La Agroecología y la Stevia una combinación vital para la salud
Nuestra invitada al programa de radio en esta ocasión es Rosa Mary Hernández, bióloga de la Universidad Central de Venezuela, trabaja en el Instituto de Estudios Científicos y Tecnológicos, también es profesora del Postgrado de Ecología y Ciencias del Suelo en la U.C.V.
Recuerden que Planeta Vital se transmite por el Circuito Unión Radio, www.unionrado.net, por el canal 980 de Directv. Los sábados a las 9:30 pm y los domingos a las 10:30 am y a la 5:30 pm.
En la conversación con Rosa Mary nos enteramos de muchos detalles interesantes sobre los cultivos ecológicos, la Agroecología es una disciplina que está orientada a la producción sana de alimentos, basada en un diseño de siembra adecuado, megadiverso y megafuncional del sistema de cultivo, ya sea en una granja, en un patio productivo, una finca, en un huerto escolar o de la casa.
Es importante recordar que el sistema que mas se usa es el mono cultivo, es decir, se toma un terreno muy amplio y allí se siembra y cultiva un solo tipo de alimento, por ejemplo maíz, caraotas, lo vemos en los campos parcelados, en los que los campesinos y productores agricolas van depredando los terrenos y al recoger la cosecha incluso queman el lugar para hacer una supuesta limpieza, que termina afectando negativamente los suelos y el aire.
Este diseño ecológico busca que el sistema de cultivo funcione de forma similar a como lo hacen los ecosistemas naturales, donde hay una gran diversidad de especies conviviendo juntas y donde existe un equilibrio entre la energía y los nutrientes que entran en forma natural y los que salen del sistema, sin añadirle insumos tóxicos como herbicidas, plaguicidas y fertilizantes sintéticos (agrotóxicos), tal y como se hace en la agricultura convencional.
Nos comenta Rosa Mary que esta forma de producir involucra a todos los actores que intervienen en el sistema de cultivo: los productores, los campesinos, los consumidores y los comercializadores. Así, todos somos igualmente responsables en que usemos los recursos naturales, como el suelo y el agua, para la producción de alimentos en forma sana, cuidando el ambiente y manteniendo su calidad, de manera que estos recursos sean usados por nosotros y por las generaciones futuras en las mismas condiciones de salud. A esto se le llama sustentabilidad, y la agroecología permite producir alimento en forma sustentable.
En el caso de la agroecología también significa un cambio de ética en nosotros, relacionado con el cómo queremos llevar nuestra vida y nuestra relación con la naturaleza y el planeta. Por eso, a veces creemos que estamos haciendo agroecología, porque usamos insumos naturales como abonos orgánicos (vermicompost o humus líquido) o productos biológicos (biofertilizantes o biocontroladores), pero si seguimos con el mismo pensamiento de siembra que se usa en la agricultura convencional; de producir más a costa de agregar lo que sea, y olvidamos que no por más que añadamos un producto al suelo, aunque sea natural o biológico, vamos a tener una mayor producción, entonces no estamos haciendo nada. Bajo este principio causamos igualmente desequilibrios en el suelo y el agua, con similares consecuencias en el ambiente a como ocurre con los agrotóxicos sintéticos. Por eso, es vital que seamos conscientes de mantener un equilibrio, no solo en lo que consumimos y en cómo actuamos, sino también en la forma que cultivamos y cuidamos el ambiente, ya sea en el campo o en nuestros patios.
La Stevia rebaudiana un cultivo de moda, con importantes usos alimentarios y medicinales
Rosa Mary Hernández se ha dedicado especialmente a desarrollar investigaciones sobre el cultivo de una especie llamada Stevia rebaudiana, un endulzante natural que sustituye perfectamente el azúcar refinada, considerada dañina para la salud.
Por sus propiedades alimentarias y medicinales, la Stevia rebaudiana está usándose cada vez más en nuestra dieta diaria, ya sea en forma natural o refinada. Su poder endulzante está basado en la presencia de unos carbohidratos llamados esteviósidos y rebaudiósidos. De allí viene su nombre.
Esta planta es oriunda del Paraguay pero se ha ido diseminando en otros países, gracias al interés generado en la sociedad por sus bondades medicinales y por ser una alternativa al azúcar.
La Stevia requiere de más de ocho horas de luz y de mucha agua para que pueda desarrollar hojas de buena calidad y no florezca tempranamente. Una vez que la planta florece, cosa que puede ocurrir cada tres o cuatro meses, las hojas pierden su calidad nutritiva.
La Stevia también necesita que el suelo donde crece sea bien drenado, porque las raíces no toleran exceso de agua. Puede durar con tres o cuatro podas al año, hasta un aproximado de nueve años en promedio. Ella tiene la potencialidad de reproducirse sexualmente por semillas, pero también vegetativamente por esquejes. Esto hace que de una buena planta madre, puedas sacar muchos esquejes iguales y sembrarlos nuevamente, los cuales bajo condiciones de luz y agua adecuadas, crecerán formando nuevas plantas de Stevia igual a la planta madre.
Los esquejes no son otra cosa sino pedacitos de ramas con dos a cuatro entrenudos con hojas en cada nudo, cortados de la parte final de las ramas de la planta (porciones apicales). Ellos se ponen en un sustrato y desarrollan raíces y se forman unas plantitas igual que la planta madre. Por eso, si tienes una planta de Stevia en una maceta en el jardín o balcón de tu casa, cuídala porque de allí puedes sacar muchos esquejes que formarán plantitas que podrás nuevamente usar o regalar a algún amigo.
La puedes plantar en una maceta o en bolsa con un sustrato que tiene una mezcla de suelo: arena: abono orgánico de 2:2:1. Después de 45 días, la plantita ya puede quedar en la maceta o pasarla a un cantero preparado en el jardín o en el campo. Aproximadamente a los tres meses o antes que florezca, le cortas las hojas, las puedes secar en un deshidratador solar, o en un cuarto de secado o sencillamente al sol.
Luego puedes moler las hojas o añadirlas directamente a los jugos, infusiones, café, hacer tortas, quesillo y cualquier alimento que necesite dulzor. El asunto es probar y degustar los alimentos preparados con Stevia hasta conseguirle su toque.
Tener Stevia en casa es una forma de cuidar tu salud, generar una nueva entrada económica o simplemente cuidar una hermosa planta a través de un proceso muy interesante como es la propagación vegetativa de esta planta tan codiciada en muchos países.
Si practicas el cultivo agroecológico de Stevia rebaudiana puedes sembrarla con otras especies de plantas en asociación. La idea es fomentar la biodiversidad en el sistema de cultivo. Así, puedes cultivarla con caraota, frijol u otra leguminosa, que permite obtener alimentos proteicos en sus granos, pero que también alimentan el suelo y en consecuencia a la Stevia, porque le da nutrientes vitales como el nitrógeno. Las leguminosas mencionadas tienen la capacidad de captar directamente de la atmósfera el nitrógeno y pasarlo al suelo, pudiendo absorberlo la Stevia que crece junto a estas plantas asociadas.
Por otra parte, también se puede asociar con pimentón, plantas como brócoli, coliflor y otras especies aromáticas (romero, salvia, entre otras) que funcionan como repelentes de insectos no beneficiosos para el cultivo de Stevia. Son barreras vivas protectoras del cultivo. Para abonar la planta se usa vermicompost en la base del tallo, añadido después de cada poda de esquejes. Igualmente, en ese momento del corte se aplica un controlador biológico, como Bauweria o Trichoderma, de los patógenos de la planta de Stevia.
Si quieres conocer mas sobre la agroecología y la estevia escriban a Rosa Mary Hernández al correo electrónico rodama33@yahoo.com.mx
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