El planeta nos está quedando estrecho
MIRAMUNDO por GABRIEL RUMOR corresponsal internacional
Un fabricante inglés de artículos de oficina ha optado por ampliar las dimensiones de las sillas secretariales, en sintonía con las compañías que fabrican tapas para excusados, scanners de revisión médica…e incluso ataúdes, para hacer frente al crecimiento corporal desorbitado de la población de la Gran Bretaña.
Y, también, como informa con ansiedad el Guardian londinense, para dar cabida a los traseros de los súbditos de su Real Majestad que encajan con creciente dificultad en las dimensiones de los muebles tradicionales, mientras una de las empresas de mayor abolengo reporta que la gente adquiere ahora uno de los modelos, originalmente planeado para dos personas, para su uso individual.
Y la razón es tan simple como la obesidad o el sobrepeso del 65% de los ingleses, que devora 5 millardos de libras anuales del presupuesto del Sistema Nacional de Salud, y por eso los asientos de W.C de la marca estadounidense Big John miden ahora 48 centímetros de diámetro en lugar de los 36 de antaño, son más elevados y tienen cojines estabilizadores extralargos.
Y en algunos hospitales han tenido que invertir millones de libras en escáneres capaces de penetrar una grasa cinco veces más espesa y resistir el peso de pacientes que algunas veces superan los 300 kilos; sin hablar de los corredores, las puertas y los cinturones de seguridad de los hospitales, que deben ser adaptados a la nueva geometría de los pacientes gordinflones.
En Indiana, la funeraria Goliath Caskets ha comenzado a producir ataúdes colosales, dignos más bien de un faraón egipcio, hasta de 1.3 metros de ancho y 2.6 metros de largo, capaces de soportar un cuerpo de 457 kilos, para, según explica su fabricante, aliviar la pena que experimentan los familiares de difuntos que, con frecuencia, exhiben una corpulencia impresionante.
Por su parte, los fabricantes del Airbus ofrecen la opción de asientos extra-anchos de 51 centímetros en lugar de los 46 regulares en sus jets A320, generalmente en el pasillo y más costosos, para enfrentar lo que denominan “tendencias demográficas”, y ya en 2012 la Samoa Airlines fue muy criticada por la decisión, pionera, de facturar a sus pasajeros conforme su peso físico.
Es una moda que, según el Guardian, obligará a resideñar los asientos en trenes y autobuses, para asegurar la comodidad de los usuarios, igual que en cines y teatros, porque, concluye el matutino, la obesidad es una epidemia que abre a la industria un campo inédito e inagotable para hacerse de gordos beneficios.
Varsovia septiembre 2014.
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