El clima, ¿factor influyente en la violencia?
MIRAMUNDO por Alberto Valero, corresponsal internacional
Así, de entrada, luce digno de Perogrullo el dictamen de un equipo de investigadores de la Universidad de Berkeley, California, de que los cambios climáticos explican en gran medida la conflictividad entre los individuos y las sociedades y recuerda la frase que alguna vez acuñó un famoso humorista de que es curioso constatar que en los ejércitos, según lo prueban las estadísticas, la mortalidad aumenta notablemente en tiempos de guerra…
Parece lógico que un planeta más caliente, plagado de sequías y otras calamidades sea proclive a un incremento de la violencia, en especial en sociedades agrarias, y que el aumento de dos grados en la temperatura global habrá de traducirse en un 50 por ciento más de conflictos y guerras civiles.
No se trata, sin embargo, precisa el profesor Marshall Burke, co-autor del estudio publicado en la revista Science, de un reflejo automático del calentamiento en la conflictividad, porque tal vez las sociedades del futuro estarán en mejores condiciones que la de hoy día, para enfrentar el problema que las actuales, si bien es peligroso confiarse a la creencia de que así ocurrirá.
Del análisis de 27 casos registrados en varias civilizaciones a lo largo de miles de años, se desprende que una desviación normal hacia condiciones más calientes incrementaría en 4% la posibilidad de violencia personal y de 14% en la conflictividad intergrupal, lo cual equivaldría, según el científico, al calentamiento de 0.4 centígrados en un países africano durante un año o de 3 centígrados en un condado estadounidense en un mes cualquiera. Es decir, cambios moderados que, no obstante, tienen en las sociedades un impacto mesurable.
Temperaturas o lluvias extremas provocan un deterioro de las condiciones económicas, sobre todo en los países pobres donde la gente puede eventualmente tomar las armas, a falta de otras opciones para preservar su nivel de vida; y la exposición a temperaturas demasiado rigurosas puede tornar a la gente más desconfiada y agresiva, y lo que buscan los investigadores es descubrir cuál de ambos mecanismos es decisivo porque suelen actuar de manera simultánea.
“Eventos climáticos pasados han ejercido una influencia significativa en los conflictos humanos. Esta influencia parece extenderse por todo el mundo, a lo largo de la historia y en todas las escalas de la organización social”, concluye un pionero trabajo publicado hoy en Science.
Y lo que es peor, nada impedirá que los humanos sigamos respondiendo con violencia a los futuros cambios que se avecinan: “Si las futuras poblaciones responden de manera similar a las poblaciones del pasado, entonces el cambio climático antropogénico tiene el potencial de incrementar sustancialmente los conflictos por todo el mundo”, explican los investigadores de la Universidad de Berkeley que firman este importante trabajo
Otro co-autor, el doctor Solomon Hsiang de la Princeton University, afirma que el vínculo entre cambio climático y conflicto violento es evidente pero que hasta ahora no hay, una clara explicación; un poco lo que pasó en los años 50 con la relación entre el cigarrillo y el cáncer pulmonar, que sólo pudo explicarse mucho tiempo más tarde
Varsovia, agosto 2013
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