El Zoológico «Leslie Pantin» en Venezuela: un modelo conservacionista

Por Marisela Valero.

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Nos vamos en nuestro podcast a conocer la Finca Paya, en Turmero, estado Aragua, un hermoso lugar de Venezuela donde se mantiene una tradición conservacionista que bien vale la pena resaltar. Se trata del Zoológico «Leslie Pantin», un espacio dedicado al cuidado y protección de especies amenazadas y donde los animales conviven en un habitat lo más parecido al natural, por lo que puede considerarse un zoológico ejemplar, avalado por el Instituto Latinoamericano de Museos y Parques.

Leslie Pantin y Ledia Contreras. Foto archivo familiar

Leslie Pantin y Ledia Contreras. Foto archivo familiar

Rendimos homenaje a sus fundadores, el reconocido médico veterinario Leslie Pantin (1939-2006) y su esposa Ledia Contreras (1942), quienes hicieron realidad un sueño juvenil y familiar, según nos comenta su hijo Federico Pantin, nuestro invitado a Planeta Vital, junto a su esposa Tuenade Hernández, ambos veterinarios y encargados actualmente de este maravilloso proyecto conservacionista.

Tomaremos algunos pasajes de un artículo escrito por Diego Torres Pantin en Prodavinci, porque refleja una sentida cercanía familiar con este proyecto.

“La mudanza para Paya fue singular. Además de traernos las cajas con los regalos de matrimonio, veníamos con todos los animales que tenía Leslie en su casa de Caracas, para fundar su zoológico. Yo dirigía a los señores de la mudanza: ‘¡Cuidado, que esa caja tiene copas de cristal!’. Leslie, por su parte, decía: ‘¡Cuidado! ¡Ese cunaguaro muerde!’  Y así, alternando una cosa con la otra, comenzó la más grande aventura de mi vida”. Con esas palabras, Ledia describe lo que significó para ella acompañar a su esposo en la construcción del Zoológico Leslie Pantin, especializado en flora y fauna venezolana, el cual empezó con la mudanza matrimonial en 1963

Ledia Contreras, con su aventura junto a Leslie Pantin. Foto archivo familiar

Ledia Contreras, con su aventura junto a Leslie Pantin. Foto archivo familiar

Hoy tiene monos, cunaguaros, chigüires, venados, paujíes, gavilanes, flamencos, caimanes, entre otras especies, a las que se suma una gran colección de plantas. Su matrimonio compaginó su vida doméstica con la conservación.

Ledia no tenía la formación académica del Doctor Pantin, no obstante, se adaptó perfectamente a las condiciones por su gran sensibilidad hacia la naturaleza, fue compañera infaltable en sus travesías, cuidó los animales, de forma práctica fue formándose y pasó varios años dando charlas de conservación ambiental.

El amor por los animales signó el éxito de este proyecto conservacionista. Foto archivo familiar

El amor por los animales signó el éxito de este proyecto conservacionista. Foto archivo familiar

Leslie y Ledia fueron siempre apasionados con su proyecto, él aprovechando sus dotes como escritor científico y ella como ilustradora, editaron un libro que fue publicado por la Fundación Polar,  “Genio y figura de la fauna venezolana”. El Dr. Pantin además fue conductor de una serie audiovisual sobre animales, que estuvo al aire un tiempo por Venezolana de Televisión. Ledia hizo lo propio y escribió dos libros donde narra anécdotas de esa historia familiar tan cercana a la naturaleza, el primero llamado “Un zoológico en mi casa” y el otro “Un chigüire en mi cuarto”, libro en el que narraba vivencias cómicas ocurridas en su viudez.

Federico Pantin y Tuenade Hernández a cargo del Zoológico Leslie Pantin. Foto archivo familiar

Federico Pantin y Tuenade Hernández a cargo del Zoológico Leslie Pantin. Foto archivo familiar

Nos comenta Federico que para mejorar las condiciones de habitat de los animales, decidieron hacer una gran reestructuración de los ambientes del zoológico, para ello tuvieron que cerrarlo al público durante 12 años y ahora están por culminar esta remodelación. Es un proyecto muy completo y científicamente diseñado para que los animales vivan lo más parecido a su ecosistema natural, que se sientan libres y a la vez protegidos, contando con la asesoría de profesionales de alto nivel en esta área, para lograr un espacio ideal para la conservación de especies.

Por su parte Tuenade Hernández, esposa de Federico, nos explica que ha sido todo un reto mantener este proyecto, sus recursos son privados,  la autosustentabilidad proviene de las charlas que dictan en las escuelas, universidades, las visitas guiadas, que iniciarán muy pronto, también por las donaciones y otros proyectos que están llevando a cabo.

Uno de los principales tiene que ver con la conservación del cardenalito, denominado «Iniciativa Cardenalito» que vienen desarrollando junto a la Organización venezolana PROVITA Ong desde 2017 y que cuenta con el apoyo del Instituto Smithsoniano de Estados Unidos. En 2019, se completó la construcción del primer Centro de Conservación del Cardenalito en Venezuela en el Zoológico «Leslie Pantin». El Centro servirá para el rescate de cardenalitos del comercio ilegal, rehabilitándolos y criarlos para su eventual reintroducción en la naturaleza.

Federico y Tuenade aman su trabajo de educación y conservación ambiental

Federico y Tuenade aman su trabajo de educación y conservación ambiental

Los programas de conservación son prioridad, continúa explicando Federico. Además del cardenalito, tenemos el del caimán del Orinoco y del  galápago llanero, una especie de tortuga de la familia Podocnemididae: con un equipo  interinstitucional, incubamos artificialmente los huevos que las hembras pusieron en el zoológico para liberar las crías en el río Capanaparo cuando alcanzaron el tamaño adecuado. Es una regla inquebrantable: si se va a reintegrar el animal a la vida silvestre, tiene que ser en su hábitat específico.

Caiman del Orinoco. Foto Diego Torres Pantin

Caiman del Orinoco. Foto Diego Torres Pantin

Las exhibiciones son espaciosas y reproducen el ambiente natural del animal con plantas de su entorno –refiere Federico–. Se procura darles la mayor calidad de vida posible. Se hace un plan de colección para saber qué especies deben estar. Las que están amenazadas son más importantes. Cada una cumple una función. La reproducción, la educación ambiental y la investigación, todo eso es conservación. Todos los datos aportados por los investigadores son indispensables para un zoológico del siglo XXI.

Desde la época de Leslie y hasta la fecha, la policía suele llevar al zoológico animales decomisados. Como en Venezuela el tráfico de especies es común, aunque ilegal, llegan “mascotas extravagantes”. A veces, los mismos dueños son los donantes. Cuando esto ocurre, se estudia el caso para evaluar si la liberación es posible. Si el animal es muy amigable, tiene algún impedimento físico o si presenta indicios de alguna enfermedad contagiosa, no lo sueltan.

Tuenade Hernández y Federico Pantin, junto a sus tres hijos: Alejandra, Lusi Antonio y Ricardo. Foto archivo familiar

Tuenade Hernández y Federico Pantin, junto a sus tres hijos: Alejandra, Lusi Antonio y Ricardo. Foto archivo familiar

Definitivamente el Zoológico «Leslie Pantin» es un modelo conservacionista digno de emular, persistente como tradición familiar, bajo valores de Educación Ambiental y dirigido por profesionales de alto nivel, como lo son Tuenade Hernández y Federico Pantin.

Desde Planeta Vital les invitamos a apoyarlos, promover sus proyectos, seguirlos en las redes y estar pendientes de la apertura al público de este extraordinario zoológico, para inscribirse en sus visitas guiadas y actividades, que seguramente serán un atractivo  muy importante para las familias venezolanas, tan necesitadas de buenas noticias como estas.

Fuente: https://prodavinci.com/zoologico-leslie-pantin-dos-generaciones-protegiendo-la-fauna-b/