El Cambio Climático nos toca muy de cerca
El cambio climático y sus consecuencias ya no es asunto sólo de ecologistas y científicos, porque cada día tanto los medios, las redes sociales, como el público en general se están interesando en lo que esto significa, ya que afecta, sin duda alguna, la cotidinianidad de todos los seres vivos de este planeta.
En nuestro programa tendremos como invitado al Doctor Juan Carlos Sánchez, Co-ganador del Premio Nobel de la Paz 2007, Doctor en Ciencias Ambientales del Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas de Toulouse, Francia, experto en Cambio Climático, a quien entrevistamos hace unos días desde los Jardines Ecológicos Topotepuy, mientras dictaba una interesante conferencia sobre este tema.
Planeta Vital se transmite por el Circuito Unión Radio, en Caracas, 90.3 FM, online audio en vivo www.unionradio.net y canal 980 de Directv. Sábado 9:30 pm y domingo 10:30 am y 5:30 pm.
Cada vez son mas frecuentes las noticias que nos hablan de grandes catástrofes naturales, inundaciones sin precedente, huracanes devastadores, el deshielo en los glaciares que elevan el nivel del mar y como consecuencia muchos pueblos han tenido que mudarse de las costas, para alejarse del agua.
Para comprender mejor, vale la pena explicar que la concentración de carbono en la atmósfera ha pasado de 280 partes por millón (ppm), al principio de la era industrial, a 400 ppm en 2013, lo cual es un aumento verdaderamente impresionante en tan corto tiempo, si tomamos en cuenta que esta concentración había oscilado en los últimos 650.000 años entre 180 y 300 partes por millón (ppm).
Lo mismo se puede decir de las concentraciones de otros gases de efecto invernadero (GEI), como el metano y el óxido nitroso, responsables del calentamiento global de la Tierra.
El calentamiento global puede alterar radicalmente el ciclo hidrológico del Planeta, lo cual es verdaderamente preocupante, porque los ecosistemas de la Tierra no se pueden readaptar a cambios tan abruptos, que afectan al ciclo hidrológico en tan poco tiempo, lo que les lleva a sufrir un estrés cada vez más intenso, hasta el punto que algunos ya se encuentran al borde del colapso.
Nos dice el Dr. Sánchez que tras intensas negociaciones, recientemete se aprobó el Acuerdo de París, resultado esperado de la COP21 que no deja a nadie indiferente: desde los que creen que es un acuerdo histórico que garantiza el principio del fin del problema de las emisiones de efecto invernadero, a los que no ven más que un acuerdo de mínimos que no cumple con las expectativas creadas o que no está a la altura del desafío.
El Acuerdo pretende reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza. Para ello los países se comprometerán a:
- Mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 ºC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 ºC con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático;
- Aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático y promover la resiliencia al clima y un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, de un modo que no comprometa la producción de alimentos;
- Elevar las corrientes financieras a un nivel compatible con una trayectoria que conduzca a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero.
El papel de los bosques: Las Partes deberían adoptar medidas para conservar y aumentar los sumideros y reservorios de gases de efecto invernadero, incluidos los bosques. El Acuerdo alienta a las Partes a que adopten medidas para aplicar y apoyar políticas e incentivos positivos para reducir las emisiones debidas a la deforestación y la degradación de los bosques y la conservación, la gestión sostenible de los bosques, y el aumento de las reservas forestales de carbono en los países en desarrollo, así como enfoques de política alternativos, como los que combinan la mitigación y la adaptación para la gestión integral y sostenible de los bosques.
Algo muy importante es que, las Partes deberán cooperar en la adopción de las medidas que correspondan para mejorar la educación, la formación, la sensibilización y participación del público y el acceso a la información sobre el cambio climático.
Por eso nos parece muy necesario seguir promoviendo en nuestro programa y demás redes sociales de la Fundación Planeta Vital, la mayor información posible sobre un tema que nos acompaña desde que nos levantamos y abrimos las llaves del agua, seguimos durante el día para acceder a los servicios que toda ciudad provee, hasta que llega la noche y requerimos la energía eléctrica para realizar casi todas las actividades del hogar.
La adaptación al cambio climático es un desafío mundial que tiene dimensiones locales, subnacionales, nacionales, regionales e internacionales, y es un componente fundamental de la respuesta a largo plazo, con el fin de proteger a las personas, los medios de vida y los ecosistemas. Las Partes establecen como objetivo aumentar la capacidad de adaptación, fortalecer la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio climático con miras a contribuir al desarrollo sostenible y lograr una respuesta de adaptación adecuada en el contexto del objetivo referente al aumento de la temperatura en 2ºC.
Las Partes reconocen la importancia de evitar, reducir al mínimo y afrontar las pérdidas y los daños relacionados con los efectos adversos del cambio climático, incluidos los fenómenos meteorológicos extremos y los fenómenos de evolución lenta, y la contribución del desarrollo sostenible a la reducción del riesgo de pérdidas y daños.
El Acuerdo plantea mejorar la capacidad y las competencias de los países en desarrollo, en particular de los menos adelantados tecnológicamente y los que son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático, para llevar a cabo una acción, entre otras cosas, para aplicar medidas de adaptación y mitigación.
Queremos concluir recordando el fragmento con el que finaliza la Carta de la Tierra, porque cada día tiene mas vigencia.
EL CAMINO HACIA ADELANTE
Como nunca antes en la historia, nuestro destino común nos insta a buscar un comienzo nuevo. Dicha renovación es la promesa de la Carta de la Tierra. Para hacerla realidad, debemos comprometernos a adoptar y a promover los valores y objetivos de la Carta.
El proceso requiere un cambio de mentalidad y de corazón; requiere adoptar además, un nuevo sentido de interdependencia global y responsabilidad universal. Debemos desarrollar y aplicar imaginativamente a nivel local, nacional, regional y global, la visión de un modo de vida sostenible. Nuestra diversidad cultural es un patrimonio precioso y cada cultura encontrará su propia forma de desarrollar estos objetivos. Debemos profundizar y ampliar el diálogo mundial que generó la Carta de la Tierra porque hay mucho que aprender de todos los que participan en la búsqueda de la verdad y la sabiduría.
En la vida a menudo se producen conflictos entre valores importantes que implica tener que tomar decisiones difíciles; sin embargo, se debe buscar la manera de armonizar la diversidad con la unidad, el ejercicio de la libertad con el bien común, los objetivos a corto plazo con las metas a largo plazo. Todo individuo, familia, organización y comunidad, tiene un papel vital que cumplir. Las artes, las ciencias, las religiones, las instituciones educativas, los medios de comunicación, las empresas, las organizaciones no gubernamentales y los gobiernos han sido instados a brindar un liderazgo creativo. La alianza entre gobiernos, sociedad civil y empresas, es esencial para la gobernabilidad efectiva.
Con objeto de construir una comunidad global sostenible las naciones del mundo deben renovar su compromiso con las Naciones Unidas, deben cumplir con sus obligaciones en relación a los acuerdos internacionales existentes, así como apoyar la implementación de los principios de la Carta de la Tierra por medio de un instrumento internacional, legalmente vinculante, sobre medio ambiente y desarrollo.
Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida, por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad, por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida.
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