Inglaterra reverdece

21 julio, 2014

MIRAMUNDOpor Gabriel Rumor, Corresponsal internacional

Que el Reino Unido asiste a una revolución de las energías verdes es la constatación de Tom Bawden, editor para asuntos ambientales del Independent londinense, al comprobar que los niveles record de su producción significan un rudo golpe a los enemigos de las energías renovables y un impulso potencial para los consumidores.

Cifras oficiales del año pasado indican un incremento del 43% -la quinta parte del total nacional- de la electricidad generada por fuentes eólicas, solares e hídricas, con el lógico beneplácito de quienes anhelan de ellas un mayor papel en la red energética en detrimento de los hidrocarburos.

“Nadie ha sufrido un apagón porque dejó de soplar el viento intermitente”, ha respondido el doctor Doug Parr, científico jefe y director de políticas de Greenpeace, en referencia a los críticos que alertaban sobre los riesgos de tecnologías a la merced del sol, la lluvia y el viento.

Que se trata de un tema altamente político lo prueban las loas que el Secretario de Energía, de tendencia liberal-demócrata ha emitido sobre el salto en la producción de energía renovable, frente a la intención de los Conservadores de “borrarde las facturas toda esa pendejada ecológica”, en referencia a los subsidios que ahora engordan las tarifas domésticas.

Y es que la producción de fuentes eólicas en tierra firme se disparó un 62%, hasta elevarse a más de un tercio de la electricidad generada en el primer trimestre de este año, comparado con el mismo periodo de 2013, de manera que, como ironizó la directora del organismo industrial Renewable UK,  mientras algunos burócratas afinaban sus planes para suprimir cualquier apoyo futuro, sería tremendamente ilógico hablar de limitar la potencialidad al viento que en silencio, estaba alumbrando al equivalente de más de cinco millones y medio de hogares.

Mientras las fuentes limpias ya están a la par con la nuclear, el descubrimiento de un grupo de científicos de la Universidad de Liverpool podría conducir a paneles solares más baratos y seguros, al sustituir el tóxico cloruro de cadmio con una sal comestible abundante en el agua marina.

El resultado ya se deja sentir en los bolsillos al abaratar los costos del gas y podría significar un motivo de satisfacción adicional para los usuarios si las compañías les hicieran participar de sus beneficios incrementales.

Son elementos positivos, aunque insuficientes, concluye el Independent, porque si bien está haciendo Inglaterra enormes progresos para reverdecerse, está aún muy a la zaga de los líderes europeos en la materia.

Como Dinamarca, que en noviembre pasado produjo con sus turbinas eólicas más electricidad de la que el país puede consumir, o Alemania, que el mes anterior había satisfecho el 59% de la demanda gracias al viento y el sol del país de la señora Merkel.

Varsovia, julio 2014.

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