Paso 8 de la Ecología Psicosocial
Tengamos siempre presente esta «Regla de Oro» de la Carta de la Tierra en su Preámbulo:
«La protección de la vitalidad, la diversidad y la belleza de la Tierra es un deber sagrado».
Por Marisela Valero @lavalero
Es esencial que en toda acción e intención, sin importar el fin o el medio, tratemos a todos los seres vivos con el respeto que les corresponde por su dignidad y valor.
Estamos conscientes que como seres humanos tenemos dignidad y valores inherentes, pero en el caso de la flora y la fauna ¿qué ocurre?
Muchos ecologistas, investigadores y activistas ambientales han venido haciendo presión y ofreciendo argumentos muy válidos, para tomar los derechos de la naturaleza como un punto ineludible de nuestra actuación como seres humanos. Los ODS – Objetivos de Desarrollo Sostenibles– son el mejor ejemplo de esta preocupación ambiental.
Desde el punto de vista de su utilidad para la especie humana, debemos admitir que si ellos no existieran o desaparecieran no hay la menor duda de que el género humano desaparecería en un breve lapso de tiempo.
Los seres vivos no humanos proporcionan casi todos los recursos que requierimos para mantener nuestra existencia: alimentos animales y vegetales, cuya variedad ha permitido mejorar su nutrición a medida que la ha ido entendiendo y que, en todo caso, desde Planeta Vital promovemos disminuir o acabar con la ingesta de animales. Los vegetales proveen fibras para la fabricación de prendas de vestir, que nos protegen de las variaciones del clima y evitan nuestra vulnerabilidad, cabe resaltar que éstos también han venido sustituyéndose con éxito por el aprovechamiento de desechos sólidos, especialmente plástico, dentro de la llamada Economía Circular.
El mundo animal, vegetal e incluso el mineral también nos provee de materiales para construcción de refugios o viviendas, los cuales nos protegen de las variaciones intensas de factores ambientales como la temperatura, el viento, desastres naturales, entre otros. La innovación en este campo está demostrando el reciclaje y el tratamiento de desechos sólidos, para obtener nuevas opciones en materiales de construcción y muebles, para la mejor conservación de la naturaleza.
Es importante que sepamos nuestro rol como especie en la conformación del planeta, no somos los dueños, en todo caso somos los beneficiarios de su magnificencia, pero solo en la actualidad nos hemos vuelto conscientes del daño que le hemos estado haciendo a la naturaleza y que se está sintiendo por el cambio climático ️ o la pandemia , por ejemplo, que, además, nos afecta a todos, especialmente a los menos favorecidos y en especial, a quienes vendrán en un futuro, si no cambiamos nuestro modo de vivir.
Nos toca seguir profundizando sobre esta realidad, que por norma moral y no por obligación tratemos de forma digna a los animales y la vegetación, porque son nuestros compañeros vitales y sin duda tienen un impacto relevante en nuestras vidas.
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