La basura electrónica enferma nuestro ecosistema

 La ONU, la Agencia de Protección Medioambiental, universidades de cinco continentes y empresas multinacionales se unen para solucionar el problema.

Ante la ya demostrada inminencia del cambio climático, se hace necesario tomar conciencia del peligro que supone el uso de ciertos compuestos químicos sintetizados industrialmente y que la Naturaleza no puede degradar. Pues estos compuestos no se encuentran dentro de la cadena de alimentación, o lo que es lo mismo, no existen microorganismos que los degraden. Aparece el problema cuando se acumulan en la cadena trófica, concentrándose en los seres superiores de la misma, o cuando se acumulan en el ecosistema, impidiendo su regeneración y destruyéndolo, en definitiva.

Además de contaminar el entorno, la basura electrónica también supone una grave amenaza para la salud de todos los seres vivos. Tras realizarse un revelador estudio que hoy publica la revista Environmental Research Letters, se llegó a la conclusión de que estos desechos pueden llegar a provocar daños en el ADN y cáncer, además de inflamación y estrés oxidativo, ambos precursores de las enfermedades cardiovasculares.

Los científicos tomaron muestras de aire de uno de los mayores vertederos de residuos electrónicos que existen (ordenadores, tv, impresoras, teléfonos móviles…) , situado en China, donde cada año llegan más de 20 millones de toneladas de estos desechos procedentes de todo el mundo.

La polución la provoca el proceso de reciclaje, que carga el aire con contaminantes orgánicos persistentes y metales pesados, llegando hasta el organismo humano a través de la inhalación. Por lo tanto, tal y como advierte el estudio, los primeros que están en peligro son los habitantes de las zonas circundantes, así como los trabajadores de estas instalaciones. En concreto, en este vertedero, situado en Taizhou, en la provincia de Zhejiang trabajan de forma directa o indirecta más de 60.000 personas.

Para buscar soluciones globales, el Programa de Medio Ambiente de la ONU, la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU (EPA), universidades de los cinco continentes y empresas como Dell, Microsoft, Hewlett Packard (HP) o Philips se han unido en la iniciativa “Solucionar el Problema de Basura Electrónica” (StEP, por sus siglas en inglés). En líneas generales, este programa pretende estandarizar los procesos de reciclado globales para recuperar los componentes más valiosos de la basura electrónica, extender la vida de los productos y unificar las legislaciones y políticas, otra de las reivindicaciones de las empresas productoras de productos electrónicos, como HP. Klaus Hieronymi -gestor medioambiental de HP en Europa-, en una reciente entrevista a Efe, señala que uno de los mayores problemas para el reciclado de basura electrónica es la falta de una legislación homogénea.

¿Y qué podemos hacer nosotros los ciudadanos?,

Hay muchas iniciativas privadas a nivel mundial que promueven la recolección y reutilización de los equipos y componentes usados, pero la principal solución está en la educación integral, que haga ver al individuo que la Tierra en general, y su medio ambiente en particular no están como un decorado puesto a su servicio y que puede tratar como le apetezca, sino que forma parte de él, y que su destrucción irreversible tarde o temprano supondrá la destrucción de sí mismo. Como dice un lema muy actual en el Medioambiente y Desarrollo Humano, la Naturaleza está ¿Con los seres humanos o para los seres humanos?