¡Adios a Los Alpes!
Por Gabriel Rumor
No se trata de un fenómeno reciente, porque la descongelación de la capa helada que une a los Alpes ha provocado avalanchas pavorosas en los últimos dos decenios, pero la Tribune De Geneve advierte que este año se batirán todos los records, porque los 150 incidentes en el macizo del Mont Blanc, desde el comienzo del verano, superaron la marca de la canícula de 2003, según el laboratorio Edytem de Bourget-du-Lac en Savoya.
La sociedad de prevención de riesgos La Chamoniarde ha mostrado videos impresionantes de algunos de dichos fenómenos que evidencian, como si aún hubiese necesidad, el papel que juega el calentamiento global, al generar la degradación de un permafrost que había resistido incluso milenios.
Ludovic Ravanel, especialista del Edytem
Ludovic Ravanel, especialista del Edytem, ha precisado a la Tribune cuan errado es imaginar las altas cumbres como algo de absoluta solidez, porque a menudo se trata de un simple entrabamiento de rocas cuya estabilidad depende del hielo que, al descongelarse, propicia la desestabilización de las laderas.
En el instituto se han reconstituido 150 años de la evolución de las agujas de Chamonix, que prueban la relación de más de 650 avalanchas de cierta magnitud con los años de altas temperaturas, la mayor parte a una altitud de 3.100 a 3.500 metros, en otoño o a comienzos del invierno, porque más arriba el permafrost es lo suficientemente frío para garantizar la estabilidad.
Alpes suizos,atardecer
En el instituto de Savoya se espera con preocupación acontecimientos importantes en estos meses, cuando el calor alcance su nivel máximo y, sobre todo, que la repetición de este tipo de veranos acelere el proceso, porque la regeneración durante el invierno no logra abarcar toda la capa de hielo y, al año siguiente, se asiste a un descongelamiento más acelerado y profundo.
Por suerte, el riesgo para la población es todavía limitado, dada la altitud en que se registran las catástrofes, pero en Suiza ya son motivo de ansiedad los daños que, inevitablemente, habrían de afectar la industria turística, tan importante para sus laboriosos ciudadanos como los relojes, los chocolates o la actividad bancaria.
Y es que las sucesivas avalanchas entre 2005 y 2011 en el Mont Blanc inutilizaron una decena de las rutas más frecuentadas por los alpinistas y, en un plazo no lejano, el peligro podría extenderse a los valles de la Confederación, como ocurrió en 2002 en el Cáucaso ruso.
Varsovia octubre 2015.