EL DETECTIVE DE LAS MANZANAS
Apenas quince variedades acaparan hoy la industria manzanera estadounidense, concentrada en casi dos terceras partes en el estado de Washington, pero hubo un tiempo en que esas frutas deliciosas -cuyo consumo cotidiano presuntamente, mantiene a distancia a los doctores- crecieron en el territorio norteño más de 17 mil especies, con un aspecto y un sabor muy diferentes, trece mil de las cuales desaparecieron para siempre.
O quizás no, porque no todas cayeron abatidas por la agricultura industrial a gran escala en el pasado siglo y las que sobrevivieron son ahora el objetivo de David Benscoter, un agente retirado del FBI, que se percató de que buscarlas, escondidas en los bosques o los parques públicos, resultaba tan gratificante como perseguir a los evasores fiscales o la corrupción política.
Recuperarlas –refiere el New York Times– es en cierta forma recrear el pasado nacional, cuando las Mother se utilizaban para los postres, se sabía que las Limber Twig eran menos jugosas y que las Rambo eran manchadas con puntos ásperos, y son algunas de las variedades que renacen, cultivadas en pequeños semilleros especializados o programas agrícolas universitarios.
El agente Benscoter sabe que, sin embargo, algunas están condenadas para siempre, porque son de difícil cultivo, se magullan rápidamente, no resisten el almacenamiento o no producen suficientes cosechas para satisfacer las exigencias comerciales.
Ahora, su trabajo le recuerda un poco sus tiempos detectivescos, mientras hurga en archivos de bibliotecas o registros comunales para identificar los viejos manzanos, o en catálogos de ferias antañonas donde los granjeros llevaban sus frutos para competir por premios de excelencia, y las investigaciones son importantes, además, para estudiar la evolución y el cambio climático y comprender por qué unas especies lograron sobrevivir y otras, simplemente, se fueron con el viento.
Es, hasta cierto punto, una labor quijotesca, porque en las grandes plantaciones son las nuevas variedades y no las antiguas las motivan inversiones porque generan más beneficios, y por eso se llevan a cabo experimentos en diversos laboratorios para abreviar el tiempo de crecimiento y acelerar la etapa de explotación de esas variedades recuperadas.
Varsovia, julio 2017.
Leave a Comment