NUESTRO PLANETA: UN GRAN GRUYERE

 por Gabriel Rumor

Un millar de túneles ferroviarios, vehiculares, metropolitanos y de otras varias características, por un costo total e 680 millardos de euros, están en proyecto y cambiarán la faz del planeta, según la Asociación Internacional de Túneles y del Espacio Subterráneo.

El matutino suizo BILAN destaca diez de ellos, cuyo objetivo es facilitar los intercambios comerciales y la movilidad humana y de proporcionar agua a remotas regiones en los desiertos.

Para reintegrar Taiwan a la China Popular, el plan quinquenal 2016-2020 del presidente Xi Jinping prevé horadar un tunel submarino de 126 kilómetros de largo, él más largo de su tipo mientras otro proyecto, de similares intenciones geopolíticas, imagina un tunel, que sería el más largo del planeta, de mil kilómetros de largo, para acarrear agua de las montañas del Tibet al desierto de Taklamakan en el Xinjiang.

ROGALAND

ROGALAND

Por su parte,  Noruega dio luz verde en abril de este año al primer túnel marítimo completamente sumergido, de 1.7 kilómetros, que permitirá a los grandes transportadores de carga y pasajero evitar las peligrosas aguas de la península de Stad e, igualmente, el Parlamento ha adoptado el proyecto del tunel vehicular más largo (26.7 kilómetros) y profundo (a 390 metros bajo el nivel del mar), para enlazar el norte y el sur de Rogaland, separados por un Fjord, y una isla, a partir del año 2025.

En los Estados Unidos, la compañía Boring Company del urbanista revolucionario Elon Musk intentará reducir el tiempo perdido en los embotellamientos en las grandes capitales, con túneles a los que se accedería mediante ascensores para desplazarse automáticamente sobre rieles magnéticos a 200 kilómetros por hora, y el llamado Hyperloop, un tubo ferroviario subterráneo ultrarrápido, que podrían eventualmente interconectarse.

Hyperloop

Hyperloop

En Egipto, millares de obreros se afanan en la construcción de seis túneles –cuatro para vehículos de 3.8 kilómetros y dos ferroviarios de 5.6 kilómetros,  en la zona del Canal de Suez para desarrollar la península de Sinai, conectando Port Saïd con futuras zonas industriales.

En nuestro Continente, se prevé iniciar las obras del más largo túnel, de 14 kilómetros, entre las ciudades de Coquimbo en Chile y San Juan en Argentina, salvando la situación actual en que el paso de los Andes sólo es posible escalando por el cuello de Agua Negra, a una altitud de 4.780 metros, impracticable durante seis meses del año.

De Coquimbo a San Juan

De Coquimbo a San Juan

En Suiza, que afronta severos cuellos de botella en sus comunicaciones, varias empresas se han unido para crear la sociedad Cargo sous terrain, con el objetivo de construir un sistema a 50 metros bajo tierra, enteramente automatizado, para canalizar mercancías mediante un túnel de seis metros de diámetro; el primer ramal de 70 kilómetros debería estar operativo entre Härkingen-Niederbipp y Zurich hacia el año 2030.

En Inglaterra, este verano, diez mil trabajadores terminaron la perforación de un túnel de 42 kilómetros  bajo la capital británica, la sección principal del llamado Crossrail, la nueva red ferroviario este-oeste de cien kilómetros, que entrará en funcionamiento en 2018.

Crossrail.

Crossrail.

Finalmente, el proyecto del nuevo túnel ferroviario de 57 kiómetros Monte Cenis entre St-Juan de Maurienne, Francia, y Suse, Italia, lanzado hace veinte años, se ha concretizado con 35 licitaciones que deberían arrancar a comienzos del 2018 para recortar en dos horas el trayecto entre Lyon y Turín a partir del año 2029.

Caracas, enero 2017.