KENYA SE GEOTERMALIZA
por Gabriel Rumor
KenGen Olkaria, a 70 kilómetros de Nairobi, será la primera estación geotermal en Africa, aprovechando la energía subterránea que los guerreros Massai han utilizado de manera empírica, desde el alba de los tiempos, para calentarse en las gélidas noches del invierno kenyano.
En 2015, los vapores naturales del parque nacional de Hell´s Gate que bordea las riberas del lago Naivasha, en la Falla del Africa Oriental que se extiende por Tanzania, Uganda y Etiopía, generaron 630 megavatios; casi la mitad de la electricidad de un país que requiere energía, dramáticamente, porque sus 44 millones de personas se duplicarán a mediados del siglo.
Sólo el 40% de ellos disponen de electricidad y, no obstante, superan al resto del Continente – que aloja el 16% de la población mundial y consume apenas el 3.3% de la producción global pero sólo el 25% disfruta del servicio- y, por eso, la generación de energía mediante los vapores del subsuelo será crucial para su desarrollo.
El pasado año, la demanda eléctrica excedió por primera vez los 1.600 megavatios, que no serían difíciles de proveer en condiciones ideales, porque el país tiene un potencial superior a los 10 mil megavatios, pero habría que superar la escasez de financiamiento y de capacidad técnica, una gerencia deficiente y la corrupción que en Kenya como en la generalidad del mundo en desarrollo encarece los proyectos.
A fines de los años 70, Kenya fue el primer país africano en apostar a la energía geotérmica –informa el INDEPENDENT londinense- gracias básicamente al financiamiento del Banco Mundial y el PNUD, que, sin embargo, hicieron mutis veinte años después en vista de la inestabilidad política y retornaron a principios del milenio.
Es líder continental en este campo y el noveno en el ranking mundial, pero naciones como Tanzania, Uganda, Rwanda, Djibouti, Eritrea y las Islas Comores han realizado exploraciones preliminares, y Etiopía aprovecha ya una producción de siete megavatios.
Es una apuesta que la nación africana afronta con optimismo porque su ubicación geográfica coincide con áreas tectónicas activas propicias a los mayores procesos geotérmicos, no importa cuan costosa resulte su localización y el tiempo prolongado que media entre ésta y su plena explotación.
Y, sobre todo, por la exigencia de preservar el medio ambiente, respetando la flora y la fauna. Pero si experiencias similares han tenido lugar en parques nacionales de Italia, Islandia, Nueva Zelandia, Japón y los Estados Unidos, no hay motivo para que Kenya no pueda emularlas en el marco de sus planes de desarrollo.
Varsonvia, junio 2018.
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