Monsanto: ¿ángel o demonio?

MIRAMUNDO por Gabriel Rumor

Es la pregunta que deja sin contestar el enviado especial del Independent londinense a las vastas instalaciones a las afueras de San Louis, rumbo a Kansas City, de Monsanto, la transnacional que desde hace más de veinte años lidera a escala mundial el desarrollo de los cultivos genéticamente modificados.  

Monsanto, la amenaza de los transgénicos

Monsanto, la amenaza de los transgénicos

Cada uno de sus 26 invernaderos aloja hasta 650 plantas de todos los tipos, tamaños y variedades, en condiciones semejantes en lo posible, a los de la propia naturaleza: maíz cubierto con bolsas de papel para impedir la contaminación del polen o plantas de colza, herméticamente envueltas en tejidos de muselina blanca para atrapar miles de moscas fruteras para su polinización; o plantas de soya y algodón con flores hermosísimas.

Los ecologistas advierten sobre los riesgos de transgénicos de Monsanto

Los ecologistas advierten sobre los riesgos de transgénicos de Monsanto

Allí, dice el matutino, se entrecruzan la ciencia y la naturaleza para simbolizar, según el punto de vista, un paso ambicioso en la lucha para alimentar a una población que no cesa de crecer, o una empresa antinatural que desafía a Dios y cuyos propósitos lucrativos soslayan las consecuencias desastrosas que podrían generarse  en la salud humana y el ambiente.

Protestas a nivel mundial por el riesgo a la salud provocado por Monsanto

Protestas a nivel mundial por el riesgo a la salud provocado por Monsanto

Y es que, desde que Monsanto patentó en los años 90 las primeras plantas de soya resistentes a los herbicidas, ha estado en la mira de quienes denuncian la moderna agricultura en gran escala y la acusan por la ola de suicidios en los campos hindúes, de crear semillas “terminator” para el control de la cadena alimentaria y de silenciar los estudios científicos que asoman dudas sobre la confiabilidad de los productos en que basan su prosperidad financiera.

Hugh Grant, CEO de Monsanto, foto cortesia de Monsanto

Hugh Grant, CEO de Monsanto, foto cortesia de Monsanto

Sus directivos insisten en que los cargos  carecen de fundamento y no entienden por qué sólo se estigmatiza a Monsanto cuando por lo menos otras cinco compañías comparten sus actividades en los cultivos genéticamente modificados; quizás porque fue la pionera en ese campo y si bien ahora produce únicamente semillas y un herbicida, quedó asociada desde su fundación en 1901 con insecticidas tan controversiales como el DDT y el agente Orange y la hormona del crecimiento bovino.  

La controversia se ha intensificado con lasdenuncias a raíz del partenariado suscrito con la USAID y la Fundación Bill y Melinda Gates para suministrar tecnología y, en particular, maíz resistente a la sequía, al Continente africano, sin costo alguno, y un alto funcionario de la empresa no ve contradicción alguna entre el millardo de dólares de beneficios anuales, y el influjo positivo de la empresa en un mundo obligado a duplicar el volumen de alimentos en los venideros 35 años.

Agricultores muy protegidos verificando toxicidad del maiz transgenico de Monsanto

Agricultores muy protegidos verificando toxicidad del maiz transgenico de Monsanto

Es el precio que, según sus ejecutivos, deben pagar por enfocarse completamente en la agricultura y el estímulo a la productividad con una suma enorme a invertirse en investigación para sumar otras semillas, modificadas o no, a las que Monsanto puso en el mercado estadounidense para, según afirman, incrementar dramáticamente las cosechas, reducir los precios al consumidor y fortalecer la seguridad alimenticia a escala global