BACTERIAS ANTI-MINAS
por Gabriel Rumor
Uno de los muchos aspectos abominables de todas las guerras que en el mundo han sido lo constituyen los cien millones de minas antipersonales que siguen allí, agazapadas, en setenta países, para borrar del mapa a más de veinte mil infelices año tras año.
Los principales países productores –según Wikipedia- son Estados Unidos, China, Rusia, Israel, Pakistán, Sudáfrica, Norcorea, Corea, Nepal, India, Singapur y Vietnam, con un arsenal de entre 180 y 185 millones de unidades, y los más afectados son Kampuchea, donde está mutilado uno de cada 236 habitantes, Bosnia-Hercegovina, Afghanistán, El Salvador, Nicaragua, Colombia, Sudan, Mozambique, Somalia, Irak y Sahara Occidental.
Eliminarlas es una tarea ingrata, de alta peligrosidad, costosísima y, por supuesto, frustrante dada la magnitud del problema, y por eso llama la atención la noticia aparecida en la revista Nature Biotechnology sobre las investigaciones que realiza un equipo de la Universidad Hebraica de Jerusalén con bacterias genéticamente modificadas que desprenden una señal fluorescente en la cercanía de las minas, generalmente fabricadas con plástico, para detectarlas luego mediante un rayo láser.
Cerca de Kabul, Afghanistán
El punto de partida es que algunas plantas reaccionan a las cantidades limitadas de vapor expulsadas por los explosivos y la fluorescencia que exhiben las bacterias modificadas, encapsulada en burbujas poliméricas, sería entonces detectada por láser ser desde vehículos terrestres o los drones tan en voga.
Test de fluorescencia
El procedimiento, afirma la publicación, se ha probado con éxito en terrenos minados, al ritmo de 18 centímetros por segundo que los científicos estiman susceptible de incremento para aumentar su efectividad.
No estamos ante una experiencia pionera, porque ya en 2009 se intentó en la Universidad de Edinburgo, Escocia, pero si es la primera vez que el resplandor bacterial deviene potencialmente útil como sistema de detección.
El profesor Shimshon Belkin, líder del grupo que hace tres años anunció el uso de las bacterias modificadas en la detección de contaminantes en el agua, precisa que todavía habrá que avanzar en el aspecto tecnológico, para fortalecer la sensibilidad y la velocidad del escaneo y, sobre todo, reducir la dimensión del equipo hasta hacerlo caber en drones o aviones sin piloto.
Varsovia.mayo 2017.
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