.
Vale tambien advertir que ser un periodista que cubre temas medio ambientales en paises de desarrollo puede ser considerado a nivel de corresponsal de guerra, según los determina el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
La gran mayoría de periodistas ambientales que han sido asesinados trabajaban en Latinoamérica, cubriendo temas de deforestación, caza furtiva, la industria agraria, la contaminación de ríos por la minería o, incluso, la monopolización de tierras para producir aceite de palma, usado en productos como el champú.
Joel Simon, director ejecutivo del CPJ, confirma que los periodistas que cubren temas ambientales en países del hemisferio sur a menudo encuentran obstáculos, como intereses económicos y financieros, luchas de poder, crimen y corrupción. Pasando por Latinoamérica hasta Asia, África y Europa, los reporteros se han visto en graves dificultades por denunciar actividade ilícitas cometidas por empresas multinacionales y otras entidades con mucho poder.
Acercar las noticias al público.
Es un tema muy extenso, que nos llevaría varios capítulos y podcasts desarrollarlo, en todo caso, el punto focal que conversé con mi invitado Boris Muñoz en el podcast tiene que ver con tratar los temas medio ambientales, los avances tecnológicos, las investigaciones de forma más cercana a los ciudadanos, que cada noticia deje un impacto emocional y vivencial en el público, de forma tal que el deshielo de un glaciar no quede solamente en un reporte climático del noticiero, sino que muestre las consecuencias de una familia que ha sufrido los embates de una inundación, educando a la población sobre las consecuencias de nuestras acciones a nivel local y global, que finalmente define lo que comenzamos reseñando acerca del efecto mariposa.
Actualmente existen iniciativas muy interesantes de periodismo ambiental comunitario, una de las más relevantes es «Periodistas por el Planeta», su fundadora y directora Laura Rocha comenta en una entrevista que le hizo Agustina Heb para laboratoriodeperiodismo.org: “Necesitamos involucrar a editores y medios que no tienen los temas ambientales en sus agendas”. Se trata de una organización civil que busca impulsar una nueva narrativa sobre la crisis socioambiental desde una visión de América latina. Uno de sus proyectos más exitosos es Comunidad Planeta, que trabaja con contenidos producidos bajo licencias Creative Commons que ponen a la disposición a los medios para que sean replicados de forma libre.
Nos sentimos cada vez más comprometidos de seguir aportando nuestro grano de arena con Planeta Vital, promoviendo la Ecología Psicosocial y emprendemos el reto de ampliar y mejorar nuestro horizonte cada día a favor del planeta.
Fuente: http://www.ambientum.com/revista/2003_03/medios.htm, ww.nationalgeographic.es
Graaaacias, ciertamente los medios de comunicación ayudan muchiiiiiiiiisimo, en complemento de la educación del hogar y la escuela. He pensado mucho en ti Marisela, en éstos tristes días de depredación. Un gran abrazo de gratitud por el esfuerzo de trabajar por el bien del planeta.