Día Mundial de la Ecología: «tenemos el reto de alfabetizarnos ecológicamente»
El 1 de noviembre se señala en el Calendario Ecológico como el Día Mundial de la Ecología. Recordar esta fecha es comprender la inmensa deuda que tenemos los seres humanos con nuestra casa grande: el planeta.
En 1869, el biólogo alemán Ernst Haeckel acuñó el término ecología, remitiéndose al origen griego de la palabra (oikos, casa; logos, ciencia, estudio, tratado). Según entendía Haeckel, la ecología debía encarar el estudio de una especie en sus relaciones biológicas dentro del ambiente, ya que analizaba cómo cada elemento de un ecosistema se relaciona o condiciona su existencia, con la existencia y los cambios de los demás componentes.
Me permito recurrir a este interesantísimo pasaje tomado del libro La Trama de la Vida de Fritjof Capra, porque revela importantes aspectos del compromiso que implica estar “ecológicamente alfabetizados”, si queremos propiciar cambios “verdaderamente sostenibles” y no meras celebraciones de calendarios.
Dice Capra: “Restablecer la conexión con la trama de la vida significa reconstruir y mantener comunidades sostenibles en las que podamos satisfacer nuestras necesidades y aspiraciones sin mermar las oportunidades de generaciones venideras. Para esta tarea podemos aprender mucho de los ecosistemas, verdaderas comunidades sostenibles de plantas, animales y microorganismos. Para comprenderlos, debemos atender primero los principios básicos de la ecología; debemos, por así decirlo, alfabetizarnos ecológicamente. Estar ecológicamente alfabetizados, ser “ecoalfabetos”, significa comprender los principios de organización de las comunidades ecológicas y utilizar esos principios para crear comunidades humanas sostenibles. Necesitamos revitalizar nuestras comunidades – incluyendo las educativas, las de negocios y las políticas – de modo que los principios de ecología se manifiesten en ellas como principios de educación, empresa y política…
Y continúa el autor: …Uno de los principales conflictos entre economía y ecología deriva del hecho de que la naturaleza es cíclica, mientras que nuestros sistemas industriales son lineales. Nuestros negocios absorben recursos, los transforman en productos y desperdicio y venden esos productos a los consumidores, que a su vez producirán mas desperdicios al usarlos. Para ser sostenibles, los patrones de producción y consumo deben ser cíclicos, a semejanza de los procesos naturales. Para alcanzar esos patrones cíclicos debemos rediseñar fundamentalmente nuestros negocios y nuestra economía…
…la supervivencia humana, finaliza diciendo Fritjof Capra, dependerá de nuestra alfabetización ecológica, de nuestra capacidad de comprender estos principios de ecología y vivir en consecuencia con ellos…”
Desde Planeta Vital nos planteamos el reto de esta alfabetización ecológica, desde una visión de Ecología Psicosocial, profunda, donde podamos establecernos como seres indivisiblemente integrados con nuestro ambiente, tanto el interno, emocional, como el externo, para que esos ecosistemas y comunidades ecológicas nos muestren el rumbo hacia una mejor calidad de vida, para todas las especies que habitamos este universo.
Marisela Valero Hernández
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