Renace la naturaleza
A los lectores que solicitan e incluso exigen buenas noticias, buscando un segundo aire para lidiar con una cotidianidad que induce más bien al pesimismo, tenemos algunas en la estela de éxitos de la fundación neerlandesa Rewilding Europe -que PLANETA VITAL monitorea desde 2014- salvajizando vastas extensiones desiertas del Viejo Continente y revitalizando ecosistemas que existieron hace diez mil años, con la instalación de leones, rinocerontes y elefantes como los que campearon entonces por esos rumbos.
Su objetivo es proteger los bosques que languidecían por el éxodo de lugareños, creando oportunidades para un turismo ecológicamente sustentable, a salvo de la minería, la industria forestal y la cacería, extrayendo de los animales algo más que carne, cueros y leche, como ha sido tradicional, y haciéndolos protagonistas de la recuperación de ecosistemas al reducir el riesgo de incendios y favorecer la acumulación de carbono.
Se alcanzó ya la meta de un millón de hectáreas, con media docena de acciones vinculadas a los bisontes de los Cárpatos rumanos y el ibex en parques nacionales del Adriático croata, y las planicies próximas a Madrid se han reanimado con buitres negros, aurochs, quebrantahuesos, linces y caballos salvajes, en el marco de una campaña que engloba tres áreas fundamentales de la Península, en cooperación con organizaciones locales.
En Vietnam, la presión internacional de ONGs y medios – PLANETA VITAL entre ellos- forzó a las autoridades a liberar más de un millar de infortunados osos, mantenidos en condiciones de extrema crueldad para extraerles la bilis que constituye elemento básico de la medicina tradicional, y el Gobierno se comprometió a interrumpir definitivamente el comercio en un plazo perentorio.
Y justo en estos días, al parque nacional Iona en Angola han retornado las jirafas que sufrieron en primera línea los efectos de la guerra civil que siguió a la independencia, transportadas desde la vecina Namibia como paso inicial de una reinstalación llamada a ejercer un impacto positivo en los ecosistemas; y una familia de castores ha sido reintroducida en un tributario del rio Wansbeck del condado inglés de Northumberland.
Es la tercera operación en su género en favor de los roedores que alguna vez pulularon en los ríos británicos antes de ser exterminados por su piel, carne y glándulas odorantes, para generar un genuino cambio en el ambiente, creando represas y estanques que se transformarán eventualmente en terrenos húmedos rebosantes de vida, en un apoyo muy bienvenido contra la crisis climática.
Devolver los predadores a su hábitat natural es un riesgo necesario, afirma mientras tanto el profesor Seth Thomas, de la Universidad de Oxford, porque los grandes carnívoros son fundamentales para balancear los ecosistemas, como en el parque Yellowstone donde los zorros grises mantienen la población de venados en un nivel saludable, frenando la deforestación y estimulando plantas boscosas que permiten la expansión de otras especies; como el castor, precisamente.
Es, sin embargo, un proceso costoso y controversial que en ocasiones se revierte contra la fauna local, pero los avances tecnológicos han mejorado los controles, como constató el profesor Thomas con un estudio a escala global entre 2007 y 2021.
El porcentaje de reinserciones fallidas sigue siendo elevado y constituye la prioridad en el proceso que contempla medidas para frenar la urbanización y el cambio climático e incrementar el respaldo de las comunidades locales, sin las que cualquier experiencia está desde el principio condenada al fracaso.
Varsovia, julio de 2023
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