Ayala y Daniel nos conectan con las ballenas
Por Marisela Valero
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Con nuestro podcast nos vamos a Samaná, República Dominicana, para ir al encuentro de unos seres maravillosos, animales majestuosos con los que nos vamos a conectar gracias a mis invitados, Ayala Etxebarri y Daniel Abreu, una bonita pareja que lleva varios años dedicados al avistamiento de ballenas, desde una perspectiva holística, es decir, no solo apreciar las ballenas por su valor biológico, por ser el mamífero de mayor tamaño en el planeta, sino también por su conexión espiritual y ancestral con los seres humanos, para acercarse a esta experiencia con respeto y gratitud hacia estos seres.
Ayala es Bióloga de formación, especializada en Botánica. Se inició en la Sanación Holística en el año 2007 y desde entonces ha atravesado un camino de autosanación y ha podido acompañar a personas a recuperar su salud y encontrar su propósito de vida.
Daniel es autor de varios manuales educativos sobre desarrollo sostenible y ecología, conferencista internacional y tiene Máster en Desarrollo Sostenible por la Universidad de Barcelona, España y Relaciones Internacionales por la Rotterdam University en Países Bajos.
Ayala y Daniel realizan viajes de avistamiento de ballenas en la Bahía de Samaná, una costa de gran belleza natural, con mucho movimiento turístico, lo llaman Retiro de Ballenas, Conexión Sagrada.
¿Por qué un Retiro?
La idea justamente consiste que ese encuentro con las ballenas también transforme el mundo interno de cada participante del retiro, comenzando con la ceremonia de solicitar permiso a la madre naturaleza para realizar ese viaje aguas adentro y dejarse guiar en el trayecto para que haya o no avistamiento, es decir, que las ballenas se dejen ver o como puede suceder, se mantengan alejadas del bote y los viajeros regresen sin haber tenido la experiencia de verlas, más con la certeza de haber hecho un viaje personal de sanación, según nos comenta Ayala.
También nos cuentan que para honrar sus propósitos ecológicos, sus retiros terminan siempre con una limpieza a la playa, porque se dan cuenta de lo sucia y contaminada que está y no pueden permitirse indiferencia ante esta situación, así que hacen un ejercicio de limpieza que Ayala aprovecha para generar también intenciones personales de limpieza interior, una vez que termina la actividad han recolectado varias bolsas enormes de desechos sólidos contaminantes y los participantes quedan satisfechos por la labor cumplida y más livianos de sus propias cargas.
Por su parte, Daniel continúa explicando que las ballenas son los animales, junto con los delfines, con los cerebros más desarrollados, es decir, con una inteligencia y sensibilidad de comunicación demostrada científicamente, como superior a casi todas las demás especies.
De hecho, algunos investigadores sostienen que están a la par con los grandes simios o incluso los seres humanos. Pero, ¿de dónde viene esta afirmación tan categórica? Existen dos teorías diferentes: En primer lugar, una serie de comportamientos de los cetáceos se interpretan como muestras de inteligencia. Y, en segundo lugar, los cetáceos tienen el cerebro muy grande. De hecho, las ballenas y los delfines tienen los cerebros más grandes del planeta, pues algunos de ellos pesan hasta ocho kilogramos.
¿Inteligencia «emocional»?, quizás no como la conocemos, pero su comportamiento puede llegar a relacionarse con algo semejante.
El capitán, que dirige una empresa familiar que inició su padre hace cuatro décadas, reforzó sus dichos con una anécdota: «Una vez éramos tres amigos solamente a bordo y todos saludamos con el mismo movimiento de los brazos a una ballena con su cría que se aproximó y para nuestra sorpresa, la madre siguió los movimientos de nuestras manos con la cabeza». El documental «Ocean Souls», una pieza audiovisual de 58 minutos dirigida por Philip Hamilton, reveló la existencia de una vida muy parecida a la que llevan los seres humanos, pero bajo el mar.
Un canto que llega a nuestro ser.
Algo que es fascinante en las ballenas y de lo que nos comenta también Daniel es sobre el canto de las ballenas.
Las canciones de ballenas son uno de los sistemas de comunicación más sofisticados del reino animal. Solo algunas especies saben cantar, aunque no tienen cuerdas vocales, como la ballena azul y la ballena jorobada. Las ballenas dentadas utilizan la ecolocalización, y junto a otras especies de ballenas emiten sonidos sociales, como gritos y silbidos, para comunicarse.
Y algo muy especial es que cada manada tiene su propia canción, que puede durar hasta treinta minutos. Como son tan unidos, los machos la cantan al mismo tiempo, como si fuera un coro de voces oscuras.
Escuchar ese sonido, dicen Ayala y Daniel, puede resultar muy sanador, porque para quienes creen en la conexión espiritual con estos animales, ese es un sonido ancestral, primigenio, que está conectado a nuestro ser, nuestro ADN, porque formamos parte de este universo como un todo.
Y ahora hablemos de Kai y la Canción de la Madre Tierra.
Para llegar con su mensaje a más personas, especialmente a los niños, Ayala y Daniel escribieron un hermoso cuento que narra la historia de Kai, que aprende a conectar con la naturaleza después de que el uso excesivo de la tecnología le hiciera olvidar la importancia de los valores ecológicos para estos tiempos de grandes cambios en la humanidad y el planeta. Kai lo logra escuchando a la Ballena Madre y aprendiendo de los mensajes que le dan los animales que van abriendo su corazón.
Es un precioso libro ilustrado por el reconocido artista plástico dominicano Limber Vilorio y diseñado por Yira Castillo. La obra incluye tanto un cuento como una sección de ejercicios para ser implementados en centros educativos.
Este es uno de los libros más ecológicos desarrollados en República Dominicana, con innovadora tecnología de tinta vegetal certificada SOY INK!, papel certificado de manejo de bosque responsable FSC y barniz a base de agua.
Nuestros invitados quieren llegar cada vez a más niños, especialmente a los más vulnerables, por eso van a escuelas, bibliotecas y otras instituciones para leer el cuento y llevar el mensaje ecológico a esos lugares.
Pueden comunicarse con Ayala y Daniel escribiendo a yosoy@bendicionholistica.com
Están en Instagram como @bendicioneholistica, @ayala.holistica, @conexión.natura y @kaiellibro.
¿Quieres saber más sobre las ballenas?
Las ballenas son los animales más grandes que jamás hayan existido. Pertenecen a un grupo de mamíferos marinos conocidos como cetáceos. No son peces porque tienen sangre caliente, respiran aire a través de los pulmones y dan a luz a crías vivas que se alimentan de leche materna.
Tienen un oído excelente y son dos o tres veces más eficientes que los mamíferos terrestres para utilizar el oxígeno del aire que respiran. Las ballenas tienen cajas torácicas colapsables que las ayudan cuando se sumergen a profundidad. Además, poseen una capa de grasa muy gruesa que las aísla para protegerlas del frío.
Existen dos tipos principales de ballenas: las dentadas (como el cachalote y la orca) y las barbadas (como la ballena jorobada y la azul). Las barbadas tienen placas en forma de peines que están formadas por estructuras compuestas de pelos rígidos. Estos forman una red que filtra la comida del agua del mar. La gran mayoría de las grandes ballenas son barbadas y se alimentan fundamentalmente de minúsculas criaturas llamadas krill, parecidas a los camarones.
Las ballenas tienen unos orificios en la parte superior de la cabeza llamados “aventadores”, los cuales actúan como nuestros orificios de la nariz. Las ballenas barbadas tienen dos aventadores y las dentadas solo uno.
El hecho de que la cola en horizontal les permita subir de prisa a la superficie es todo un alivio si consideramos que las ballenas necesitan respirar aire al menos cada hora.
Otra de las curiosidades de las ballenas que nos llamó la atención es que crean lazos emocionales a largo plazo y puede expresar sus emociones. Incluso, hay parejas de macho y hembra que permanecen juntas por mucho tiempo.
Las ballenas pueden vivir hasta los 90 años, aunque una famosa ballena llegó a los 110 años de vida.
¿Cuáles son las amenazas para las ballenas?
Destrucción del hábitat
La contaminación de los océanos por el vertido de desechos tóxicos (de origen industrial, agrícola o doméstico) pone en peligro la vida de los animales marinos.
Cambio climático
El cambio climático afecta a los ecosistemas oceánicos al fluctuar la temperatura de los mares, lo cual impacta en las cadenas alimenticias en cuanto a la cantidad y diversidad de especies porque provoca su dispersión.
Así, las ballenas pueden enfrentar la escasez de alimento por no hallar suficiente cantidad de las especies que consumen habitualmente o no encontrarlas en las áreas a las que en general asisten para alimentarse.
Caza comercial
La captura de estos cetáceos está prohibida desde 1986, cuando entró en vigencia una moratoria mundial sobre la caza de ballenas. Sin embargo, Japón, Islandia y Noruega continuaron captúrandolas a través de un falso programa científico. El comercio que se desarrolló fue exclusivamente de la caza que provenía de “pesca científica”, por lo que, en estricto rigor, fue ilegal.
Esta situación favoreció la entrada de artículos ilegales a esos mercados. De hecho, durante la década del 2000 en Japón y Corea se detectó la venta de carne de ejemplares que pertenecían a especies en peligro de extinción.
En 2019 Japón anunció que volverá a capturar ballenas en su zona económica exclusiva. Sin embargo, el mercado para productos derivados de la caza es casi inexistente, por lo cual es poco probable que esta práctica se mantenga en el tiempo, excepto que el gobierno japonés la continúe subvencionando.
«Ballenas en medio del océano, suspendidas en las olas del mar, gran cielo de ballenas en las aguas, viejas jerarquías. Y enormes ballenas madres yacen soñando amamantando a sus tiernas crías y soñando con extraños ojos de ballena bien abiertos en las aguas del principio y el final».
D. H. Lawrence.
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