Nosotras-nuestras manos, emprendimiento sustentable de mujeres indígenas
En el programa vamos a conversar acerca de la labor que viene desarrollando la Fundación Tierra Viva, con mujeres artesanas provenientes de varias comunidades indígenas de Venezuela, a quienes han venido apoyando para mejorar su técnica ancestral, incorporando nuevos elementos y materiales, que les posibilite la comercialización de sus productos, para propiciar su autosostenibilidad.
El 26 de junio se inauguró una bella exposición, llamada “Nosotras-nuestras manos”, en la Casona Vieja de la Hacienda La Trinidad Parque Cultural, ubicada en la Urbanización Sorocaima, que culminará el domingo 24 de julio. Los invitamos a asistir y adquirir sus hermosos productos.
Planeta Vital se transmite por el Circuito Unión Radio, www.unionradio.net, sábado 9;30 pm y domingo 10:30 am.
Fundación Tierra Viva es una organización privada y sin fines de lucro que promueve y ejecuta desde 1994 proyectos socio-ambientales bajo el modelo de desarrollo sustentable. Estos proyectos atienden distintos aspectos vinculados con la calidad de vida, incluyendo de organización comunitaria, educativos, de salud, culturales, ambientales, productivos, de conservación, etc. La ejecución considera como eje fundamental el fortalecimiento de la organización comunitaria a fin de promover el empoderamiento de las comunidades y sus instituciones. Sus proyectos involucran a distintos tipos de comunidades, y en oportunidades brindan apoyo a procesos productivos agrícolas y artesanales, incluyendo la asistencia en procesos de comercialización y mercadeo.
Araselis Calderón, de la etnia Warao, ubicada en el Delta del Orinoco, comienza explicando que el proyecto Mujer Indígena Emprendedora tiene como objetivo promover un saber cultural ancestral, como es el tejido para las mujeres indígenas, para convertirse en un emprendimiento económico capaz de generar ingresos para ellas y su familia y de esta manera mejorar su calidad de vida.
Nos cuenta que en diferentes talleres ofrecidos por el Proyecto de la Fundación Tierra Viva, con el apoyo de la Unión Europea y otros patrocinantes, han aprendido a perfeccionar el acabado de sus piezas transformándolas en producto de exportación, también han incorporado nuevos materiales, como por ejemplo la bora, que al combinarlas con la palma de moriche, que en warao se dice orijú y es el árbol sagrado para ellos, genera una combinación de colores y formas muy interesantes. Así mismo junto al moriche y la bora, suman las bolsas plásticas al tejido para reutilizarlas y evitar que sigan contaminando el Delta.
Conversamos también con Gisela Ipuana, de la etnia Wayúu, gente de sol y viento, la población indígena mas numerosa del país. que habitan en su mayoría en la península de la Guajira, en el Estado Zulia.
La sociedad Wayúu presenta una estructura matrilineal y cada clan cuenta con su propio territorio y animal totémico que los simboliza e identifica. La mujer tiene un papel relevante tanto en la sociedad como en la familia y es la conductora y organizadora del clan.
Gisela nos dice con orgullo que el tejido parte de su tradición ancestral, transmitida de generación en generación, y que gracias al entrenamiento recibido se ha convertido en una emprendedora exitosa, logrando estudiar en la universidad, levantar a su familia y actualmente apoya a otras mujeres para alcanzar sus propios logros.
Luego intervino Luz María García, la mas joven de las tres, proveniente de la etnia Ye’kwana, de navegantes originarios de las cabeceras de los ríos Ventuari, Caura y Dhawaadeejudi en el pueblo de Kamaaso. Habitan los estados Bolívar y Amazonas, en pleno Escudo Guayanés.
Cesta wuwa
En la entrada a la exposición se pueden observar los objetos mas representativos de su herencia indígena, son piezas utilitarias que ellas han recibido de manos de sus antepasados, como puede ser la cesta wuwa, llamada en los cantos sagrados amunkayedono (la que cuelga de la espalda), diseñada de tal forma que permite distribuir las cargas equitativamente, leñas, pescado, enseres, entre el cinto de corteza que cuelga de la cabeza y la cesta contorneada que descansa sobre su espalda. Esa cesta que está en la exposición fue el legado de su bisabuela a Luz María.
Luz María enfatizó en que todo lo que ellos hacen como comunidad viene impregnado de un gran respeto por la naturaleza, por sus tradiciones originarias, su amor por el trabajo comunitario.
Finalmente nos habla sobre uno de los proyectos mas importantes de su vida y de su esposo, como es la fundación de la Universidad Indígena de Venezuela, en Tauca, estado Bolívar, junto a un grupo de jóvenes voluntarios indígenas y el recientemente fallecido padre jesuita José María Korta, uno de sus mayores impulsadores.
La Universidad Indígena de Venezuela es un centro educativo nacido en el año 2000 con el acompañamiento de la Causa Amerindia Kiwxi. Actualmente tiene estudiantes de 14 etnias distintas (Pumé, Warao, Ye’kwana, Pemón, E’ñepá, Piaroa, Shiriyana, Wako, Cuiba, Jivi y Yukpa, entre otras), y también también han pasado representantes de las etnias Sánema y Kariña. En este tiempo de trabajo ha ido conquistando mayor reconocimiento institucional hasta llegar ayer al decreto emanado por el Ministerio del poder popular para la educación universitaria que la reinauguró como «Universidad Nacional Experimental Indígena del Tauca», en paralelo a otra fundada en el estado Amazonas.
Más información sobre la Fundación Tierra Viva por los teléfonos (0212) 576 6242 y 576 1927. Web http://www.tierraviva.org/
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