Denuncian a gobierno de Ecuador por el caso Yasuní
MIRAMUNDO por Gabriel Rumor, corresponsal internacional
El Ecuador estaría en vías de explotar campos petroleros en el parque nacional de Yasuní, mientras adelantaba una maniobra de distracción de alto perfil internacional para dejar los yacimientos intactos a cambio de una compensación financiera de donantes privados y estados europeos, reporta el Guardian de Londres, tras acceder a documentos oficiales del gobierno de Quito.
La zona en cuestión es asiento de uno de los ecosistemas más ricos del planeta y refugio de diversas etnias indígenas, pero el planeado swap de ayuda por reservas, lanzado en 2008, abortó el año pasado al constatarse que a pesar del apoyo del ex-vicepresidente estadounidense Al Gore, actores como Leonardo de Caprio y Ed Norton y una serie de países como España, Francia, Suecia Suiza y Alemania, sólo se obtuvo una ínfima porción del capital necesario.
Ahora, la documentación publicada por el diario, elaborada por una firma de consultores con sede en Quito cuyo director había colaborado anteriormente con el ministerio del ambiente, arroja dudas sobre la sinceridad del presidente Rafael Correa.
Incluso PLANETA VITAL cayó por inocente, en diciembre de 2012, al anunciar con satisfacción que el Ecuador se había sumado en los días navideños al selecto grupo de países que seguían la iniciativa pionera e imaginativa que Costa Rica comenzó a instrumentar en la década de los 90 para la conservación de su riquísimo patrimonio natural, con el acuerdo suscrito para levantar un fondo que haría posible mantener un área de casi dos mil kilómetros cuadrados al margen de la explotación petrolera.
Así lo denuncian, sin ambages, Alexandra Almeida, de la ONG Acción Ecológica, y el profesor Carlos Larrea, de la Universidad Andina Simón Bolívar, quien colaboró en los primeros momentos de la operación Yasuní-ITT Initiative, cuando, aparentemente, se negociaba ya de manera encubierta un acuerdo por un millardo de dólares con intereses chinos, conforme el papel que el gobierno califica de fraudulento.
Por su parte, el periodista Carlos Andrés Vera, que ha seguido el caso con atención, concluye que estamos ante una evidencia adicional de que el plan B de explotación era en realidad el único existente, desde el propio comienzo de la campaña, para instalar un sistema de generación termoeléctrica y líneas de subtransmisión a cada una de las cinco plataformas petroleras, para suministrar electricidad a los campos ITT.
Según el Guardian, la señora Almeida ha insistido en que el gobierno continuaba apoyando la iniciativa Yasuní-ITT por sus implicaciones políticas, como una estrategia para evitar la impopularidad de cara a las elecciones de febrero de 2013, como en efecto habría ocurrido seis meses más tarde, después que el presidente Correa anuló con un decreto el mencionado proyecto, en elecciones locales donde el partido oficial perdió una cantidad apreciable de administraciones locales.
En octubre, el Programa de Desarrollo de la ONU optó por devolver el dinero ya recaudado, y, en el episodio más reciente del caso, el Consejo Nacional Electoral ecuatoriano rechazó hace varios meses el referendum sobre la apertura del parque de Yasuní a la exploración petrolera aduciendo que la petición carecía de las firmas suficientes.
Varsovia septiembre 2014.
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