Luz verde para los animales
La operación montada en el estado de Washington, USA, para dotar a los jaguares montañeses de pasos por donde evadir a los automóviles que transitan a velocidades de vértigo sus carreteras, recuerda a PLANETA VITAL la inauguración, en 2004 en la comuna de Jussy, próxima a Ginebra, de una zoo-autopista para que la fauna regional pudiese atravesar sin riesgos un rumbo no menos azariento.
Era el fruto de un proyecto transfronterizo de corredores biológicos que permite movilizarse a ciervos, liebres, aves y ranas y, de ñapa, enriquece el espacio que sirve de pulmón verde y sitio de recreación a los habitantes de la gran metrópoli suiza.
Ahora, en el Proyecto Olímpico Jaguar, el trabajo conjunto de varias tribus, un experto en felinos y el Departamento de Transporte estatal permitirá a los animales cruzar felizmente la autopista por donde circulan cien mil vehículos cada día, mediante un sistema de ecoductos que va afianzándose en el mundo entero.
Suecia anuncia la construcción de una red de renoductos a partir de la experiencia del paso sobre la carretera E6 en el sur del país, mientras en California comenzarán en breve los trabajos del más largo de los puentes para los leones que habitan las montañas al norte de Los Angeles y la Administración Biden ha reservado 350 millones de dólares del colosal plan de infraestructura al mismo objetivo proteccionista para atenuar el problema de las colisiones con animales.
Una expresión, desde luego, de respeto por nuestros compañeros planetarios pero, también de frío cálculo porque en algunos casos se ahorraría hasta el 90% de los daños que significan para la economía los accidentes viales.
Los Países Bajos se movilizan para proteger a sus lobos y sendos puentes permiten a los bisontes cruzar el Mississippi y a los alces transitar con su paso melancólico por Carolina del Norte, y la tendencia no es exclusiva de los países desarrollados, porque existe ya un paso subterráneo para elefantes en el monte Kenya y conexiones aéreas han llegado en la remota isla de Java en auxilio de los papagayos.
El GUARDIAN londinense registra además la ruta de 130 kilómetros entre Naples y Fort Lauderdale a través de los Everglades, asiento de miles de cocodrilos, venados y la pantera de Florida y la Gran Ruta Alpina en los Alpes Victorianos al sudeste australiano en favor de las zarigüeyas pigmeas, amenazadas por incendios, desnutrición y especies invasoras.
A su vez, la India ha desplegado un cruce de nueve canales en la reserva de Pench, en la extensísima autopista nacional número 44 que cruza el país, en acatamiento del triunfo en los tribunales de sectores ambientalistas, para solaz no sólo de los hermosos tigres que caían víctimas del tránsito sino de perros salvajes, perezosos, armadillos y leopardos.
Y, finalmente, también se protege a los 700 elefantes asiáticos que sobreviven en las selvas de Butan, en el flanco oriental de los Himalayas, y en la costa caribeña de Costa Rica son cada vez más comunes los puentes entre las canopias de los bosques, a un costo superior a los 200 millones de dólares, para impedir las muertes de perezosos, monos y otras especies causadas por las líneas eléctricas.
Varsovia, enero 2022
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