Caracas a través de la mirada de El Ávila

Por Marisela Valero @lavalero

Panorámica de Caracas al pié de El Avila. Foto Marcos Valero

Panorámica de Caracas al pié de El Avila. Foto Marcos Valero

Este 25 de julio se celebra un nuevo Aniversario de la querida y maltratada Caracas, así que hemos decidido reponer la entrevista con la reconocida curadora de arte María Elena Ramos sobre nuestra mágica montaña Warairarepano según el vocablo indígena, bautizada posteriormente como Cerro El Avila.

Un poco de historia

Según algunos historiadores el cerro era conocido como «Warairarepano», por los antiguos habitantes de etnia Caribe del valle de la actual Caracas y supuestamente significa algo así como: “la ola que vino de lejos” o “la mar hecha tierra”, otras versiones dicen que significa «Sierra Grande» o «Tierra de Dantas», nombre que fue emitido por Juan de Pimentel, gobernador y Capitán General de la ciudad Santiago de León.

El Avila montaña sagrada. Foto Marisela Valero

El Avila montaña sagrada. Foto Marisela Valero

En relación a la evolución de su nombre, hay quienes dicen que la primera vez que aparece el nombre de “Ávila” como tal es en 1778 según consta en las Actas del Cabildo de Caracas. Antes de esa fecha, la montaña era conocida como “la Sierra del Norte”, ” la Montaña a la Mar” o “el otro lado del cerro”. El nombre de Ávila se debe a Juan Antonio Ávila, quien era dueño de unos terrenos en la serranía. Al morir en 1.795, sus hijos heredan sus tierras y todos en Caracas ya la conocían como la sierra de los Ávila o el Cerro de Ávila. De allí el verdadero origen del nombre del cerro.

El Avila y el cielo azul caraqueño. Foto Marisela Valero

El Avila y el cielo azul caraqueño. Foto Marisela Valero

Otras versiones indican que durante la conquista española,  el sector comprendido entre el cerro de Papelón y la Quebrada de Chacaito, hasta la cumbre donde se avista el mar, pertenecía en 1575 al Alférez Mayor de Campo Gabriel de Ávila, que el 3 de Marzo de 1573 fue nombrado Alcalde Ordinario de la ciudad de Caracas, y a su vez se le otorgan las tierras en la cuales empezó a cosechar un trigo, que por ser tan de buena calidad los habitantes lo nombraban «El Trigo de la Sierra de Ávila», y a su vez trajo la fama del nombre a la montaña de «Sierra Ávila» y que con el tiempo la nombraron «Cerro el Ávila».

Lo cierto es que sea Waraira Repano o Cerro El Avila, se trata de la gran montaña protectora de los caraqueños y visitantes, la honramos por su inmensa belleza y su biodiversidad, nos duele verla depredada por la mano del ser humano y cada vez mas acosada por urbanismos ilegales.

María Elena con su libro. FOTO WILLIAMS MARRERO

María Elena con su libro El Avila en la Mirada de todos. Foto Williams Marrero.

El Avila , nos dice María Elena, es una montaña bifronte, la ven los que están en la costa de una forma y la ven los caraqueños de otra bastante diferente, y esas particularidades son reflejadas por los artistas plásticos, justamente dependiendo de si llegaban a Venezuela, por La Guaira, en barco o cuando ya estaban instalados viviendo en la capital.

Nuestra invitada es una ferviente admiradora de Caracas, nos comenta “desearía que fuera una ciudad mas amable y con mas posibilidades de desarrollo armonioso, como muchas otras ciudades del continente, que han pasado por esa transformación positiva, como Medellín, Bogotá, entre otras”.

De izquierda a derecha, Katty Yovanovich, María Elena Ramos, Marisela Valero y Nidia Hernández. Foto Gina Saraceni

De izquierda a derecha, Katty Yovanovich, María Elena Ramos, Marisela Valero y Nidia Hernández. Foto Gina Saraceni

Desde siempre las culturas antiguas han percibido a las grandes montañas como la Madre, así es el Avila, maternal, emocional, cuidando la ciudad, una gran muralla protectora.

Escuchen el programa para que se enteren de la leyenda que originó el nombre indígena de Waraira Repano en la voz de María Elena Ramos.

Nidia Hernandez. Foto cortesía Complot Magazine

Nidia Hernandez. Foto cortesía Complot Magazine

En la segunda parte del programa tenemos a nuestra compañera de Planeta Vital, Nidia Hernández, actualmente residenciasda en Boston, Massachusetts, Estados Unidos, quien dirige el proyecto multimedia de poesía La Maja Desnuda desde 1988, con ella hablamos sobre poesía y naturaleza como fuente inagotable de inspiración.

Nidia Hernández en El Cairo, recibiendo el World Summit Awards. Foto Marisela Valero

Nidia Hernández en El Cairo, recibiendo el World Summit Awards. Foto Marisela Valero

Su página web www.lamajadesnuda.com ha sido merecedora de varios premios nacionales e internacionales, entre los que se destaca el World Summit Award 2011 de la ONU, en la categoría Cultura y Herencia. Esta hermoso site contiene mas de 900 grabaciones de voces de poetas, que resulta un verdadero tesoro para la humanidad.  

The Land Of the Mild Light

The Land Of the Mild Light

Acaba de editar un libro bilingue de poemas de Rafael Cadenas, The Land Of the Mild Light, publicado por la Revista ArrowsmithPress, a cargo de Askold Melnyczuk, con portada de la prestigiosa artista plástico de Boston, Sheila Gallagher.

Poetas importantes de América como Robert Pinsky, Forrest Gander, Sophie Cabot Black, Carolyn Forché entre otros colaboraron con sus traducciones.

Si quieren contactarla escriban a nidiahernandezpoetry@gmail.com