¿Civilización conservacionista? ¿Quién tiene la razón? Pregunten a los masai
La tribu Masai tradicionalmente nómada, ocupa una superficie de tierra que se mueve entre Kenia y Tanzania y se ha caracterizado desde tiempos inmemoriales por tener una comunión con la naturaleza casi mística. Para ellos, el ganado es sagrado y, por extensión, los pastos y la tierra que les envuelve. Trasladan sus rebaños de un lugar a otro, de forma que el pasto pueda volver a crecer. Tradicionalmente, esto ha sido posible gracias a un sistema comunal de tenencia de tierras en el que todos comparten el acceso al agua y los pastos de una zona.
Hoy en día, los masais se han visto cada vez más forzados a sedentarizarse y muchos consiguen trabajo en las ciudades.
La sociedad masai se organiza en grupos de edad masculinos, cuyos miembros deben superar ritos de iniciación para convertirse en guerreros, y más tarde ancianos.
En el año 2009 ocho comunidades masai de la región de Loliondo, en Tanzania, fueron quemadas dejando a 3.000 personas sin comida, agua ni refugio.
Policías antidisturbios fuertemente armados prendieron fuego a las casas y depósitos de comida de los masai para expulsarlos de sus tierras ancestrales. Miles de masai se encuentran ahora en situación de indigencia con su ganado, en condiciones de sequía extrema. Fueron forzados a abandonar sus tierras para crear un área de caza para la empresa Otterlo Business Corporation (OBC).
Un masai declaró: “Hoy en día nuestra tierra está siendo usada por la inversión: turismo de caza de lujo”.
Survival ha recibido también informes inquietantes de que las mujeres masais fueron violadas y brutalmente golpeadas durante los desalojos. Una mujer describió así su terrible experiencia: “Dos hombres armados me agarraron y me obligaron a tumbarme, al tiempo que otros seis hombres les siguieron y todos me violaron”.
Se cree que la empresa Otterlo Business Corporation está vinculada a las familias reales de los Emiratos Árabes Unidos y ha mantenido derechos exclusivos de safari y de caza en Loliondo, al norte de Tanzania, desde 1992. La zona está situada en tierras que son tradicionalmente masai, pero desde que obtuvo la concesión, la empresa la utiliza para organizar safaris de caza de grandes animales. La concesión de caza ha restringido considerablemente el acceso de los masai a tierras de pastoreo para su ganado, lo que ha desencadenado constantes tensiones entre los masai y la empresa OBC.
Las poderosas empresas de safaris de caza tienen un historial de impacto en la vida de los indígenas en Tanzania. En 2007, los hazda, un pequeño pueblo indígena cazador- recolector, escaparon por poco a la expulsión de parte de sus tierra ancestral. Ocurrió después de que la empresa Tanzania UAE Safari Ltd renunciara a su licencia de caza, tras la presión ejercida por los hadza, las organizaciones indígenas y Survival.
Los masais de Loliondo viven ahora sin techo, y su ganado está muriendo al no tener acceso al agua y los pastos.
La mayor parte de lo que fuera territorio masai ya ha sido usurpado por haciendas o granjas privadas, para proyectos gubernamentales, parques naturales o concesiones privadas de caza. En general, conservan sólo las áreas más secas y menos fértiles.
El estrés que esto provoca en sus rebaños se ve con frecuencia agravado por los intentos del Gobierno de “desarrollar” a los masais, basándose en la idea de que tienen demasiado ganado para la extensión de tierra.
Sin embargo, en realidad son productores ganaderos muy eficientes, y rara vez poseen más animales de los que necesitan o de los que la tierra puede sustentar. Estos intentos de “desarrollarles” tratan de modificar su sistema de acceso compartido a la tierra.
Mientras que esto ha favorecido a los no indígenas y a algunos masais emprendedores que han tenido los medios para comprar tierras o venderlas, a menudo ha empobrecido el suelo y ha traído pobreza a la mayor parte de los masais, que se han quedado con poca tierra y la menos fértil.
Ya hemos visto la imagen del Rey de España Juan Carlos I frente al cadáver de un hermoso elefante, mientras era aún Presidente Honorario de la WWF, ¿cómo ser una sociedad más responsable y armoniosa con la naturaleza, su gente y sus especies originarias? ¿Por qué no nos damos cuenta que respetar la riqueza ecológica tiene más dividendos económicos a mediano y largo plazo?
Mas información: http://www.survival.es/noticias/4886, http://www.survival.es/indigenas/masai , http://mirincondepaz-paz.blogspot.com/2012_08_01_archive.html
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