La Doctora María Teresa Guarín nos habla de Biofotónica
Temas de Ecología Psicosocial por Marisela Valero @lavalero
Marisela Valero, Directora de Planeta Vital
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«Somos luz que viaja y se expresa».
Jasmin Arcais
Doctora María Teresa Guarin
En nuestra búsqueda por seguir descubriendo formas de «conectarnos positivamente con el ecosistema», como dice nuestro lema basado en la Ecología Psicosocial, invitamos a la Doctora María Teresa Guarin, médico pediatra residenciada en Bogotá, Colombia, también es homeópata, especialista en medicina tradicional china, sintergética, biodescodificación y en esta ocasión estará hablando sobre la Biofotónica, ofreciendo claves que nos permitan comprender este proceso, para así promover nuestro bienestar integral y el de nuestro entorno.
«Todo es la luz»…dijo Tesla
La Doctora Guarin inicia su conversación nombrando a Nikola Tesla quien, según ella, es pilar fundamental para comprender los posteriores estudios que se han hecho sobre la luz.
El inventor descansa en su laboratorio. Foto Dickenson V. Alley- Wellcome Collection CC BY
En una entrevista que el científico Nikola Tesla concedió para la revista «Immortality» en su laboratorio en Colorado Springs en el año 1899 dijo, entre muchas otras cosas interesantes:
«Primero fue la luz, fuente sin fin de donde procede lo material y es distribuido hacia todas las formas que representan el Universo y la Tierra con todos sus aspectos de la vida. El negro es elverdadero rostro de la Luz, solo que no lo vemos.
En el interior de la Tierra hay energías de alegría, paz y amor que se expresan por ejemplo a través de una flor que crece de la tierra, los alimentos que salen de ella y todo lo que la hace el hogar del hombre.
El remedio está en nuestros corazones e igualmente, en el corazón de los animales que llamamos Universo».
¿Qué son los fotones?
Los fotones son partículas de luz que el organismo absorbe, almacena o emite. Los fotones nos llegan del sol, pero nuestras células también producen ellas mismas fotones que son esenciales para su funcionamiento, según Fritz Albert Popp, el biofísico candidato al premio Nobel, pionero de la investigación biofotónica.
Fotones. Foto Esfera Dorada
La Doctora María Teresa Guarin nos comenta que en todo momento estamos pulsando luz, nuestro ADN está impregnado de funciones mucho más dinámicas que las que hemos aprendido en la escuela, los fotones comunican entre sí a las células de una forma vertiginosa, cuando hay alguna alteración o el organismo entra en caos hay mutaciones celulares importantes, que muchas veces derivan en enfermedades.
Las emociones juegan un papel fundamental en este proceso, pues ya nadie pone en duda que están interconectadas a todos los procesos del organismo, como os dice la doctora Guarin, cuando vivimos en miedo y angustia, generamos alteraciones en nuestros biofotones y no solo se ve afectado el cuerpo, sino también el territorio donde nos encontramos, porque esa energía se irradia dentro y fuera de nuestro organismo.
La secuencia biofotónica es sanadora
Intercambiamos energía con las plantas, los animales, incluso las piedras emiten luz, todo lo que existe en este universo pulsa luz, así que nuestra responsabilidad es buscar estar en armonía, vivir en amor y no en odio, resonar en frecuencias más altas para limpiar nuestro sistema personal y el entorno, nuestra familia, comunidad, el país y aunque parezca irreal, el universo todo se ve tocado por nuestra presencia luminosa.
Un poco de historia sobre los biofotones
La humanidad ha tomado conciencia de los efectos benignos de la luz desde hace más de tres milenios; ya los antiguos egipcios, chinos e indios la utilizaban para tratar diferentes enfermedades, como psoriasis, raquitismo y vitíligo.
Hace más de un siglo a partir de los trabajos de biofísica y medicina empezaron a descubrirse evidencias que tanto los metales como las células vivas reaccionaban frente a frecuencias electromagnéticas como la luz y otras ondas.
En la década de los años 20, el biólogo ruso Alexander Gurtwitsch, profesor de la facultad de Biología de Moscú, descubrió que las células se comunican por biofotones. Llamó radiación mitogenética a la tenue luz ultravioleta que las células emiten.
En los años 70 el médico francés Paul Nogier comprobó que el cuerpo humano responde a frecuencias de luz emitidas sobre la piel. Descubrió la foto percepción cutánea y las siete frecuencias universales. Además fue el creador de la auriculomedicina.
Biofotones
El científico alemán Fritz Albert Popp, continuando el trabajo de Alexander Gurwitsch, logró comprobar hace más de tres décadas que los seres humanos (y todo los seres) vivos emiten luz.
Popp ha teorizado que estas emisiones de luz ultra débil, a las cuales designó como “biofotones”, juegan un papel importante en la comunicación celular, articulando literalmente un lenguaje de luz que interviene en la organización de diferentes funciones. Sus descubrimientos sugieren que el nivel de coherencia de estas emisiones biofotónicas se correlaciona con el nivel de salud de un organismo y ciertas enfermedades pueden identificarse por patrones de emisión caótica.
Fritz-Albert Popp (1938-) es actualmente el principal referente en la investigación de los biofotones. Uno de los primeros trabajos de Fritz-Albert Popp para determinar la existencia de luz celular coherente y que esta era la base de la comunicación entre las células, especialmente, para sincronizar el crecimiento celular, fue a raíz del encargó realizado en 1975 al joven estudiante de postgrado de biofísica, Bernard Rut.
Popp le orientó para que construyera un fotómetro de alta sensibilidad que permitiera visualizar una emisión de luz de tan baja intensidad que no fuera perceptible con los equipos ópticos convencionales.
El aparato fotomultiplicador diseñado por Bernard Ruth que permite visualizar las radiaciones luminosas celulares. Imagen original en Quantcom.
El aparato desarrollado por Rut consistió en tubos fotomultiplicadores muy sensibles. Con este aparato se pudo iniciar el mapeo de la luz o biofotones emitidos por los sistemas vivos.
La sensibilidad del aparato era bastante fina pues era capaz de detectar una mínima cantidad de luz. A modo de ejemplo era capaz de medir el equivalente a la emanación de luz de una luciérnaga situada a 10 km. Con este aparato se visualizaron estas radiaciones luminosas celulares y pudo observarse como antes de morir las células incrementaban las emanaciones lumínicas como si de un patrón de comunicación se tratara. Esta luz “interior” explicaría cómo las células pueden comunicarse a una velocidad muy superior a la del tradicional proceso bioquímico.
Según Popp los organismos vivos se encuentran envueltos en un campo electromagnético propio en un estado energético inestable entre el caos y el orden y por tanto capaz de emitir una reacción equilibradora o de autorregulación. La teoría de los biofotones explicaría pues algunas experiencias “sutiles” de autocuración celular frente a determinadas enfermedades si estas reciben la información energética electromagnética (luz) sutil adecuada. Pero sobre todo, las emisiones de biofotones pueden regular determinadas alteraciones ambientales creando un equilibrio e identidad del patrón luminoso nuevo.
Las investigaciones sobre los biofotones ocupan ya un buen número de equipos científicos en varias partes del planeta.
Una de las principales aportaciones por parte de Fritz-Albert Popp en 1975 es demostrar que cada ser vivo emite una luz tenue y coherente de longitudes de onda entre 200 y 800 nanómetros que se originan a partir de electrones excitados por la luz solar. La elevada coherencia de la luz del biofotón es la que permite no sólo transferir energía sino también ser un medio de comunicación celular.
¿Cómo funciona?
Las investigaciones de Fritz-Albert Popp han puesto en evidencia que la luz emitida por el cuerpo humano puede jugar un factor decisivo en el desarrollo de enfermedades y mantener la salud. En un experimento, se comparó la luz emitida por los huevos pálidos de gallinas que viven al aire libre en la naturaleza con la de los huevos de las gallinas que viven hacinadas en jaulas de granjas.
El resultado es que mientras los huevos de las gallinas camperas están emitiendo luz coherente las de los huevos de las gallinas de granja no. Algo parecido se puede observar como producto de la alimentación humana. En todos los seres vivos incluidos los seres humanos se observa que frente a cualquier trastorno en el cuerpo o la psique se incrementa la emisión de luz que no es coherente.
El cáncer son células sin luz. Foto www.preguntaleafrank.com
En definitiva, el estudio de los biofotones permite concluir que la salud es un estado de comunicación subatómica perfecta y coherente de carácter luminoso. La luz emitida en estado de enfermedad o de salud deficiente supone una debilidad o interrupción de este tipo de comunicación luminosa coherente intercelular. Actualmente, buena parte de las investigaciones sobre los biofotones se centran en comprender como podría aplicarse a la medicina.
Pueden seguir a la Doctora María Teresa Guarin en Instagram @dramariateresaguarin
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Fuente: https://www.terra.org/categorias/articulos/biofotones
