LA GEOPOLITICA SE CALIENTA
Que no es demasiado tarde para actuar ni aceptable refugiarse en el derrotismo ante los desafíos del calentamiento global generado por la competencia internacional por los recursos naturales, es la conclusión del libro más reciente de Jean-Michel Valantin, Géopolitique d’une planète déréglée, le choc de l´Anthropocene.
Por el contrario, afirma, comienzan a emerger síntomas que eventualmente pudieran hacer de éste el “siglo de la gran cooperación estratégica” entre los Estados, las sociedades, las empresas, los poderes públicos y los actores privados, a fin de superar la amenaza climática.
LE FIGARO parisino ha entrevistado al autor, especialista en geopolítica y estudios estratégicos que previamente había publicado Hollywood, Washington et le Pentagone, Ecologie et Gouvernance Mondiale y Guerre et Nature, para quien la era geológica contemporánea está determinada en amplia medida por el hecho de que la humanidad ha devenido la principal fuerza geofísica sobre la Tierra, capaz de transformar veloz y profundamente la atmósfera, los océanos, los suelos Y la biodiversidad, a partir de las cuales se desarrollaron en la historia las sociedades humanas.
Todo, según él, habría comenzado con la Revolución Industrial entre los siglos 18 y 19 y presenta la paradoja de que la nueva era geológica que emerge de la alteración de las condiciones planetarias por las formas de desarrollo industrial, agrícola, urbano, infraestructural y energético de la humanidad, pone en peligro ese mismo desarrollo.
Valantin opina que las crisis en cadena del clima, la acidificación de los océanos, del agua y de la biodiversidad se deben en gran medida a las formas de desarrollo adoptadas en los últimos dos siglos, y es posible constatar que en la base de perturbaciones políticas como las recientes “Primaveras Arabes” estuvieron alzas brutales del precio de los cereales, debidas a la multiplicación de sequías e inundaciones en los grandes centros mundiales de producción, en 2006, 2008 y 2010, con la canícula que azotó las cosechas rusas y ucranianas.
Los Estados Unidos serían particularmente vulnerables al cambio climático que su errático presidente se empeña en ignorar. Por su geografía, como lo prueba la devastación dejada en este siglo por huracanes, incendios y tsunamis, y con una elevada carga política por la extrema dependencia de una economía basada en el transporte vis a vis los hidrocarburos.
Replantearse el modelo de desarrollo es políticamente muy delicado y, explica Valantin, está creando fortísimas tensiones internas entre las autoridades federales y los estados y ciudades deseosos de contribuir a la instrumentación de los Acuerdos de París.
Mientras tanto, la China exhibe un gran voluntarismo para incrementar el uso de renovables como remedio a sus emisiones de gas, e igual ocurre en la Unión Europea y numerosos países que asumen el reto de la transición energética.
Otro de los temas que atrae su atención es el vínculo del deshielo ártico, que se calienta de dos a cuatro veces más rápido que el resto del globo, con el retorno de la potencia rusa al tablero internacional, con un inmenso programa de renovación marítima a lo largo de la costa siberiana, entre el Estrecho de Béring y Noruega, para convertirlo en la vía comercial entre Asia, la Europa del Norte y el Atlántico.
Y como nuevas reservas de gas y petróleo devienen accesibles, en tierra firma y costa-afuera, se instalan nuevas plataformas de explotación como en la península de Yamal, que mira hacia los mercados asiáticos, con la conexión entre los grandes puertos con los ferrocarriles transiberiano y transmongol y una mayor integración comercial entre Rusia y el gigante Chino.
Son variaciones que impactarán, afirma Valantin, las migraciones humanas y hay que esperar un boom de refugiados por razones climáticas, que podrían sumar de 250 millones a más de 1.5 millardos, por la sinergia con sistemas agrícolas frágiles y el ciclo de las aguas del que dependen poblaciones enteras.
La tragedia actual en Siria es, concluye, un ejemplo indiscutible del fenómeno porque en el origen del conflicto hubo una tremenda sequía entre 2006 y 2011 que dislocó el mundo rural, obligó al éxodo hacia ciudades que no estaban preparadas para acoger tal volumen humano y generó terribles tensiones sociales que influyeron en la desestabilización política, el extremismo y la guerra civil que no tiene visos de concluir.
Fue una situación que se complicó porque en los años precedentes el gobierno había estimulado la agricultura algodonera, gran consumidora de riego, para revitalizar su comercio exterior.
Y es así, según el politólogo francés, como el caso sirio muestra palpablemente que el cambio climático incrementa las vulnerabilidades materias, sociales y políticas de los países y, en definitiva, del planeta en su conjunto.
Caracas, mayo 2018.
Leave a Comment