Los ciudadanos protagonistas en la conservación ambiental

Directora de Planeta Vital

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Por Marisela Valero @lavalero

 

 

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Vilisa Moron

Vilisa Moron

Los invito a escuchar el podcast de Planeta Vital donde converso con la joven bióloga venezolana Vilisa Morón, graduada en la Universidad del Zulia, con Maestría en la Universidad Simón Bolívar, donde sigue trabajando y aportando sus conocimientos.

Es además Presidenta de la Asociación Venezolana de Ecología y fundadora del movimiento venezolano por la acción climática «Todos por el Futuro» y de la Red Latinoamericana  «RELLAC Jóvenes». Definitivamente Venezuela tiene gente valiosa dentro y fuera de sus fronteras.

El tema de nuestro podcast tiene que ver con un proyecto muy interesante llamado Econservación Ciudadana, que ha venido desarrollando Vilisa junto a un equipo de profesionales de diversas disciplinas y con el apoyo de Todos por el Futuro, entre los que podemos nombrar al profesor Edgard Yerena, Freddy Parada, Emy Miyazawa, Isabela Stachowicz y Karina Estraño.

¿Qué son las áreas protegidas?

Un poco de historia.

La política de conservación en Venezuela y muchos otros países iniciada desde los años 60, tuvo su máxima expresión en los 80 y 90 y estuvo fundamentada mayoritariamente en medidas de gobierno donde el Estado era responsable por dicha conservación de las llamadas Áreas Protegidas.

Una de las áreas protegidas

Una de las áreas protegidas

También la sociedad civil se sumó con entusiasmo a esa corriente, y a partir de los años 70 muchos propietarios de tierras, especialmente en Los Llanos de Venezuela se incorporaron a la conservación, protegiendo celosamente sus espacios contra los incendios y la cacería furtiva, fomentando la abundancia de fauna y flora nativa. Espacios legendarios como los hatos El Frio, Cedral, Piñero o Masaguaral, eran de los centros de conservación de fauna y flora más importantes del país, visitados por ecoturistas de todo el mundo, maravillados por su fantástica flora y fauna, siendo ejemplo de una conservación exitosa en manos de ciudadanos responsables.

Sin embargo, la crisis social, política y económica hizo mella en toda esta política de conservación, y muchos de estos espacios de la sociedad civil también decayeron. Algunos dejaron de hacer conservación y se convirtieron espacios ordinarios del mundo rural.

Por otra parte, el esfuerzo gubernamental también decayó, y no solo se han multiplicado los problemas que afrontan las áreas protegidas oficiales, sino que también su financiamiento ha mermado.

Ciudadanos protagonistas de la conservación.

El protagonismo entonces quedó en manos de la sociedad civil, que no ha cesado en sus esfuerzos por conservar la biodiversidad, y es así que muchas comunidades agrícolas, indígenas, universidades, ONG y empresas han continuado haciendo conservación en sus propios terrenos y espacios.

Las Garcitas

Las Garcitas

Esto llamó la atención del Comité de Áreas Protegidas de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales (la ONG más antigua del país), y desde allí, con apoyo del Laboratorio de Áreas Protegidas de la Universidad Simón Bolívar (universidad pública), se hizo un inventario preliminar de estas iniciativas de la sociedad civil, encontrándose para el año 2015 alrededor de 60 espacios en donde se hacía conservación.

Surgió así la idea de contactar a los responsables de estos espacios e intentar construir una red de apoyo entre ellos a fin de fortalecerse en lo conceptual y lo técnico. En paralelo, a nivel internacional, este tipo de conservación de espacios para la biodiversidad, en manos de actores de la sociedad civil, ha venido cobrando más y mayor importancia, hasta el punto que el Convenio de Diversidad Biológica, que es la ley internacional más importante en la materia, ha decidido reconocerlos bajo el acrónimo OMEC (Otras Medidas Efectivas de Conservación) y ha propuesto a todos los gobiernos del mundo que se les fortalezca, se les reconozca y que se contabilicen sus aportes a los esfuerzos mundiales de conservación. A las OMEC también se les conoce internacionalmente con un nombre más natural que es el de Áreas Conservadas.

El Paují

El Paují

En este contexto nace Econservación Ciudadana, como un proyecto de profesores e investigadores de la Universidad Central de Venezuela, Universidad Simón Bolívar, de la Sociedad Venezolana de Ecología y de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales, que busca identificar todas las Áreas Conservadas existentes en el país, y crear una red de fortalecimiento entre ellas.

Econservación Ciudadana y los «Amigos de la Conservación» se abren paso.

Econservacíon Ciudadana busca contribuir con el empoderamiento de los responsables por estas Áreas Conservadas, con la consolidación de sus esfuerzos, y que las autoridades ambientales les den apoyo y reconocimiento. Mapea, visibiliza y fortalece a los manejadores de estas Áreas Conservadas en Venezuela e impulsa el valor de sus acciones voluntarias.

Cecilia Martinez de Amaranta Casa de Colibríes

Cecilia Martinez de Amaranta Casa de Colibríes

Los Amigos de la Conservación es una figura que decidieron incorporar al proyecto, por su relevancia en el logro de los objetivos de protección ambiental. Se trata de instituciones, promotores turísticos o propietarios de espacios que promueven la investigación, educación, sensibilización y turismo sostenible en áreas naturales intervenidas y que no pueden considerarse áreas protegidas, pero que, sin ambargo,cumplen un importante rol como líderes comunitarios, son referentes ecológicos para las comunidades y mantienen programas de educación ambiental para niños y jóvenes. Nos comenta Vilisa que, entre los más reconocidos con los que han venido trabajando, recuerda a la Señora Cecilia Martínez de Amaranta Casa de Colibríes, en San Antono de los Altos, Estado Miranda y el señor Luis Morales de Chocolate Valle de Canoabo.

Vilisa en visita de campo a Canoabo.jpg

Vilisa en visita de campo a Canoabo.jpg

La primera etapa de Econservación, surgida en plena pandemia, consistió en identificar las Áreas Conservadas existentes en la parte central del país, entre los estados Yaracuy y Miranda, pasando por Carabobo, Aragua y La Guaira. Solamente en este sector se ubicaron 50 Áreas Conservadas potenciales y se hicieron visitas de campo y de contacto con sus responsables.

Un primer taller de encuentro se efectuó en Canoabo, estado Carabobo, con apoyo de la ONG Tierra Viva y la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, asistiendo representantes de 12 Áreas Conservadas y 6 amigos de la conservación  Un segundo taller se efectuó en Caracas, asistiendo representantes de otras 11 Áreas Conservadas y 4 Amigos de la Conservación.

Esta constelación de Áreas Conservadas tiene como actores a universidades, productores agrícolas, comunidades de vecinos rurales y urbanos, y abarcan variedad de ecosistemas naturales, desde matorrales xerofíticos y bosques estacionales, hasta bosques húmedos y nublados, en diversidad de paisajes costeros y montañosos de la Cordillera de La Costa venezolana.

Uno de los hallazgos más interesantes, además de la diversidad de actores, es que muchas de estas iniciativas han surgido en medio de la crisis del país, como respuesta y contribución ciudadana al mejoramiento de la conservación del patrimonio natural, con una sólida convicción de responsabilidad social y ciudadana. Por otra parte, fue interesante comprobar que muchas de estas Aras Conservadas están ayudando a hacer conservación en espacios que estaban vacíos de iniciativas oficiales, y también que muchas se encuentran en las fronteras de Áreas Protegidas, tales como Parques Nacionales, por ejemplo, y contribuyen significativamente a protegerlas más efectivamente.

Luis Morales Cacao Canoabo.jpg

Luis Morales Cacao Canoabo.jpg

Las siguientes etapas de Econservación apuntan a profundizar estos aspectos y a continuar con la expansión de la red hacia el resto de Venezuela, pues hasta el momento han cuantificado la protección de casi 7000 hectáreas de bosque a lo largo de toda la zona central de la Cordillera de la Costa, el interés de 22 Áreas Conservadas en definir un plan de gestión para la conservación y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.

Vilisa Morón está decidida a motivar y generar cambios, por eso combina su labor de investigación y consultoría con el activismos ambiental, por lo que encabeza iniciativas de documentación y denuncia, lidera y participa en campañas de divulgación y educación ambiental, principalmente enfocadas en la gestión de las áreas naturales.

Para quienes quieran apoyarlos y unirse como voluntarios a esta importante labor aquí les dejamos sus redes sociales: Twitter @EconservacionC y IG @econservacion_ciudadana.