UN PEZ ENANO QUE SALVARA VIDAS

miramundo por Gabriel Rumor

Sí, sólo que es metálico, está inspirado en la manera de nadar de los peces verdaderos y servirá para transportar medicinas a sitios específicos de nuestro organismo, gracias a que es, nada menos, que cien veces más pequeño que un minúsculo grano de arena…

Nano peces

Nano peces

La revista New Scientist informa que este ingenioso adminículo, como salido de una película de ciencia-ficción, está elaborado con segmentos de oro, que forman la cabeza y la cola del pez enano, y de níquel, cada uno con una longitud de 800 nanómetros -¡es decir, la billonésima parte de un metro!- unidos todos con bisagras de plata.

Su funcionamiento es de una asombrosa simplicidad, porque cuando se le aplica un campo magnético oscilatorio, las partes de níckel se mueven de un lado a otro, balanceando la cabeza y la cola y creando un movimiento ondulante que impulsa al pececito, a una velocidad y en una dirección que pueden controlarse alterando la fuerza y la orientación del campo magnético.

Mecanismo de funcionamiento del nanopez

Mecanismo de funcionamiento del nanopez

Otros equipos también intentan desarrollar nano-navegadores impulsados por hélices inspirados en las colas tipo sacacorchos de las bacterias, pero,  sin embargo, parecen no ser tan eficientes como el pez enano.

Nano pez

Nano pez

El concepto, explica la autorizada publicación, fue desarrollado por un equipo liderizado por el científico Li Jingxin en la Universidad de California en San Diego, que investiga ahora sus potenciales aplicaciones médicas, por ejemplo en cirugía no invasiva y manipulación de células simples.

Simulacro de anopescado en acción

Simulacro de anopescado en acción

Otros científicos califican la idea de excitante, porque gran parte de los vehículos transportadores de medicina actuales dependen de los sistemas corporales para mover las partículas al lugar exacto de la patología y el hallazgo del doctor Li revela que éstas pueden hacerse más pequeñas y más veloces.

Nano pez

Nano pez

Y aún queda por resolver la gran cuestión de cómo extraer al pececito después de su utilización y el doctor Li trabaja ahora en una versión biodegradable, para que el metal no se quede  anclado en las entrañas del paciente; a falta de recursos ingeniosos más propios de Hollywood.

Varsovia, octubre 2016.