Granjas verticales y rascacielos sustentables, ciencia ficción o tendencia arquitectónica?

Este fin de semana en el programa de radio Planeta Vital, estaremos paseando por ciudades ecológicas, techos verdes y granjas verticales. Los invitamos a conectarse el sábado a las 6:00 AM y el domingo a 3:30 y 7:30 PM, hora de Venezuela, por Actualidad 90.3 FM, el Canal 980 de Directv o por www.unionradio.net.

Cada vez son más los ingenieros y arquitectos que tienen en cuenta el medio ambiente a la hora de imaginar, plasmar y construir edificios, casas y complejos.

La última tendencia en el urbanismo, por razones obvias,  es ahorrar energía, para ello recolectan agua de lluvia y usan materiales reciclables para poder, de esta forma, respetar a la naturaleza.

En los últimos 10 años, la arquitectura ecológica, también conocida como diseño sustentable, bioconstrucción o eco urbanismo, dejó de ser una utopía para convertirse en una tendencia, y muy fuerte. En las maquetas, planos e ilustraciones de los diseñadores y arquitectos representantes de esta tendencia se aprecian las muchas características de este paradigma: ahorro de energía, integración al ecosistema, reciclaje de elementos, optimización de la iluminación y la ventilación natural, gestión ecológica de desechos, diseño armonioso, edificios sanos y granjas verticales.

Así por ejemplo, se habla de «viviendas de eficiencia positiva» para denominar a las construcciones capaces de generar más energía de la que consumen; de «agricultura urbana» para referirse a edificios ambientados para cultivar vegetales o de ‘techos verdes’, una nueva tecnología para cubrir tejados y terrazas de edificios con un manto vegetal vivo que, además de tener un alto valor decorativo y producir un buen aislamiento acústico, mejora del aire urbano al consumir dióxido de carbono y producir oxigeno.

La fiebre global por la ecología es tal que ha llevado a rediseñar de forma completa algunas ciudades para hacerlas ecológicamente amigables y también crear nuevas. Un ejemplo de esto es Masdar, en el Emirato Árabe de Abu Dhabi, que cuando se inaugure, en 2016 será la ciudad más ecológica del planeta, porque en ella no circularan automóviles y contará con un sistema de transporte de trenes magnéticos, estará orientada de noreste a suroeste para obtener un equilibrio óptico de luz solar y sombra, sus edificios no superan las cinco plantas y tendrá abundantes torres de vientos y paneles solares para ser autosuficiente energéticamente. Con una inversión de 22 mil millones de dólares, esta eco ciudad diseñada por el arquitecto estrella Norman Foster se extenderá por una superficie de 6.5 Km. cuadrados, espacio suficiente para unos 50.000 habitantes y 1.500 negocios que utilizarán casi un 75 por ciento menos de electricidad que otras ciudades del mismo tamaño.

Imaginen por un momento una ciudad como Nueva York: Densa población, mucho tráfico, consumo de gran cantidad de recursos para alimentar a la ciudad y rascacielos y altos edificios por encima de una nube de contaminación.

Imaginen ahora que todos esos rascacielos se convierten ahora en granjas verticales: Altos edificios de 30 plantas donde en cada piso se cultivan frutas y verdutas, se genera electricidad mediante energías renovables y se purifican aguas residuales para el riego y el consumo humano. ¿Una utopía? No. Es una propuesta que cada vez parece más cercana para hacer frente al cambio climático con una solución que respeta el medio ambiente y lo purifica.

Aunque el concepto surgió hace mas de 6 años cuando científicos europeos y norteamericanos comentaron la idea, es ahora cuando parece que las ciudades con granjas verticales pueden ser realidad. Varios son los motivos.

Por un lado, el crecimiento de la población que se espera para las próximas décadas va a provocar una escasez de tierra fertil donde realizar cultivos con los que abastecer a las masas. Las granjas verticales permiten buenas cosechas y gran productividad sin necesidad de grandes desplazamientos, gracias a su integración en ciudades.

Por otro lado el problema de la escasez de agua para los cultivos se soluciona gracias a las capacidades de tratamiento de aguas residuales. Y por último las necesidades energéticas están cubiertas gracias al autoabastecimiento y producción de este tipo de edificios.

Como comentan en TreeHugger, puede que pronto veamos algo parecido a la serie Futurama.

Especulativos o avanzados, los proyectos eco arquitectónicos se multiplican respetando siempre el mismo principio: no chocar con la naturaleza.