Rebecca Blackwell: Las emociones colectivas transforman al planeta

16 abril, 2020

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Planeta Vital se transmite por el Circuito Unión Radio y el Canal 980 de Directv, sábado a las 7:30 pm y domingo a las 5:30 pm.

Nuestra invitada Rebecca Blackwell es egresada de la escuela de Idiomas Modernos de la Universidad Central de Venezuela, estudió escultura en el Ontario College of Art and Design, Canadá. Autora del libro: Centro de Rehabilitación para Mujeres Perfectas.  Reside en Tampa, Florida, Estados Unidos, actualmente está cursando el Doctorado de Sociología y es profesora del curso titulado Emociones en la Sociedad, de la Universidad del Sur de Florida, bajo la tutoría de la destacada académica Donileen Loseke.

Blackwell estudia procesos por los cuales se forman o construyen emociones colectivas que impactan la estructura social. Más específicamente, sus investigaciones se enfocan en estudiar la influencia que pueden tener las transformaciones simbólicas de la experiencia social humana en los procesos de construcción de políticas públicas.  Investiga las formas cómo grandes grupos llegan a sentir una misma emoción como la rabia, la tristeza o la alegría por las mismas razones. La importancia de estudiar las emociones colectivas radica en que dichas emociones influyen en la organización social en general.

Conversamos sobre las épocas y sus emociones representativas, para poder entenderlas y saber cuáles son los valores colectivos que las movilizan y por qué surgen los cambios de paradigma, cuando las masas también cambian su forma de sentir y por ende de actuar ante los acontecimientos que afrontan.

Uno de los autores que más ha trabajado este tema, nos dice Rebecca, es Dominique Moïsi, autor del libro La Geopolítica de las Emociones: Como las Culturas del Miedo, la Humillacion y la Esperanza están Reconfirmando el Mundo. Vamos a tomar algunas ideas de un artículo escrito por Santiago Álvarez de Mon, donde expresa que la  tesis central del autor es que, para entender un mundo complejo y globalizado es preciso comprender las emociones de sus ciudadanos, analizar sus aspiraciones y frustraciones más íntimas.

Cuanto más caótico es el mundo, más importante deviene el concepto de identidad. Quién soy, qué idea tengo de mí mismo, es una incógnita vital que influye en el desarrollo de las civilizaciones.

Cuando las fronteras emocionales pesan tanto como las geográficas y políticas, el conocimiento del otro y de uno mismo resulta un factor decisivo. Moïsi se centra en 3 emociones, miedo, esperanza y humillación. ¿Por qué estas 3 y no otras?. Por su estrecha conexión con la noción de confianza, crítica a la hora de afrontar el futuro y relacionarse civilizadamente con los demás. El miedo revela ausencia de confianza, la esperanza es una expresión de la misma y la humillación es la confianza herida de aquéllos que han perdido la esperanza en un futuro mejor.

Y justamente en el caso de la ecología y nuestra relación con el medio ambiente, hablamos del miedo como una emoción muy movilizadora del colectivo, poniendo como ejemplo una idea que nos diera hace un tiempo en el programa Gaby Carías, cuando habló de nuestra época como la «generación tiburón», porque crecimos viendo películas como esa, cuya música y  temática nos inducía a sentir terror por las criaturas del mar, con aquel inmenso escualo que engullía todo a su paso y nos comportamos entonces como seres depredadores a ultranza, que hemos acabado con un inmenso número de especies.

En comparación, ahora nuestros niños y jóvenes han venido creciendo como una «generación Discovery», viendo documentales sobre la naturaleza, comprendiendo la relación interdependiente del ser humano con los animales, la importancia de la ecología. Es así como han surgido liderazgos juveniles emergentes, que ponen el acento en mejorar esa huella tan depredadora, hacia pasos más conscientes de la necesidad de tener un planeta sustentable, de lo cual no sabemos si tendremos el tiempo y la emoción colectiva suficientemente positiva para lograrlo.

Nos comenta Rebecca, que este autor está interesado en ver cómo los eventos históricos cambian las maneras de sentir de países enteros y en consecuencia generan cambios en las relaciones internacionales Es un reconocimiento del valor que tiene estudiar la emociones como un factor determinante en las decisiones prácticas, no solo de los individuos, sino también de los grupos grandes.

Su tutora del post grado, la profesora Donileen Loseke actualmente trabaja en preguntas sobre producciones narrativas de la realidad, con especial atención a las relaciones entre narrativa, emoción y persuasión política. Ella opina que los guiones de las series, sus personajes, sus tramas y contextos se convierten en referencias abstractas de la vida moderna. Esas referencias, son interpretadas, adoptadas y emocionalmente incorporadas al sistema emocional individual de cada quien, que sirve para evaluar moralmente a la experiencia vivida.

Asi mismo,  Dominique Moïsi dice, en la era de la globalización, las series de televisión se han convertido en un referente cultural (si no el único) imprescindible para analizar «las emociones del mundo».

En la actualidad, las series se han convertido en el equivalente de lo que fueron los folletines en el siglo XIX, un elemento esencial de la cultura. Y sus guionistas –los mejores– son comparables con los grandes novelistas del pasado como Balzac, Flaubert y Dickens. “No se conforman con analizar fríamente la realidad: la perciben y la adivinan, gracias al poder de su intuición y al coraje y lucidez de su imaginación. De hecho, estos guionistas se han convertido en los mejores analistas de las sociedades y del mundo actual, por no decir en los futurólogos más fiables”.

Si quieren comunicarse con Rebecca Blackwell para conocer más sobre el tema escriban a su correo rblackwell@mail.usf.edu