Una cerveza hecha de niebla

  MIRAMUNDO por Gabriel Rumor

¡Vaya titular en La Repubblica romana: “Llega desde Chile una cerveza hecha de niebla!

Marco y Migel Angel Carco. Foto Patricio Salfate

Marco y Migel Angel Carco. Foto Patricio Salfate

Se llama Atrapanieblas y su creador, Marco Carcuro, un joven de 27 años de la zona desértica de Peña Blanca, vecina a Coquimbo, en Chile, relata que la idea surgió en diciembre de 2012 cuando participó con su hermano Miguel Angel en un concurso de producción artesanal y ambos descubrieron que el norte del país es negado para elaborar algo de buena calidad, porque el agua es demasiado dura, contiene mucho nitrato, carbonato y nitritos, y, de ñapa, no es el agua lo que abunda.

Atrapaniebla. http://www.scidev.net/

Atrapaniebla. http://www.scidev.net/

Y, no obstante, como la motivación era fuerte, por el señuelo de la afición nacional por la bebida, recordaron una técnica agrícola vigente en su pueblo de la costa, con redes de malla para proteger a las plantas del hielo y capturar las pequeñas gotas de niebla del océano y convertirlas en agua potable. 

Cerveza atrapaniebla

Cerveza atrapaniebla

Las espaldas de Peña Blanca están protegidas por  Cerro Grande, una montaña de poca altura donde el  viento acarrea siempre una niebla sutil, por el microclima y la vecindad con el mar, y, con pocos recursos, los hermanos erigieron en su cima una red de 30 metros cuadrados que les permite recoger, cada semana, mil litros de agua de  óptima calidad, con residuos minerales que le confieren un sabor particular.  

Elaborando la cerveza artesanal

Elaborando la cerveza artesanal

Hubo, sin embargo, que obtener el visto bueno de los pocos vecinos, pero la inauguración de la pequeña factoría tuvo el sentido de una fiesta regional  y ya la cerveza Atrapanieblas produce más de seis mil botellas mensuales y los puestos de venta han pasado de 40 a 170.

Emprendimiento sustentable de cerveza artesanal. Foto Felllipe Abreu

Emprendimiento sustentable de cerveza artesanal. Foto Felllipe Abreu

Ya comienzan los hermanos a soñar con la exportación y, desde hace un año, la gente se traslada al lugar, e igual hacen los restoranes de Santiago, para hacerse de un producto que, como insisten lo jóvenes empresarios, es absolutamente ecosostenible, porque el tamaño de los paneles no arruina el paisaje de una zona forestal protegida.

Varsovia, julio 2015.