INAUGURADO EL TUNEL DEL SAINT-GOTHARD
por Gabriel Rumor
En Suiza, con pompa y circunstancia muy justificadas, el Gobierno Federal en pleno y mil invitados, entre ellos la Canciller alemana Angela Merkel, el Presidente francés Francois Holland y el Premier italiano Matteo Renzi, han inaugurado el túnel ferroviario del Saint-Gothard, que circula a veces a casi dos kilómetros y medio bajo los Alpes.
Fueron necesarios 17 años de trabajos a la sociedad Alptransit, filial de los ferrocarriles suizos, para extraer más de 28 millones de toneladas de roca ( seis veces la pirámide de Kheops), y culminar los 57 kilómetros que le confieren por ahora el record del túnel más largo del mundo y el más profundo.
Es una obra colosal, con dos galerías y un canal de servicio – más larga que el Eurochanel que une a Inglaterra con el Continente, y el de Seikan entre las islas japonesas de Honsu y Hokaido- que permitirá viajar de Zurich a Milán en tres horas (45 minutos menos que en la actualidad) a una velocidad de 249 kilómetros en tres horas.
El túnel está llamado a modificar radicalmente las comunicaciones dentro de la Confederación misma y la geografía del Viejo Continente al conectar el Ticino suizo con Alemania, agilizando el transporte de mercancías entre el Mar del Norte y las costas del Mediterráneo con una reducción de la contaminación que hasta ahora se derivaba del tránsito vehicular.
Lo notable es que ha sido realizado dentro del calendario original – a una velocidad de perforación que alcanzó en cierto día el record de 56 metros, dos tercios de ella mediante modernísimas excavadoras y el resto con la dinamita convencional- aunque faltan aún los 15 kilómetros de otro túnel, más al sur, previsto para el 2019 y que no se excediera el presupuesto de 11.1 millardos de euros, gracias a la vigilancia que ejercieron desde el primer momento los contribuyentes suizos, siempre avaros de la inversión de sus centavos.
Varsovia julio 2016.
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